Encuentro con Ignacio Herrera de la Muela en la Real Maestranza de Caballería de Ronda

ignacio herrera 251En exclusiva para Aurora Boreal®

 

A la memoria de Julián Arco,
una gran persona y un gran amante y
conocedor del arte del toreo.

 

Las Reales Maestranzas de Caballería no son instituciones taurinas, son hermandades de caballeros para la defensa del territorio en nombre del Rey.

 

Nos encontramos con Ignacio Herrera de la Muela, director de la Real Maestranza de Ronda en un entorno bello, saturado de historia que se percibe y sobrecoge. Estamos en un edificio dentro del complejo de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, en el Sur de España, en Andalucía. Nos recibe en una estancia amplia, de ricos artesonados, biblioteca en verde secundario y seco, libros en sus 5mts. de altura, tras puertas de palillería con cristales. Sillas forradas en rojo miran hacia una gran pantalla. Caballero, gestor, culto, habla sobre la institución que él dirige y ama y sus múltiples conocimientos son difíciles de sintetizar.

La lucha contra el toro es casi tan antigua como la humanidad. Ignacio Herrera nos habla de los mosaicos de Çatalhöyük, en Anatolia (Turquía), vestigios de hace cinco mil años que ya muestran cómo el hombre jugaba con el toro. También menciona la tauro catapsia y las bestiarii o luchas entre hombre y animal de la antigua Roma, aunque aclara que la idea del toreo moderno comienza en el siglo XVIII.

La Real Maestranza de Ronda nace a raíz de la Real Cédula de S.M. el Rey Felipe II en 1572 para que “los caballeros se esmerasen en la cría de buenos caballos para la guarda y defensa del Reyno”. Ignacio Herrera nos habla del origen de la institución y su vinculación con el caballo y el toro.

ignacio herrera 301Las maestranzas se perciben como instituciones taurinas y no es exactamente eso, las maestranzas son hermandades de caballeros que hunden sus raíces en la tradición de la defensa del territorio de la lealtad al rey en contra de los enemigos del reino. La caballería noble se va desarrollando a partir del siglo XIII, hasta que se institucionaliza y ennoblece mediante la organización de hermandades de cofradías de caballeros en el XVI que debían demostrar su linaje nobiliario. La pompa, por así decirlo, del caballero una vez que no hay una guerra o una intervención a caballo se materializa en los alardes, las demostraciones ecuestres principalmente. Y aquí nos encontramos con que el caballero necesita un combatiente. Ese es el toro. El toro es un animal noble, el toro embiste, juega. No es un león, no es un lobo, no es un oso. Hay digamos una actitud en el animal que le confiere nobleza a nuestros ojos, es un animal que embiste para atacar. Su inteligencia se concentra en la estrategia de embestida y derribo. Y eso es lo que hace que el caballero a caballo del siglo XVI desarrolle, gracias al toro, un arte que se llama el arte de la función real. La función real es lo que denominamos las corridas de toros a caballo en las plazas mayores. Se llama el “toreo caballeresco”.

Esta “función real” recuerda más al rejoneo moderno. Pero ya hay atisbos de lo que será el toreo a pie.

Hablamos de finales del siglo XVI. En este momento los caballeros necesitan siempre ayudantes, una cohorte, porque hay una demostración de recursos, valor y habilidad. Sus ayudantes van a pie y son los que preparan la embestida con esa tela que ya mencionaba Homero en la Ilíada cuando Aquiles saca una tela púrpura para combatir a una fiera. Todo esto tiene muchas connotaciones mitológicas. En el siglo XVII el toro se convierte en el objetivo a derribar y desarrolla toda una cultura en relación a quien mata al animal y quien prepara la embestida. Todo esto es considerado como un gran acontecimiento.

ignacio herrera 300Esta tradición del toreo caballeresco desaparece hacia finales del XVII y la lucha contra el toro se transforma a consecuencia de las sucesivas prohibiciones por parte de los Borbones a partir del XVIII. Hay que seguir matando toros, como en el caso de los toros salvajes, pero a partir de ahora se hace en los mataderos, en las afueras de las ciudades. Ya no es el caballero el que mata al toro sino el matador, ahora a pie. Esto congrega a una gran multiud de todos los niveles sociales.

Las constantes prohibiciones de tauromaquia por parte de los distintos reyes la convierte en monopolio de la Corona. Ese monopolio de la Corona es fundamental para entender el nacimiento de las corridas de toros modernas que entendemos hoy, porque se permite sólo a determinados cuerpos vinculados a la corona el organizar y administrar fiestas de toros. Las maestranzas son las depositarias de la confianza de la Corona para organizar fiestas taurinas. Son los únicos cuerpos del Estado con el privilegio no sólo de organizar sino de construir plazas de toros y no en madera, sino en piedra, como la de Ronda, que es el primer edificio exento dedicado a espectáculos ecuestres y taurinos que hay en la España metropolitana. Creo que la de Acho en Lima es anterior, pero se ha transformado bastante y la de Ronda sigue tal cual.

José Bonaparte, en su corto reinado, liberaliza las corridas en plazas de toros y ya, sin patrocinio de la realeza, los toreros pasan a ser empresarios. En el siglo XIX la tauromaquia toca todos los palos: circo, mujeres taurinas, espectáculos de luchas entre fieras... En esta época la figura del torero también se transforma.

Hay muchos toreros en el XIX que sin saber leer ni escribir empiezan a frecuentar círculos intelectuales y el torero, generación tras generación, empieza a adquirir una patina distinta de la del torero de antaño que estaba tan protegido, tan vestido por su defensor que apenas era en la plaza alguien, su presencia se diluía. En el XIX se convierte en alguien importante. Ese estigma de que el torero era un hombre que no hablaba bien, que no sabía escribir, que procedía de un extracto social tan bajo que no se le podía tener demasiado en cuenta, todos esos prejuicios a lo largo del XIX van desapareciendo hasta llegar al perfil del torero contemporáneo.

 

La Maestranza tiene un objetivo como institución cultural: la gestión de su legado histórico.

Ignacio Herrera de la Muela llegó a la Maestranza hace dieciséis años procedente de la Fundación Castillejo de Madrid y el Instituto Cervantes de París, con un desafío: implementar un plan estratégico y profesionalizar la institución.

Hay magníficos profesionales y maestrantes implicados. Bajo el liderazgo de Rafael Atienza, teniente de Hermano Mayor, trabajamos codo con codo.

Es necesario aclarar que la Real Maestranza de Ronda no es una empresa taurina. El dinero que generan las corridas, una vez pagados los gastos, va a actividades de interés general como la Semana de la Música, el Encuentro de Música y Filosofía, las becas para universitarios de la comarca o el concurso de historia para jóvenes Eustory.

ignacio herrera 302En el XVIII los Borbones establecen que haya una relación entre el pueblo y lo asistencial benéfico. Y eso es un anclaje importante que promueve de alguna forma otro interés y motivación. La Maestranza es una institución que tiene su historia en su haber, no sólo la gestión de un monumento histórico como es la plaza, sino el deber de difundir y gestionar su legado histórico.

Pasamos a la sala de investigación del centro de estudios de la Maestranza. Aquí se centran los recursos de documentación: archivo, biblioteca, videoteca y fototeca. Ignacio Herrera nos presenta a su equipo de expertos formado por un bibliotecario, un historiador, un archivero y una catalogadora, con los que lleva a cabo la gestión de un patrimonio histórico de más de 400 años.

La sala da paso a una impresionante biblioteca, en este momento habilitada como salón de actos con motivo de la Semana de la Música. Enmarcados por cuadros de corte y cristales de la escuela sevillana, se exponen los fondos bibliográficos organizados en cinco bloques: la tauromaquia desde el punto de vista científico y académico, caballería y arte ecuestre, historia de Ronda, primeras ediciones de libros de viajeros que han pasado por la zona y el tema principal de la casa: la genealogía y la heráldica.

Tenemos un centro de documentación para dar servicio a España y parte de Europa, América Latina y EE.UU. El objeto científico más importante para nosotros es el estudio desde la Filosofía, la Sociología, la Antropología y la Política de la evolución de las élites de poder.

Hay muchos investigadores que vienen de todo el mundo a hacer consultas. El año pasado tuvimos en torno a 200. Vienen principalmente de España, pero creemos que este interés por la genealogía y la heráldica va a ser mucho más profuso en toda América dentro de unos años, y nosotros vamos a tener que estar al quite. Muchos miembros de la nobleza desplazada en Indias se hizo maestrante antes de embarcar a lo largo del Siglo XVIII.

En las galerías superiores podemos ver las cajas con los fondos del archivo histórico de la Maestranza.

Nosotros no compramos fondos. Las familias nos ceden en depósito sus archivos y nosotros los aseguramos, los catalogamos y los gestionamos. ¿Con qué fin? Primero, si las familias entregan esta documentación a una administración pública, si bien quedan a buen recaudo, las garantías de que a un corto plazo el fondo se utilice y tenga vida son más remotas, porque no todas las condiciones de los archivos públicos son las mismas. Los archivos públicos que funcionan muy bien suelen estar muy especializados y no quieren cualquier cosa que les aleje de su línea de trabajo. Luego hay archivos municipales que son almacenes, que no gestionan. Nosotros, ante todo, gestionamos. Lo guardamos, pero queremos que ese archivo sea de interés.

 

Vi a José Tomás y descubrí un mundo desconocido.

El adiestramiento y la práctica ecuestre es el origen y la esencia de la Maetranza, que mantiene una de las escuelas de equitación más prestigiosas de España. De hecho, las maestranzas son sociedades de caballeros, cuyo instituto es ejercitarse en la equitación. En la actualidad esta enseñanza está orientada hacia la disciplina deportiva de doma clásica, a la que se ha añadido el salto.

Ya en el picadero, pisando la arena, se produce un silencio ante lo insólito del espacio, con los escudos de todas las familias que han formado parte de esta institución grabados en un techo del que cuelgan hermosas lámparas de araña.

Aquí la conversación se vuelve más personal cuando le preguntamos de dónde viene su relación con el caballo y el toro.

Al llegar aquí no entendía lo qué era y significa un toro o un caballo y su importancia en la historia, he aprendido mucho de historia a través de la tauromaquia y el arte ecuestre. La primera vez que vi una corrida de toros, vi a José Tomás. Descubrí un mundo desconocido. Me gusta la danza contemporánea y el ballet clásico y esto era sublime. Ver cómo maneja el espacio tiempo, cómo mueve los pies, su cuerpo, como maneja la muleta. Es una coreografía casi improvisada, todo muy medido en tiempo real nada predeterminado. El tempo del toro y el torero en su combate…me ponen en una situación muy nueva y diferente al resto de las artes escénicas. Es casi como un Movimiento Auténtico que juega y crea con esa imprevisión. El torero mide las zancadas del toro, desde que sale. Los tiempos que maneja el torero definen su arte… Una buena corrida de toros puede ser sublime. Sin ser yo taurino, a los anti taurinos les digo:“Os perdéis algo sublime”. La Unesco dice que ningún espectáculo que suponga sufrimiento del animal va a ser aceptado como patrimonio universal. “Nuestro arte se basa en el combate con el toro”, dicen los toreros. La cuestión es, si debe morir en público. Puede ser que no vean esa coreografía y sólo vean sangre. Mucha gente va contra los toros y ven mucha violencia en el cine. Ha habido violencia en el fútbol y no han salido los ciudadanos a manifestarse. No es nueva esta corriente. España es el país más anti taurino del mundo. Ha habido distintas prohibiciones a lo largo de la historia. Es un debate no resuelto. No se ha promovido el debate civilizadamente. Me gustan los artículos de Sánchez Ferlosio con pros y contras. No hay una función de responsabilidad.

Y con esta reflexión nos despedimos antes de continuar nuestra visita a la plaza de toros y su museo. Han sido dos horas intensas y enriquecedoras en las que nos hemos adentrado en los entresijos de una institución que aúna cultura y tradición y cuyas paredes rezuman un vasto legado histórico. Don Ignacio Herrera de la Muela, director de la Real Maestranza de Ronda, muchas gracias por su tiempo y atención.

 

ignacio herrera 350Ignacio Herrera de La Muela
Es el Director General de la Real Maestranza de Caballería de Ronda desde el año 2005. Del 2001 al 2005 fue su Director Cultural. De 1997 al año 2001 fue responsable del presupuesto comercial para el diseño, gestión, promoción del programa cultural del Instituto Cervantes en París, en dónde también fue Director de los espacios del Instituto en París: sala de la Biblioteca y sala de exposiciones y auditorio y el encargado de las relaciones institucionales: servicios culturales españoles e iberoamericanos en París, instituciones culturales de la Villa de París y todas aquellas adscritas al Ministerio de Cultura y Comunicación del Gobierno francés. Durante los años 1993 a 1997 fue el Director de la Fundación Olivar de Castillejo en Madrid. Realizó un Master en Guión de Cine y Televisón en la Universidad Autónoma de Madrid. Es Doctor en Ciencias de la Información, Comunicación audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y tiene un Master de Investigación del Derecho de la Cultura, Derecho y antropología por la Universidad Carlos III de Madrid.

 

Entrevista enviada a Aurora Boreal® por Maite Santolaria y Marta Moreno. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Maite Santolaria y Marta Moreno. Fotografía © Lorenzo Hernández.

 

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