Rafael Olaya - escultor

rafael_olaya_009Nuestra corresponsal Edimca estuvo en Colombia en el taller del escultor Rafael Olaya en el mes de junio de 2010 y le realizó al artista la siguiente entrevista que les presentamos a continuación.

 

Edimca: Rafael, cuéntame un poco de tu infancia en Bucaramanga, la ciudad donde naciste, cómo se fue forjando tu amor al arte...

Rafael Olaya:
Con gusto te contaré algunas cosas sobre esa primera etapa de mi vida que constituyeron el CRISOL de mi ser artístico... 
Yo nací en Bucaramanga en el año de 1952. Mi papá era ingeniero civil y entonces cuando tenía como ocho años y estaba todavía en primaria, yo lo acompañaba a las obras y veía cómo se construía y cómo se echaba el cemento y todas esas cosas y entonces se me fue desarrollando como una vena artística, más por la arquitectura que por la ingeniería...Estudié el bachillerato en un colegio técnico en Bucaramanga, una legendaria institución que ofrece la máxima formación y que fue fundada a finales del siglo 19, el Instituto Tecnológico Santandereano. Cada año, de primero a sexto, se tenían que ver artes manuales, paralelamente a los estudios oficiales del bachillerato. Se aprendía: carpintería, forja, fundición y soldadura...

Edimca:
Explícame un poco en qué consistían esas artes manuales y cómo las estudiaban...

Rafael:
Sí, claro. Un día a la semana no asistíamos a las clases regulares sino que nos programaban para ir a los talleres. Se dividían los estudios técnicos en trimestres. Comenzábamos con la carpintería; aprendíamos por ejemplo lo que era la cola de milano, el chaflán, a afilar los formones, el serrucho, todas esas cosas...
Después pasábamos a forja. Forja era ya vestirnos con el peto, con el mandil e ir a los talleres de forja a hacer puntas y lo que más nos ponían a hacer eran puntas para banderas y puntas para picadores de toros...

Edimca:
La forja con el fuego y el martillo...trabajo de herreros...

Rafael Olaya nace en Bucaramanga, Colombia en 1952. Estudia bachillerato técnico. Aprende carpintería, forja, fundición, soldaduras especiales y metalmecánica. Se traslada a Bogotá, la capital del país donde estudia arquitectura y diseño industrial en la Universidad Javeriana que le otorga el título de arquitecto. Trabaja algunos años como arquitecto y paralelamente monta su propio taller de cerámica, técnica estudiada en Argentina. Modela sus propias figuras que le ayudan a desarrollar sus estudios de escultura. Trabaja sus esculturas en bronce a la cera perdida.

rafael_olaya_001Rafael:
Sí. Era todo eso, echando el carbón y viendo que el hierro no se quemara; si se empezaba a quemar, empezaba a echar chispas entonces ya lo regañaban a uno - no deje quemar eso, se le pasó... entonces era aprender a mirar con los ojos, la resistencia del hierro por el color amarillo de la quema...y después... a darle maceta al hierro sobre el yunque con el martillo...

Edimca:
¿Un martillo como el de clavar clavos?

Rafael:

No, es un martillo que no tiene patas para atrás sino que es plano en ambos lados...


Edimca:
...¿Y el yunque es como un pedestal?

Rafael:
Sí. Es el pedestal donde aún se hace forja y se hacen las herraduras; ese yunque tiene una forma muy específica... Ése mismo en chiquito, es el que se usa para hacer joyería también...
En conclusión, overol, mandil, y maceta, era lo que teníamos que llevar todos los días de taller en ese período de aprendizaje...
En el taller de fundición, lo importante era el overol que nos daban, porque era fundición en arena. rafael_olaya_002"En arena" es un sistema, en donde cada figura que se va a sacar, el molde tiene dos partes nada más, una base y una tapa... y esa base y esa tapa se hace en una arena especial que se aprieta lo suficiente para que cuando se mueva la arena no se caiga la una sobre la otra, no se desparrame sino que queda prensada y se le hace un orificio por donde entra el hierro o el aluminio. Nosotros solamente fundíamos hierro o aluminio. Eran estos dos sistemas. En las clases armábamos de uno a tres moldes y se terminaba la clase. Eso duraba todo el día. Y una vez al mes, se prendía el horno con ese curso... se fundía y se fabricaban ruedas para los carros metálicos de llevar cerveza...

Edimca:
Muy interesante todo ese proceso de aprender esa forma de trabajar con mucha exactitud ¿no?

Rafael:
Exactitud y a partir de unas herramientas "hechizas" porque las herramientas eran hechizas... hechas de cucharas...cucharas para comer...se aplanaban y con el esmeril
se recortaba parte de la cuchara para que quedaran finas o gruesas...Y eso era toda la herramienta que teníamos.

Edimca:
Genial...


Rafael:
Después venía "soldadura". Nos daban por ahí, un kilo de soldadura eléctrica y una platina, para que usando la careta de protección de los ojos, hiciéramos cordones de soldadura. Eso era todo el ejercicio. Hacer cordones de soldadura, cordones de soldadura...


rafael_olaya_003Edimca:
Y cómo quedaban esos cordones...

Rafael:
Precisamente, esa era la calificación. Si el cordón quedaba seguido y como con olas, era perfecto.


Edimca:

Porque parecía un cordón...pero hecho de hierro

Rafael:

Sí. Pero si quedaba torcido o desprendido o sea por secciones, te daban mala calificación porque el que lo hacía mal, o no tenía una buena cantidad de energía o no tenía suficiente pulso para ir apoyando la varilla de soldadura.


Edimca:
O sea que, atención, ¿esa prueba de fuego para ustedes era definitiva y ahí seguramente les decían si servían para eso o no servían?

 

Rafael:
Sí... Sí, sí, sí, sí...pero es que, uno de ahí, tenía que salir calificado para labores técnicas, entonces si uno lo lograba, con un poco de imaginación podía armar una reja de hierro para hacer la protección de una casa o de una entrada o de una ventana...todo eso.

rafael_olaya_004Edimca:
...Los famosos balcones mediterráneos de hierro forjado que son una belleza...
Y los encuentras mucho en toda América Latina porque eso es un legado de España...

 

Rafael:
Sí, sí, sí...Ahí, en lo del hierro forjado aprendía uno mucho a hacer puntillas o sea... antes, las puntillas se hacían una por una, no era con máquina. Entonces con un alambrito teníamos que hacer la puntilla y hacerle el cabezote como las puntillas que se ven en los portones de nuestras ciudades coloniales como Santa Marta, Cartagena...en esos portales de madera. Esos eran los puntillones que se hacían en forja, uno por uno y para sacar buena nota, uno tenía que producir más de una docena en el día....

Edimca:
..Y perfectos...


Rafael:
Sí, sí. Y ésos se los revisaban a uno y yo creo que ésos los utilizaban después para hacer portones en los pueblos - porque eso no se desbarataba - no había cómo desbaratarlos...son eternos...

Edimca:
Qué bueno que hablemos de todos estos oficios tan importantes para entender un poco mejor todo el proceso que hay detrás de un lindo portón o una linda reja...

Rafael:
Ya de tercero en adelante, uno empezaba a manejar los tornos y las fresadoras; entonces ya era un poco más tecnificado... para las labores mecánicas...


rafael_olaya_005Edimca:
Cuéntanos bien cómo es un torno y una fresadora...

Rafael:
Fresadoras...ya son máquinas muy tecnificadas. Son rueditas que tienen dientecitos...por ejemplo, una plancha que esté irregular, la fresadora lo que hace es dejarla completamente plana...Así se hacían las planchas para ropa antiguamente, las planchas salían así en bruto de fundición pero entonces salían carrasposas, por eso se ponen en una fresadora con la parte de planchar para arriba y la fresadora pasa y la deja pulidita como un espejo...

Edimca:
¡Qué maravilla!...ves, y muchos de nosotros no sabemos cómo se hace una plancha...
Ahí, la verdad, cada cual su mundo y lo que sabe hacer...

Rafael:
Sí, eso en fresadora. Pero el torno es otra máquina con la que se hacían por ejemplo trompitos... de esos para jugar. Había torno de madera que lo aprendíamos a hacer en primero y segundo de bachillerato y torno en metal que ya se hacía después de tercero de bachillerato...
En este colegio técnico, las materias que se veían eran mucho más avanzadas que en los colegios normales. Era bien difícil. El Instituto Tecnológico Santandereano existe todavía y sigue siendo excelente.

Edimca:
¿Cuándo lo fundaron?


Rafael:
Uy, eso lo manejaban los Hermanos Cristianos desde comienzos de la revolución industrial a finales del siglo 19...cuando llegaron los primeros tornitos... ya ahí era una escuela de artes manuales.

rafael_olaya_007Edimca:
Qué bueno que a través de esta entrevista hagamos conocer la existencia en Colombia de este instituto y la labor educativa que ha realizado a través el tiempo...

Rafael:
Sí, es el equivalente de la escuela Don Bosco de los Salesianos en Bogotá...
Así que ahí es que empieza uno a desarrollar las destrezas manuales...Las destrezas manuales son importantísimas porque todavía uno no está en la cuestión del arte sino en la destreza manual.
Cuando me cambio de colegio, después de tercero de bachillerato, encuentro a un compañero que tenía una destreza manual también increíble...ya te hablaré de él.

Edimca:
O sea que te pasas a un colegio laico y no técnico...


Rafael:
Sí. Pero ahí yo ya tenía bien definida mi inclinación por la destreza manual.
Entonces imagínate yo comienzo a llegar de primero a clase para cogerme las tizas más nuevas...Me cogía unas tres tizas y me las llevaba para el pupitre y con cuchillas de afeitar - ya que en esa época no había de las "cuchillas exacto" de hoy - sino que eran las "chic inyector" que eran duras y de un solo filo, me ponía durante las lecciones a raspar las tizas y raspaba y raspaba y hacía figuras - no antropomorfas sino amorfas pero trataba de que me quedaran como las figuras del ajedrez , todas las figuras estilizadísimas a partir de una creación imaginaria de cómo se podría por ejemplo ver un caballo...raspar, y a partir de una tiza que es redonda... ¡y de ahí tenía que salir la figura!


Edimca:
Entonces ya sentías muy fuertemente esa necesidad de crear.

Rafael:
Eso la imaginación volaba...para mí, si la clase del momento era monótona, perdía importancia porque yo estaba déle y déle en mi oficio de raspar y crear.

Edimca:
¿Y no te pillaban?

Rafael:
Pues si me pillaban, el profesor se hacía el loco y me dejaba porque creo que me veían tan en mi arte, tan concentrado en la raspadera y en la sopladera , raspe y sople , raspe y sople la virutita...Podía hacerlo con discreción y sin molestar a nadie.
Había profesores que me habían dado clase en el instituto tecnológico y me conocían y sabían que era buen alumno...
En cuarto de bachillerato con unos amigos que tenían un taller de soldadura mecánica, hicimos un carrito de balineras perfecto, timón, sistema de frenos, todo y competíamos. En quinto lo perfeccionamos con llantas más gruesas y en sexto ya empieza la etapa de la adolescencia y el interés por las chicas y ese trabajo se pierde ahí por un tiempo...
Después comienza una segunda etapa importante de mi vida. Me vengo para Bogotá a estudiar arquitectura y diseño industrial.
En la Javeriana empecé a desarrollarme más artística y manualmente.
Me titulo como arquitecto y salgo a trabajar en la profesión. A los cuatro años, empiezo con una fundición de hierro.

Edimca:
Entonces, ¿dejas la arquitectura definitivamente?

Rafael:
Fue una circunstancia que me lanzó fuera de ese campo. La imposibilidad de hacer carrera en la empresa donde estaba. Poco trabajo y poca libertad creativa.
La fundición, la comencé en la época de Belisario Betancur cuando no dejaba importar absolutamente nada al país. Todo lo tenía que producir el país. Y se me ocurrió empezar a producir sartenes y cazuelas en hierro gris porque en alguna parte oí que eso era lo mejor para cocinar...entonces comenzamos a hacer, por contrato, en la fundición, sartenes, asadores , cazuelas...y yo era mi propia competencia. Y vendía sartenes como pan caliente...


rafael_olaya_008Edimca:
Explícame eso...

Rafael:
A ciertas sartenes les puse nombres italianos y la papelería correspondiente era en italiano y español, otras tenían nombre en francés y español y otras en español pero yo mismo era el productor de todo... así nacieron ferro-sartén, ferro-chef y ferro-sazón...
Y cuando tuve que vender los excedentes de las ventas, los ponía en los almacenes de decoración y regalos y así se vendía y las personas, en especial la señoras de alcurnia, me empezaron a pedir que diseñara modelos únicos en cerámica y con mi experiencia en diseño industrial, comencé a producir piezas en cerámica con talleres contratados a destajo. Pero estas personas eran infieles y vendían "mis modelos únicos" en las ferias artesanales, así que mis clientes me decían, - Rafael, usted es un tipo desleal, nos vende piezas únicas y éstas aparecen el las ferias también...Por eso decidí montar mi propio taller. Allí ya tenía contacto directo con la arcilla y entonces comencé a hacer animales. Una serie de animales africanos, el siervo "cachos de sable", el bongo - que es un búfalo de agua, el búfalo de tierra, el león y la cebra. Cuando llegué a la cebra, pues el animalito en cerámica quedaba muy artesanal para meterle las rallas...Un día llegó un señor de apellido Tausen que tenía un almacén llamado "Town and Country" y vio los animalitos y dijo - ay, tan divinas las yeguas... y entonces en ese momento dejaron de ser cebras para convertirse en yeguas...
Y esas yeguas yo las llamo "el inicio" porque ahí comenzó mi etapa como escultor.
Empecé a producir yegüitas, todas de formas "boterescas", todas "japonesas", orientales, y llegó el momento en que me dijeron, necesitamos caballos formales no tan interpretativos sino ya el caballo, formal, formal, y con la cerámica comencé a hacer mis propios caballos...y ahí apareció un amigo que dijo, yo tengo un amigo que tiene un taller de "fundición de bronce a la cera perdida..." y ahí comencé...


Edimca:
¿Y entonces le compraste el taller?

Rafael:
No. En el taller de bronce a la cera perdida se trabaja de una manera muy curiosa. Cuando yo llevo mis piezas, generalmente trato de llevar diez o quince piezas para fundir en bronce. Entonces llevo las ceras. En ese momento, el taller, que es del señor Rafael Franco, trabaja para mí y yo pago los sueldos y le pago a él los materiales, el a-ce-pe eme y todo y producimos mis piezas...Cuando ya están terminadas, hacemos un alto y hacemos cuentas...cuánto gastó usted y cuánto pagué yo; si hace falta plata por pagar, doy el excedente y si pagué de más entonces me sacan nuevas piezas...

Edimca:
Muy particular, y esa primera etapa como escultor fue de caballos...


Rafael:
Sí. Fueron 27 caballos en diferentes posiciones.
Los caballos era lo primero que se vendía. Era la etapa de los caballistas, de los señores de las esmeraldas, les gustaban muchísimo los caballos y yo tenía muchísima venta...
Después vino la segunda etapa de mi escultura que fue - el desnudo femenino en posiciones cotidianas -y entonces era el erotismo femenino sin herir susceptibilidades. No era un desnudo grosero...los primeros eran un poco rígidos, digamos así, pues aunque tenían movimiento y composición con cojines o con colchones, no tenían la "llantica" que hace el cuerpo femenino normal, no de modelo de pasarela sino el cuerpo de modelo de dibujo a mano alzada donde se ven esas " llanticas" y las arruguitas de la piel en la barriga... o los senos un poquito más escurridos...
Después, viene la tercera etapa... composiciones con elementos ajenos a mi taller como pueden ser sillas en hierro forjado o de alambrón o de lámina "cold roll",( la lámina está hecha en rodillos de seis o siete toneladas y es importado)...entonces empiezo a hacer bustos, naturalmente está incluido el busto femenino, a partir de ahí para arriba, se hacía la figura, un tamaño más grande de lo que estaba trabajando para poder captar expresión facial incluyendo manos y brazos .
Luego, viene el momento de la práctica del desarrollo manual en facciones faciales, en donde se expresan emociones como la ira, el temor , la rabia, "pujando", el esfuerzo...y saco una serie de once cabezas hechas así...después retomo el desnudo femenino.

Edimca:
¿Y en todo ese tiempo hiciste exposiciones?

Rafael:
La etapa de exposiciones comenzó en 1994. La primera fue de los caballos en poses no convencionales en el salón Caracoles del Club del Comercio en Bucaramanga y fue un éxito rotundo. Nunca imaginaron que fuera tal cantidad de gente y de socios a ver la exposición... y fuera de eso, las ventas fueron buenísimas...para un primerizo fue algo estupendo. Tuve un éxito rotundo.


Edimca:
Eso te quería preguntar. Si has vendido bien. Si has podido vivir de tu arte.
Porque es admirable el trabajo de un artista pero muchas veces el arte no se puede vender y el artista no puede vivir de su arte...

Rafael:
En ese momento tuve un éxito rotundo. Como en el proceso de la cera perdida se saca un original, se saca un molde de silicona y a ese molde de silicona se sacan las ceras para hacer la figura a la cera perdida, entonces con esa primera exposición, la venta de figuras me dio para vivir un tiempo y para repetir todas las piezas de los caballos otra vez... y al entregar un certificado de autenticidad se dice - se van a hacer sólo 6 en la vida.
Puede que las otras tres no se hagan nunca. Esas tres que quedan - más adelante, herencia para mi hija...pueda ser producir las otras tres.

Edimca:
Esto quiere decir que las personas que compran las esculturas saben que no vas a producir más de 6. No es una producción en masa. Entonces, en el mundo de la escultura, sobre todo las esculturas que tú haces, ¿cuántas haces? ¿cada escultor define el número de esculturas de un molde o hay reglas del juego?

Rafael:
No, no. En Estados Unidos por ejemplo, son 200-500 piezas y numeradas y no pasa nada...Aquí en Colombia hasta la pieza número 11 se llama original numerado. De la 12 en adelante se llama pieza múltiple.

Edimca;
O sea que el valor de la pieza también difiere

Rafael:
Difiere muchísimo, muchísimo. Ahora, uno quiere números cabalísticos. Mi número cabalístico es el 3 ó los múltiplos de tres y entonces yo voy a hacer hasta 9 en las piezas que yo vea que son muy comerciales y en las piezas que son muy difíciles hago 3...

Edimca:
En numerología el numero 3 significa la perfección. Tienes un número bastante mágico...

Rafael:
Pero es que lo gracioso de todo eso es que en las piezas donde se ha cumplido ya el haber hecho 3, el molde silicona se lleva a la fundición y se echa al crisol para dar buena suerte para esa pieza número 3 que va a salir...

Edimca:
El procedimiento es un ritual también...y sabes que eso funciona.

Rafael:
Sí.

Edimca:
Bueno, tu primera exposición en Bucaramanga fue un éxito. Se vendió todo y pudiste gozar de ese éxito también desde el punto de vista monetario. Y después, ¿qué exposición hiciste?

Rafael:
Uy, se han hecho muchas... desde el año de 1994, como mínimo se ha hecho una anual...como mínimo. Pero curiosamente el año pasado, el 2009, curiosamente terminado en nueve, se hicieron 5 exposiciones. De las 5 exposiciones, obtuve en el evento de pintores y escultores "El Rotario del Arte", el primer premio. Es del club de los Rotarios de la zona norte. Estos, para sus eventos sociales y altruistas, hacen una convocatoria artística - pintores y escultores. Dan tres premios a cada línea.
La exposición se hizo en el hall al aire libre del World Trade Center de la calle 100 en Bogotá. Es un lugar de acogida de empleados y público en general.
Luego una exposición colectiva en el club de Banqueros del norte, en Bogotá. Ahí tenía la exposición de desnudos y paralelamente en el club de Empresarios del centro tenía la exposición de caballos...

Edimca:
El 2009 fue un año rico de posibilidades para ti...


Rafael:
Sin duda. Pero no sólo de ese tipo de posibilidades sino que también fui escogido como uno de los cuatro escultores que íbamos a representar al Distrito Capital en el aniversario de la muerte de Bolívar , el 17 de diciembre de 2009 , en el Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo anexo a la Quinta de San Pedro Alejandrino.
Entre los cuatro escultores escogidos, salió favorecida mi obra como principal, para
recibir a todos los visitantes al evento.
Ornaba la entrada una de mis 4 obras - una que se llama "Al viento"- que es una
Mujer sacudiéndose la cabeza y dejando que el pelo se quede atrás...estaba también el de la baranda - una mujer apoyada en una baranda, y otra que se llama brisa y playa - que es una mujer asoleándose y sosteniéndose el sombrero para que no se lo lleve el viento...
El último evento del 2009, fue en Bucaramanga en la galería Casa del Libro Total. Es una casa muy antigua que fue remodelada para tener dos salas muy grandes de exposición de arte, unos corredores para recorrido artístico, una plazoleta para tertulias literarias, música y danza y también hay una oficina para pago de impuestos...O sea es un concepto nuevo de tener el arte al alcance del ciudadano común, es una manera de educar y de sensibilizar a la gente.
Lo curioso de esto es que todo también lleva una parte informática pues cuando uno está viendo las obras y ve que el artista es Por ejemplo, Rafael Olaya, entonces tú puedes ir a un computador que está ahí y buscar toda la información sobre el artista y su obra.
Otra exposición que me viene a la mente cuando tenía los caballos, fue en el Club de Polo de los pinos...Como ves son exposiciones realizadas casi todas, no en galería formal sino en sitios sociales...muchas en los clubes , en el de Ecopetrol, en el Karmel club para la colonia judía, eso manejado por diferentes dealers...


Edimca:
Es decir, tu arte tiene una salida comercial y tú has encontrado tu equilibrio...


Rafael:
Sí. Lo mío no es nada conceptual. Es un arte figurativo tal cual es en la naturaleza y casi siempre se expone más en sitios sociales que comerciales como las galerías. Sin embargo en la galería Pluma, hice una muy buena exposición para los maestros masones...esta galería tiene mucho contacto con otras galerías y es la que me avala y avala el precio ante el comercio. Claro el precio se basa en la oferta y la demanda...


Edimca:
¿Entonces, el precio lo decide el público?


Rafael:
Sí. El público y generalmente el dealer que maneja ese público. Por decirte algo el dealer, previamente a la exposición, me pregunta cuánto creo yo que pueden valer las piezas que se van a exponer; yo le digo lo que me costó hacerlas, meses de trabajo, mano de obra, materiales, taller, empleados... Ese es el precio de taller. El precio al público tiene que ser mayor porque el club donde se expone, se queda con el 30% de la venta y el dealer otros 20% ó 30%...así que la pieza va costar comercialmente el doble del precio de taller...por ejemplo una pieza de 3 millones costará seis en venta y si hay oferta, vienen las rebajas en las que todos tenemos que rebajar, el dealer, el club y el artista. Pero el 50% por ciento se queda siempre en la comercialización y eso es lo que lo hace tan costoso y eso es lo que le da un desequilibrio al arte porque resulta que uno como pintor, puede hacer el descuento que quiera...
Los escultores no podemos bajar los precios porque tenemos que cubrir los gastos de empleados, taller, materiales, etc.

Edimca:
¿Existe un gremio de coleccionistas que siempre vayan detrás de las esculturas?

Rafael:
Seguramente, pero yo no lo tengo...Pero un punto de venta para este tipo de cliente son los almacenes de arte y decoración. Uno lleva sus piezas en consignación, se les dice el precio y ellos le ponen un sobre costo y a veces piden demasiado y como no tienen el riesgo de tener que recapitalizarse porque las piezas son en consignación, entonces hay piezas que se quedan allí seis meses, un año. Nosotros tenemos que estar pendientes - cambiando la figura o retirándola definitivamente...

Edimca:
Es un mundo fascinante pero muy difícil para el escultor que no puede decir: "tengo un ingreso seguro..."

Rafael:
Así es. Pero dijiste una palabra mágica que quiero rescatar: "Fascinante".
Lo que es fascinante de esta tarea mía es ir a donde está ese conjunto de personas, en el taller - con las que nos unimos y ahí f l o r e c e el arte. Todo el mundo habla bien, critica constructivamente, no se ven palabras malintencionadas... definitivamente la energía creadora es colectiva y resuena en cada uno de nosotros en total armonía...

Edimca:
Esto que me acabas de decir es lo más importante de toda esta entrevista...
Y, volviendo al tema de los espacios públicos nacionales, ¿se puede decir que el Ministerio de la Cultura en Colombia está mejorando y haciendo mucho por ustedes los artistas?

Rafael:
Sí, pero no por los escultores...porque en nuestro campo el escultor tiene que tener recursos para poder producir las obras. Un pintor, no requiere sino el lienzo, el caballete y las pinturas y pinceles y déle y salga lo que salga puede producir o uno diario o por horas y por cantidades y no como un escultor que requiere mucho más tiempo - uno, es la elaboración en sí de la pieza, que en mi caso, se hace en arcilla; la arcilla, en un principio, se le tomaba de una vez molde estando cruda y ese original se perdía y de una vez lo pasaba a cera para sacar las figuras en bronce a la cera perdida...en este momento del 2009-2010 estoy produciendo las figuras, pero en vez de dejarlas en crudo, las quemamos en un horno de cerámica entonces la figura coge dureza y pierde el riesgo de que se rompa fácilmente y se sacrifique un mes de trabajo...

Edimca:
Es decir, la pasión del artista que es escultor es muy costosa.

Rafael:
Sí, es muy costosa. Y por eso las obras tienen un precio que a veces la gente no entiende el porqué de ese precio alto. Ese precio comprende también los talleres, los hornos, etc.

Rafael:
En el caso mío...7 empleados...son dos horneros, el que hace la cera, el que trabaja en los moldes, el que pule, el que suelda y el que echa pátina...

Edimca:
Tú elaboras tu arte en la arcilla.

Rafael:
Sí. En la arcilla y le tomo molde y le saco la cera y de ahí entrego la pieza para que os demás la elaboren en bronce.

Edimca:

Interesante esto. Como tú, personas con tu trayectoria, aquí en Colombia tienes contacto con escultores como tú o esta profesión es de individualistas....

Rafael:
No, no, no...Aquí los escultores somos muy celosos de la forma de producir nuestras
Piezas, aunque todos vayamos a un mismo taller de producción...

Edimca:
Bueno, si yo te nombro a las escultoras colombianas Nelly Becerra de Sarmiento, a Lorenza Binkele, ¿te dicen algo? Nómbrame tú algunos nombres de escultores que te gusten, que te hayan inspirado...


Rafael:
Claro que sí.
Los escultores hacemos un tipo de trabajo que hasta cierto punto no es disciplinado y por eso nos tenemos que poner unas metas. En mi caso, voy a un taller de cerámica de un amigo - Eugenio Rocha - que a la vez es mi consejero y al cual admiro y aprecio mucho y que también es mi profesor aunque somos como de la misma edad, él tiene ahí mismo su academia y le enseña a señoras que van a entretenerse...mientras que una señora hace una pieza de cerámica y se demora dos o tres meses en la elaboración de la misma, con la ayuda del profesor y la termina con pinturas de vinilos, yo por el contrario voy únicamente a trabajar en mi obra...Yo pago mi puesto para trabajar y mi puesto no me lo quitan y yo voy y me siento y tomo tinto y trabajo y trabajo y trabajo ahí y consulto.
Eugenio Rocha es un personaje que ha sido importante en mi vida de escultor...porque me ha dado un espacio que me ha permitido encontrar un ritmo de trabajo y una disciplina. Yo voy religiosamente a su taller a trabajar en mi obra para concentrarme de verdad, todos los martes mañana y tarde, miércoles en la mañana, jueves en la mañana y viernes todo el día.

Edimca:
Entonces la obra de arte, además de la pasión y el talento, es sobre todo un resultado de la disciplina y la tenacidad del artista...

Rafael:
Sí. Y, en mi caso, también de un entusiasmo por tener contacto social. Porque como allí van señoras y en el taller sólo somos tres hombres que vamos a trabajar en lo nuestro.


Edimca:
O sea que ustedes son los consentidos de las señoras...

Rafael:
Más o menos...pero nosotros estamos allí para trabajar en lo nuestro...uno de los amigos sólo hace figuras bailando tango, el otro señor sólo hace figuras de frutas y ahora está ensayando figuras como el hipopótamo... este señor puede durar perfectamente dos-tres meses haciéndole solamente la cabeza al hipopótamo...llega a la perfección absoluta...pero paralelamente a nuestro trabajo que se hace hasta que sintamos que nuestra obra ya está terminada , estamos en un ambiente social...por ejemplo, ah, que el viernes pasado celebramos el día de la madre...fue un evento social en donde se compartió una torta , unos pasa-bocas... hay espacios o pausas de contacto social... A ciertas señoras, se les vuelve su actividad, un trabajo como cualquier otro. Se toman mucho tiempo para terminar sus obras; una duró seis años para terminar un hermoso pesebre...las señoras sólo van los viernes al taller...La diferencia entre ellas y nosotros los señores que vamos a trabajar al taller es el punto de creatividad. Por ejemplo, lo que yo hago, sale de mi cabeza, yo me lo imagino y me pongo el reto de plasmarlo en la escultura...y hago mi figura...lo último que acabo de hacer es un hombre saliendo de una alcantarilla, solamente los músculos de la espalda que están brotados, los omoplatos y la cara, por el esfuerzo...

Edimca:
Rafael, hemos tocado muchos temas pero para terminar esta agradable charla, quiero volver a las emociones que sientes al hacer tu trabajo...la fascinación del compartir el trabajo en el taller donde fluye la inspiración a través del grupo...háblame más de las emociones que sientes durante tu trabajo...


Rafael:
Los día que voy al taller, vibro de emoción de saber que voy a ir a trabajar...ya llevo pensado que tengo que llegar a arreglarle los ojos a la figura que estoy haciendo o trabajarle un poco más a los dedos de las manos...los ojos y los dedos de las manos y las caritas de las figuras, entre más pequeñas, más complicadas son y entonces si la figura es pequeña, uno gasta tiempo y entonces vivo otra emoción un poco difícil, la impaciencia que nace porque sé que estoy pagando por un tiempo y es cuando me digo, esta obra la tengo que sacar en dos semanas... es ahí que vienen los consejos del maestro Eugenio Rocha, que te anima y te dice : "sin paciencia no lo vas a lograr la perfección..." Eugenio, como un mago bueno, me recuerda con sus palabras que en este campo, el tiempo nos siempre oro, es también arte...como pensaban los antiguos Mayas...

Edimca:
Entonces, ¿tu tiempo es oro o es arte?

Rafael:
A pesar de que tenemos que sobrevivir, yo diría que mi tiempo es arte porque lo disfruto profundamente.


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