'La sal de los días', el último libro de Adriana Azucena Rodríguez

sal dias 250La sal de los días
Adriana Azucena Rodríguez
Minificciones
Ficción-express
2017

 

Sin dudas la minificción ha pegado de manera muy particular en América Latina. Es un género que no deja de crecer y que está muy acorde a los tiempos que vivimos. No dejan de surgir antologías especializadas sobre el tema, libros individuales e incluso ya hay editoriales que lentamente se están orientando a apoyar este género incipiente y que gana adeptos cada día. Una de las autoras que más se destaca en esta especialidad es Adriana Azucena Rodríguez. Ella tiene una sólida carrera literaria y académica y, con La sal de los días, su nuevo libro, no hace más que afirmarse como una de las escritoras fundamentales del género.

La idea del libro es presentar trescientos sesenta y seis minificciones a lo largo del año. Sí, la cuenta nos da la lectura de un texto al día a lo largo de un año bisiesto. Muchas veces coincidiendo con el santoral, con algún recordatorio histórico o tan solo con la celebración o reconocimiento del día internacional de algo. Se sabe que la precisión gramatical en la minificción debe ser muy exacta en los valores y medidas de las palabras, y Rodríguez encaja muy bien los sentidos de cada vocablo sin perder un ápice de ironía en cada uno de sus escritos. Pero ella va más allá de esa ironía y usa recursos como el humor negro, el sarcasmo, el erotismo y la reflexión para acercarse a temas que exigen ser tratados como tal.

          Ya no sueño contigo. Ahí está mi insomnio de testigo. (Rodríguez, 2017, 52)

sal dias 400Como vemos la limitación de palabras no impide la profundidad del texto. Rodríguez usa una contradicción de sentidos para demostrar una multiplicidad de sentimientos encontrados. La negación y la afirmación van de la mano para coincidir en un vasto muestrario de confusión sentimental: amor-odio, presencia-olvido, superación-necesidad.

Rodríguez tampoco se olvida en su calendario literario de recordar muchos escritores que, como ella ha dicho, admira o han influido en su propia literatura. Veremos textos dedicados a Rulfo, Lewis Carroll, José Emilio Pacheco, Rodolfo Walsh, Horacio Quiroga y muchos otros. Entre los santos que según el santoral se prestan al día del texto, ella los acomoda al contexto del momento, trayendo al lector una reflexión religiosa, sin menguar en la acidez, ni en la tergiversión de la historia, a veces como llamado a comunión, y en otros a la crítica de los pecados de la iglesia.

          Yo me llevé los libros, él se guardó las palabras. Y yo no sé leer el silencio. (Rodríguez, 2017, 39)

Los textos de Rodríguez, como lo expresa el ejemplo expuesto, tienen una carga descriptiva muy fuerte. Abarcan pequeños mundos personales, pero que indefectiblemente afectan el todo. Las omisiones son más fuertes que las palabras presentadas y el lector llega a un acuerdo emocional con el texto.

El hecho que este tipo de género crezca, es en parte no solo por los tiempos que corren, lectores de momentos cortos y pantallas pequeñas, sino también, por la increíble calidad que presentan. Libros como La sal de los días, brindan un fácil acceso a la lectura, pero también a un nivel literario más elevado. La salud de la minificción en América Latina goza de un muy buen momento para expandirse dentro del mundo editorial. El lector contemporáneo encontrará en libros como La sal de los días los elementos necesarios para satisfacer sus dosis de buena lectura. En definitiva, un libro que convence y que llena. Un buen libro.

 

fernando olszanski 350Fernando Olszanski nació en Buenos Aires, Argentina. Ha vivido alternativamente en Escocia, Ecuador, Japón y actualmente reside en Chicago, Estados Unidos. Considera que el viaje no ha terminado y mira constantemente hacia África. Es autor de la novela Rezos de marihuana, el poemario Parte del polvo, ambos publicados en Ediciones del Dock, Argentina (2001), el libro de cuentos El orden natural de las cosas, que fue galardonado con el segundo premio del International Latino Book Award en el 2011 en la categoría Best Popular Fiction. Es también coeditor de la antología América Nuestra, antología de narradores en los Estados Unidos (LinkguaUSA 2011) y de la antología Trasfondos, Antología de narrativa en español en el mediooeste norteamericano (Ars Communis Editorial, 2015). Esta última galardonada con el International Latino Book Award 2015 en la categoría Best Multi Author Book. Como artista visual, enfocándose en la fotografía y cortometrajes, ha participado en festivales de cine y muestras fotográficas en Estados Unidos, Argentina y Japón. Es Director Editorial de la revista Consenso de la Northeastern Illinois University. Su último libro de relatos se titula Rojo sobre blanco y otros relatos, publicado por Ars Communis Editorial.

Reseña sobre La sal de la vida enviada a Aurora Boreal® por Fernando Olszanski. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Fernando Olszanski. Foto Fernando Olszanski © Fernando Olszanski.

 

 

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