Antología de narradores colombianos en Europa

23 narradores colombianso 25023 Narradores colombianos en Europa
Literatura colombiana de la diáspora en Europa
Antología de Eduardo Márceles Daconte
Collage Editores
2018

 

Literatura de la diáspora
23 narradores colombianos en Europa

En Colombia existe un tipo de amnesia que consiste en desconocer o ignorar nuestros valores artísticos alrededor del mundo. No es un secreto para nadie que muchos escritores, artistas visuales, músicos, innovadores del teatro o la danza, tengan que abandonar el país que les niega un reconocimiento digno, para buscar mejores horizontes en lejanas tierras donde son apoyados, remunerados, elogiados y muchas veces galardonados con premios, becas y distinciones que nunca alcanzarían en un país con una política cultural mezquina y excluyente que desdeña la producción de sus artistas tratándolos como La Cenicienta de la fábula. Para beneficio de nuestro patrimonio cultural, es necesario reconocer los sacrificios de sus escritores y artistas en todas las disciplinas por sostener su creatividad en condiciones muchas veces adversas y solitarias.

Para demostrar que ninguna entidad oficial se interesa por la obra de nuestros escritores allende las fronteras nacionales, basta con señalar estas antologías de narradores colombianos, tanto de Estados Unidos como de Europa, que rescatan para la historia de un modo compacto y asequible esta selección de textos narrativos que en sus países adoptivos conquistan los apoyos del estado o la empresa privada. De ahí la necesidad de esta iniciativa para divulgar en Colombia y el mundo la producción literaria de los más representativos y connotados autores que, por diversas razones, entre ellas las enumeradas arriba, un día decidieron expatriarse aunque algunos de ellos, después de décadas de vivir como inmigrantes, hayan decidido volver al terruño con la carga de sus vivencias en aquellos lugares donde lograron con esfuerzo y dedicación concretar su obra narrativa o poética.

La mayoría de los escritores antologados residen en España, Francia, Alemania y Suiza, pero también aunque más escasos, en Portugal, Dinamarca o Italia. La lectura de cuentos y fragmentos de novela en esta antología revelan ciertas características que se pueden resumir como los intereses dominantes entre autores que han vivido la experiencia migratoria en culturas y sociedades diferentes, pero que han logrado integrarse como nacionales de esos países donde incluso, algunos de ellos, se han naturalizado para convivir en igualdad de condiciones con los ciudadanos nativos. Era de esperarse que muchos de ellos hayan escogido residir en España, en especial Madrid y Barcelona, ciudades de intensa vida cultural y económica donde el expatriado colombiano se siente a gusto por identificarse con su cultura, el idioma y ciertas costumbres compartidas, pero también en ciudades con inzanjables diferencias idiomáticas y culturales como Copenhague o Zúrich.

Los textos narrativos examinan diversos aspectos del inmigrante colombiano, sus vicisitudes y algunas particularidades de tal experiencia. Encontramos por ejemplo que desde la distancia se define nuestra idiosincrasia cuando un personaje se defiende de los estereotipos y aborda fenómenos sociales como la violencia doméstica, la nostalgia del exilio −sea económico o político−, asimilando las palabras y expresiones del idioma vernáculo para recrear situaciones que agobian al inmigrante como la soledad en medio de multitudes, y así, con retrocesos en el tiempo, vuelven los recuerdos del país lejano con su violencia, corrupción y despojos a las víctimas, pero también los personajes excéntricos cuya existencia merece contarse por la originalidad de sus atributos.

Es el caso de un campesino rudo y ambicioso que incursiona en la poesía hasta alcanzar cierto éxito que trastorna su personalidad hasta llegar a la soberbia que arruina su vida. Se narra la historia de un escritor, nieto bastardo de un terrateniente, que aspira a las mieles del éxito pero su camino se enreda por las mismas características que agobian a muchos poetas y narradores que conviven en el país, como son la envidia, la venganza o el chisme perverso, alternados con reflexiones filosóficas sobre el destino que le espera a quienes se destacan en su vocación artística. Estos mismos compatriotas también se empeñan en menospreciar a sus colegas destruyendo reputaciones ganadas con el trabajo y la voluntad de quienes se dedican a esas disciplinas.

Algunos textos ostentan un tono poético que alude a la crisis de la familia nuclear con reminiscencias de las costumbres y hábitos cotidianos de pueblos perdidos entre las sinuosas grietas de las cordilleras andinas donde los diálogos, los argumentos literarios y las discusiones metafísicas cobran vida para retratar cómo, en la inmensidad de la geografía colombiana, se cocinan las mismas ilusiones y fracasos con el trasfondo del amor y la violencia rural que ha sufrido el país, tema ineludible en cualquier argumento que se ubique en algún lugar perdido de nuestra inmensa geografía tropical.

23 narradores colombianos 350Si bien algunos escritores sitúan a sus personajes en el lugar que más recuerdan de su terruño, también los hay que prefieren ubicarlos en su ciudad adoptiva. Uno de estos textos narrativos nos hace un recorrido por el París de antaño cuando la vida era más fácil, la época cuando se transformaba la ciudad que renacía de los escombros de viejas construcciones como el famoso mercado de Les Halles, lugar de encuentro para el desayuno de bohemios trasnochados. En esos recorridos por sitios emblemáticos de la ciudad, se teje una historia de amor y lujuria, escenario ideal para el encuentro de una mulata caribeña y un periodista andino, enmarcada por los fenómenos de nuestra época como el tráfico de drogas, la infidelidad, la prostitución, la sospecha o la delincuencia, pero también el humor que se desprende de situaciones en cuya ambigüedad reconocemos nuestras propias frustraciones.

En el mundo convulsionado del presente, donde la fragilidad de las relaciones interpersonales es una de las características de la posmodernidad, encontramos los experimentos narrativos que, a menos que se conozcan sus antecedentes, pueden resultar herméticos pero que son en realidad los momentos efímeros e íntimos de la vida doméstica que dejan un sabor agridulce o un estremecimiento nostálgico, narrado con frases que remiten a los diálogos repetidos de Ernest Hemingway. Una de las características de los relatos escritos por inmigrantes es la nostalgia, ese sentimiento entre triste y melancólico (más conocido como morriña para los portugueses) cuando evocamos la familia y los amigos lejanos: ¿qué sería de ellos… dónde están ahora? Algún acontecimiento casual desencadena los recuerdos como en el relato autobiográfico sobre aquella amiga adolescente en Bogotá que era motivo de admiración y cariño. Un día, de manera imprevista, el autor se entera, por el encuentro con un viejo amigo, de su muerte debida a un accidente cardiovascular, entonces celebra con imágenes poéticas la breve vida de la mujer que un día mereció su amistad y simpatía.

En algunos textos es fácil reconocer el lugar que se describe, se mencionan calles, plazas, personajes o datos históricos, mientras que en otros relatos no existe ningún referente geográfico o social. Ciertos argumentos se rebelan contra la narrativa lineal para proponer en su lugar un monólogo que a veces llega a la diatriba contra la burguesía complaciente y los políticos corruptos, con referencias al país de origen, También se pueden señalar vistas cromatizadas por el recuerdo o colores que asumen la personalidad del paisaje, es decir el autor pinta con palabras los hilos de su argumento. Algunos autores abordan su historia en un contexto onírico, de sueño o pesadilla, en una prosa poética autorreferencial cuando el autor se toma a sí mismo como punto de partida para narrar sus experiencias vividas, imaginadas o fantásticas, aunque estos escritores en Europa se cuidan mucho de cualquier referencia, imágenes o metáforas relacionadas con el pegajoso, hipnótico e influyente discurso narrativo de Gabriel García Márquez, mejor conocido como realismo mágico.

Un texto que se ubica a medio camino entre la crónica autobiográfica y el ensayo testimonial narra las peripecias del autor desde su juventud como militante de la izquierda revolucionaria, sus campañas subversivas, pasando por la gradual desilusión hasta desembocar en el peligro y la necesidad del exilio. De igual modo, tropezamos con la historia del hombre que, para hacerse el importante, simula ser un capo de la mafia narcotraficante y con su amante, que es a su vez una simuladora de la nobleza europea, protagonizan una fuga que conduce de manera ineludible a la tragedia. Los conflictos y aventuras de un escritor con su pareja en suelo español es el argumento de este recorrido por la memoria de un donjuán que, como un experimentado torero, esquiva los peligrosos lances de sus conquistas amorosas contadas con soltura, cierto humor irónico y la exquisita prosa de un narrador experimentado.

Las reminiscencias de una visita a la ciudad de Brujas (Bélgica) es la materia prima de este cuento narrado con un lenguaje coloquial que nos conduce por los laberintos de la historia del arte, en especial de la Edad Media y el Renacimiento, con sus enigmas escondidos en legendarias obras maestras. El hijo del protagonista, sin embargo, se encuentra inmerso en el conflicto familiar de un padre destituido del cuerpo diplomático en París por su pasada vinculación con los paramilitares que cometieron atroces masacres y despojos en el país.

Transformar la sencilla anécdota del hombre que necesita hacer una llamada por celular a una historia de amor es el argumento de un bello cuento que incursiona en el surrealismo poético para describir una cura milagrosa. El argumento verosímil impulsa a creer en las bendiciones del amor, una pasión que vivifica, fortalece y se transforma en la fábula de un ángel disfrazado de mujer que, en el momento más inesperado, surge para curar la enfermedad del protagonista. Uno de los textos enfoca una situación familiar a través de los diálogos entre madre e hijo para describir las peripecias de un joven que, en busca de un empleo, se sorprende de encontrar que ha resucitado una vieja deuda en el momento más inesperado con su secuela de frustración y angustia existencial.


La visita de un poeta peruano a Londres es la ocasión para recordar el viejo romance del escritor con una mujer alemana, encuentro que suscita los más seductores diálogos entre amigos y amantes, circunstancia que enfatiza la distancia que puede haber entre culturas disímiles. La experiencia de vivir en Alemania durante el proceso de la reunificación de esos dos territorios divididos entre oriente y occidente por un muro inexpugnable y líneas ideológicas irreconciliables, se desarrolla en un bar de esa frontera cuando aún persisten los prejuicios raciales y los conflictos políticos que suscitan los enfrentamientos e impiden la integración social que se esperaba de esta reunificación que, en este caso, termina en tragedia.

No puede faltar aquí un personaje raro, excéntrico, que se desplaza en un mundo complejo con ingredientes políticos y psicológicos que desembarca en un lejano puerto del litoral Pacífico colombiano donde es testigo de situaciones insólitas que podrían costarle la vida. Allí descubre arraigadas injusticias sociales que generan la protesta y, de manera paralela, los peligros del contrabando que son las causas de la violencia generalizada en la región. Una joven escritora nos sorprende con una selección de cuentos que recuerdan cierto surrealismo inclinándose más hacia La Metamorfosis de Franz Kafka que a Cien años de soledad de García Márquez. En uno de ellos, el personaje muere de amor por su propia sombra, no obstante visitar al siquiatra y estar convencido de su locura, insiste en seducirla para tener una vida feliz pero fracasa en el intento. Un día una mujer va a alimentar a los pollos cuando de repente descubre que se ha transformado en una gallina grande y gorda, su familia se cansa de buscarla hasta que se resignan a su desaparición, pero al llegar la Navidad miran a la gallina más apetitosa del gallinero para preparar su cena. La mujer-gallina se desgañita gritando pero solo alcanza cacarear. Como en el cuento de "El comprador de minutos", en uno de sus textos la casualidad conspira con el destino para que nazca una historia de amor entre un potencial comprador de aves y la dueña de una exótica cacatúa. En estos cuentos sorprende que, a diferencia de los relatos convencionales, la escritora soslaye un final feliz para tendernos una inquietante sorpresa.

También encontramos aquí la historia que cuenta un médico sobre los procedimientos para curar a un enfermo terminal de cáncer que juega su vida como si estuviera compitiendo con el destino a través de una partida de ajedrez. No obstante todos los esfuerzos médicos, el diagnóstico es pesimista hasta que sucede el milagro de la resurrección o sea la voluntad suprema del ser humano por sobrevivir donde han sido inútiles los progresos de la ciencia médica. Leemos la historia de una pareja que vive encerrada en un cuarto donde se perciben los ruidos y sucesos de la calle que les causa un temor inexplicable. Se crea una atmósfera de inquietud o miedo por un peligro desconocido que acecha a los inquilinos. La realidad de hombres encapuchados que penetran de manera violenta en su casa como premonición de los hechos trágicos que van a suceder. Una metáfora de la cruda realidad o creciente zozobra que viven en ciertos territorios los campesinos colombianos, uno termina preguntándose, ¿quiénes son esos personajes enigmáticos que viven en la clandestinidad, son acaso subversivos o desplazados de la violencia política que sufre el país?

Un hálito poético impregna el cuento que propone soñar al ser amado como en el cuento de Jorge Luis Borges donde el personaje existe mientras lo están soñando. Un encuentro intemporal con una estructura experimental como fruto de la reflexión sobre la improbabilidad de la existencia. En un cuento de nuestra cotidianidad noticiosa, encontramos al piloto de un avión accidentado en la selva profunda que, cuando despierta de sus heridas, encuentra que está siendo auxiliado por los miembros de una comunidad indígena. Los extraños personajes lo miran curiosos mientras intentan comunicarse por señas hasta que entiende que sobrevivió en la cañada donde fue encontrado, sufre de pesadillas en las que los muertos resucitan de sus tumbas preguntando por la familia y los amigos. En su bohío, mientras se repone de los quebrantos de salud, conoce a una mujer aborigen que, como en las aventuras de Ulises para regresar a su querida isla de Ítaca, endulza sus días hasta su partida dejando el retoño de su recuperación en aquella tribu perdida en la jungla. Una pareja de jóvenes se dispone a matar a un perro que los tortura con sus ladridos incesantes, el sencillo relato esconde una inquietud moral sobre la decisión de matar a un ser indefenso que sufre las inclemencias de su cautiverio. En medio de las dudas y la incertidumbre, surge el miedo de ser sorprendidos y castigados, y más aún la indecisión de ejercer su libre albedrío contra un perro desamparado, ¿se animarán a ejecutar su sangrienta misión o dejarán vivir al animal no obstante sus ladridos…?

Esta antología es un filón de auténticas y maravillosas historias que se desgajan como una cornucopia de la abundancia allende nuestras fronteras. Algunas son metáforas de nuestra realidad social, consecuencias políticas y económicas del estado de indefensión y miseria que viven muchas comunidades colombianas. En otras, es la introspección filosófica que denuncia nuestra impotencia para solucionar estas iniquidades o sortear los obstáculos que se presentan en la vida cotidiana, en algunas ocasiones se presentan como retos que vence la perseverancia, la suerte o la casualidad.

Después de leer los textos que componen este volumen con escritores tan significativos como Anabel Torres, Dasso Saldívar, Eduardo García Aguilar, Ernesto Mächler Tobar, Consuelo Triviño Anzola, Fabio Rodríguez Amaya, Freddy Téllez, Gabriel Uribe Carreño, Lauren Mendinueta, Guillermo Camacho, Héctor Sánchez, Juan Fernando Merino, Renata Durán, Julio Olaciregui, Luis Aguilera Cabra, Manuel Giraldo Magil, Marisol Rozo, Luis Fayad, Mario Salazar Montero, Orlando Mejía Rivera, Pablo Montoya, Ricardo Cano Gaviria y Ramona de Jesús, no cabe duda de que Colombia es una potencia literaria con un impresionante número de escritores que viven y trabajan no solo en su país natal, sino que también los encontramos en el resto del mundo como hemos demostrado en las antologías de Europa y Estados Unidos. Estos dos volúmenes son un compendio de nuestro patrimonio literario al que en definitiva debemos prestar más atención si queremos conocer la verdadera personalidad cultural de Colombia.

 

Material enviado a Aurora Boreal® por Eduardo Márceles Daconte. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Eduardo Márceles Daconte. Carátula del libro © cortesía Collage Editores.

 

 

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