'Lezama Lima o el azar concurrente'

portada_sariol_001José Prats Sariol
Lezama Lima o el azar concurrente
Confluencias, España, 2010,
529 páginas
ISBN: 849383459-9

El curso délfico impartido por José Lezama Lima en su Ágora de Trocadero 162 y la presencia de uno de sus discípulos, José Prats Sariol,  no ha sido la causa pero si el azar que ha dado nacimiento a este libro de ensayos: Lezama Lima o el azar concurrente. La relación maestro-discípulo a través de la enseñanza mayéutica socrática  ha creado  al autor de estas páginas, es decir, al iniciado en una disciplina, que revela las claves del sistema poético de su maestro. Por eso, más que una apología de  la obra lezamiana,  este libro  denota la devoción  de un alumno por salvarnos de los equívocos interpretativos  que atentan con  desvirtuar la vida y obra de su maestro; acaso  para confirmar las palabras del padre Varela: "La mayor gloria de un maestro es hablar por boca de sus alumnos". De ahí que una de las virtudes de estos ensayos sea precisamente la del rigor del exégeta que descifra  códigos y signos, pero con la salvedad de que se trata de alguien que ha sido cómplice de un misterio y que ahora acude por puro albedrio a la misión de revelarlo.

El curso délfico sirve de axis demostrativo en el transcurso de estas páginas. Prats Sariol  regresa constantemente a este regazo  referencial, pues marca su punto de encuentro con la figura y  la obra de José Lezama Lima.  En este primer ensayo, dedicado al curso délfico, encontramos  la base sobre la cual el autor propone una lectura de la obra de Lezama a partir de una hermenéutica  aplicada en su  enseñanza: la obertura palatal, el horno transmutativo y la galería aporética, tal como lo consigna en el prólogo: Ellos determinan el titulo, porque el azar concurrente es un misterio de los sentidos y a la vez una analogía que se hornea, un oráculo de la pitonisa en Delfos y una causalidad contradictoria, desconocida, como explico en el ensayo que sirve de umbral.

Joaquín Gálvez (Cuba, 1965). Poeta, escritor y periodista. Se licenció en Humanidades en la Universidad Barry y obtuvo una Maestría en Bibliotecología y Ciencias de la Información en la Universidad del Sur de la Florida. Cursó estudios de postgrado en Literatura Hispanoamericana en la Universidad Internacional de la Florida. Ha publicado los poemarios: Alguien canta en la resaca (Término Editorial, Cincinnati, 2000), El viaje de los elegidos (Betania, Madrid, 2005) y Trilogía del paria (Editorial Silueta, Miami, 2007). Por otro lado, textos suyos aparecen recogidos en numerosas antologías y publicaciones en Estados Unidos, Europa y América Latina. Reside en los Estados Unidos desde 1989. joaquin_galves_001Prats Sariol da constancia del asiduo lector que fue Lezama Lima de la obra de Frederick Nietzsche, con el que discrepa en su concepto de lo dionisiaco, pues el prusiano lo considera una creación trágica del orfismo. De este reparo  se infiere una  de las razones  que motivaron a Lezama a concebir su sistema poético y, por tanto, la necesidad de impartir el curso délfico. El autor de Paradiso halla en lo apolíneo del ritual órfico un elemento  compatible con su catolicismo en el ejercicio de la preparación terrenal para una vida más alta. De esta heterodoxia, que no está reñida con  su esencia católica, el escritor cubano justifica, en Paradiso, la triada Cemi-Licario-Fronesis, es decir, la búsqueda del conocimiento (José Cemi), la enseñanza de su infinito causalismo por medio del Eros cognoscente (Oppiano Licario) y la unión con la eticidad (Fronesis).  Por otra parte, la analogía entre el culto apolíneo y los libros del curso délfico, llámese La segunda Oda, de Paul Claudel, o Versos libres, de José  Martí, son paradigmas del ecumenismo lezamiano, el cual es  capaz de abolir toda aparente contradicción temática y estética  por medio de esa confluencia que representa  la imago.
La aparición en este libro de los diarios de Prats Sariol sobre sus visitas a la casa de Trocadero 162,  en aquellos días  del curso délfico,  contribuye a ilustrar  el mundo  Lezamiano desde un perspectiva más intima, ya sea en las observaciones que le hace a un discípulo luego de leer un libro del curso, o en el brote de su personalidad chispeante durante una cena en un restaurante habanero.
El segundo texto constituye un recuento enjundioso de las revistas literarias fundadas por Lezama, comenzando por Verbum hasta llegar a esa cumbre llamada Orígenes. La impronta de Lezama, en cada una de las revistas literarias de las que fue gestor, pone al lector en contacto con su faceta de animador cultural y su búsqueda por una nueva expresión de la insularidad basada en la imagen poética, estableciendo así cotos de distancia ante el chato medio literario cubano en sus inicios como escritor, algo que él mismo nombró "La dignidad de la palabra". Por ese compromiso con su dignidad de poeta, atestiguamos a un Lezama enfrentado con la apatía de la oficialidad gubernamental, a la que le pide su eterna indiferencia; es así que somos testigos de un  Lezama estigmatizado ("anaquel con patas"), hasta ganarse la aversión -entre otros- de un intelectual como Jorge Mañach durante la Cuba republicana. Más tarde, con el triunfo de la Revolución, se convierte en blanco de ataques de los escritores jóvenes que se agruparon en torno a Lunes de Revolución, para terminar en el ostracismo al celebrarse el Primer Congreso Nacional de Educación y Cultura, en 1971, a raíz de los sucesos del caso Padilla.
Prats Sariol deslinda en sus esbozos sobre Orígenes la pluralidad de la revista y su apertura generacional, prueba de que Lezama distaba de ser un "Papa negro literario" al etilo de un André Breton, tal como los han manifestado algunos de sus (ex) detractores en sus libelos. Son validas entonces esas anécdotas salpicadas  de chismoso humorismo criollo : "Ahí viene la policía", grita Mariano, mientras Lezama y Virgilio se enredan en una trifulca boxística en el Liceo de La Habana a raíz de los ataques del autor de Electra Garrigó, cuyas diferencias estéticas con Orígenes lo llevan a disparar incisivos dardos contra Lezama. En consecuencia, Prats Sariol nos adentra en la vertiente disidente de Orígenes, de talante existencialista, a la que se suscribían Virgilio Piñera y José Rodríguez Feo y de la cual surge la revista Ciclón, caldo de cultivo de sus depositarios de Lunes de Revolución.
portada_sariol_002El legado de Orígenes en la cultura cubana del siglo XX queda plasmado en estas páginas con una vasta bibliografía de textos publicados en sus doce años de existencia. La lista es extensa, pero entre tantos y diversos escritores de primera línea, Prats Sariol  cita a Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, Saint-John Perse, Carlos Fuentes, María Zambrano, así como a los cubanos Emilio Ballagas, Eugenio Florit, Lino Novas Calvo y Fayad Jamis. La calidad de los textos publicados y la heterogeneidad de autores que transitaron por sus páginas hacen de Orígenes una de las revistas  capitales de la literatura hispanoamericana, a la par de Sur y Contemporáneos.
Mención aparte merece el ensayo titulado "Un aproche a dos poetas", en el que Prats Sariol  aborda las semejanzas y diferencias entre Lezama Lima y Gastón Baquero. Dicho paralelismo resulta abarcador, pues  parte de sus vidas, en las que incluye vivencias compartidas, para así desembocar en sus poéticas: "La diferencia más tajante entre sus obras contrapone el sentido auditivo al visual". "El era más bien un ojo en el universo y yo soy un poco un oído", señala Baquero. El Epicedio a Lezama Lima, escrito por Baquero en su exilio español  al recibir la noticia de la muerte de su amigo en La Habana, ejemplifica la amistad y las afinidades entre ambos poetas: "Se despidieron ya: solo ha quedado/Sobre la tumba del pastor callado, / El zumbido de la abeja tibetana". Estos versos precisan  los lazos de comunión que establece Prats Sariol entre ambos poetas, siendo esa visión sagrada y trascendente del acto poético el cordón umbilical que por siempre los mantiene unidos.
Prats Sariol ha disparado la flecha sin importarle el blanco. El azar concurre al discípulo. El maestro viaja de nuevo a Puebla, México, pero esta vez en el magisterio de su discípulo. La experiencia de dictar un curso en la Maestría en Letras en la Universidad Iberoamericana de Puebla, da origen  al capítulo-epítome de este libro: "Enseñar a Lezama". Oppiano Licario  vuelve a repetirse en el estimulo de lo difícil, en los misterios órficos, que Prats Sariol, trasgrediendo la rigidez académica, le enseña a sus alumnos, o más bien a sus potenciales délficos.
Destacan también otros textos, como la lectura de "Oda a Julián del Casal", "Opus Ícaro", "Ensayos manieristas" y "La materia artizada". A la extensa bibliografía de estudios e investigaciones post mortem que se han realizado sobre la obra de Lezama, se suma ahora este compendio de ensayos, homenaje de su autor a  su maestro y compadre en el centenario de su natalicio. Lezama Lima o el azar concurrente corona la labor de años de José Prats Sariol, dedicada al estudio de esa galaxia llamada Lezama. Un libro fundamental y revelador, que deberán consultar futuros estudiosos, y que se distingue por fusionar magistralmente el material biográfico y testimonial con el análisis y la erudición de la crítica literaria.

Reseña de Lezama Lima o el azar concurrente enviada a Aurora Boreal® por el escritor Joaquín Gálvez. Foto Joaquín Galvez©Delio Regueral.

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