Poemas de Mayda Colón español e italiano

mayda colon 001Selección de poemas por la autora para Aurora Boreal®

Mayda I. Colón Pagán es una poeta nacida en San Juan, Puerto Rico (1975). Ha participado en innumerables congresos y lecturas de poesía en la Isla, en la República Dominicana, Perú, México y Estados Unidos. Sus poemas están publicados en diversas revistas impresas y revistas virtuales.

Ha sido presentada en varios programas televisivos, incluyendo el del afamado escritor Antonio Skarmeta. Fue parte del comité organizador del V Encuentro Internacional de Escritoras que tuvo lugar en el 2003 en la isla. Sus publicaciones incluyen varias antologías y los libros Dosis y Prosac.

Traducción de poemas al italiano Andrea Zurlo / Valentina Dicci

 

Te recuerdo así
en un intento de deletrear tu mirada sobre el cemento.

La ciudad duerme
tu recuerdo despierta si cierro los ojos
y apago el día para soñarte
y golpeo la distancia contra mis versos.

Te hago el amor de esta manera
fundo la llovizna con el mar
abro los poros para que penetres entre las grietas
como hace el agua.

Yo soy la sed... y tu el agua.
También soy el muro de una catedral que silencia
un
        verso
                      que
                                 se
                                         d e r r u m b a
cuando no encuentra la piel de esa ciudad que eres
y que me habita.

 

 

Ti ricordo così
nel tentativo d'interpretare il tuo sguardo sul cemento.

La città dorme
il tuo ricordo si sveglia quando chiudo gli occhi.
e spengo il giorno per sognarti
e batto la distanza contro i miei versi.

Ti faccio l'amore in questo modo
amalgamando la pioggerella con il mare
aprendo i pori per farti penetrare in mezzo alle fessure
come fa l'acqua.

Io sono la sete ... e tu l'acqua.
Sono anche il muro di una cattedrale che ammutolisce
un
        verso
                        che
                                        si
                                               a b b a t t e
quando non trova la pelle di quella città che sei
e che abita in me.

 

 

La mujer de mi vida

          Prendió la radio. La India cantaba la misma canción una y otra vez. Me cansé de ser la otra... de ocultar mis sentimientos y callar... me cansé de ser segunda y que te empapes de mis sueños...

          Ella lloraba. Sobre la hornilla había colocado una sartén llena de aceite. Decidida emprendió el camino con el líquido que hervía, hasta los desfiladeros del sofá. Llevaba consigo llaves y cartera. Rápida vertió los lípidos sobre la carne que dormía.
          11 de mayo de 2007. Ana Josefina Betances amanece en la lista de las más buscadas. Tiene la piel morena. Mide 5'3 de estatura. Es natural de República Dominicana.

          El volumen de la eufonía ahogó los gritos y las lágrimas. Nadie creyó que estaba cansada. Ni siquiera el rumor del cadáver que aún se quema en el sofá.

Moraleja: Ejerza precaución si es que escucha esta música.

 

 

La donna della mia vita

          Accese la radio. La India (1) cantava, ancora e ancora, la stessa canzone. Sono stanca di essere l'altra ... di nascondere i miei sentimenti e tacere... stanca di essere la seconda e che tu t'imbeva dei miei sogni...

          Lei piangeva. Aveva messo sul fuoco la padella piena di olio. Decisa, percorse la strada con il liquido bollente fino alle cascate del divano. Portava con sé le chiavi e la borsa. Velocemente lasciò cadere i lipidi sulla carne addormentata.
          11 maggio 2007. Ana Josefina Betances si sveglia sull'elenco dei ricercati. La sua pelle è scura. È alta un metro e sessanta. Originaria della Repubblica Dominicana.

         Il volume dell'eufonia affogò le urla e le lacrime. Nessun credette che lei fosse stanca. Né tantomeno il rumore del cadavere che ancora brucia sul divano.

Morale: non credete a ogni storia, ma... siate cauti se ascoltate questa musica.

"La India"(1) Linda Viera Caballero, più conosciuta per il suo nome artistico La India, è una cantante di salsa portoricana.

 

 

Quedan rastros de ceniza en mi papel
El surco de la dermis terminó
por fusionarse con las letras.
El amo y el perro aceptaron por fin
transformarse en palabra:
que tibia se lanza desde las comisuras del balcón
en una de esas tardes en que al miedo
se le ensancha la boca
y resbala sobre esta inercia marchita
que aglutina la noche en un bostezo.

Desando su piel.
Despierta la sed
y dudo de la circunvalación precisa de sus piernas
de sus largas hebras de silencio y mantequilla
de su manto pesado
y la cima de sus pétalos carcomidos
por las miserias del hambre.

La ciudad está lloviendo.
Mis pupilas amplían las fotos
de miles de incidentes planetarios.
Bajo las cuencas de los ojos
ha transitado el esqueleto podrido
de lo que fue de una paloma.

Nadie la mira.
Su piel como la ciudad misma
se han hecho un muro en las pálidas encías del cemento.

No es la inocencia hilando lo que quedó de un verso
a centímetros de salvarse de las gotas.
No son el ramillete de manos cerradas
lo que zurce el frío desfile de las calles.
Se trata de todo lo que no fuimos y nos negamos a ser
antes de que la lluvia cayera
y el mar se mudara a nuestros cuerpos
y el agua nos desgarrara los ojos.

La ciudad está dormida, María Merced,
no me pidas que calle para que duerma
no me impidas que la nombre.

 

 

Rimangono tracce di cenere sulla mia carta
Il solco sulla epidermide finì
per fondersi con le lettere.
Il padrone e il cane alla fine accettarono
di tramutarsi in parola,
che tiepida si lancia dall'estremità del terrazzo
in uno di quei pomeriggi in cui la paura
allarga la sua bocca
e scivola su questa inerzia appassita
che raccoglie la notte dentro uno sbadiglio.

Ripercercorrendo la sua pelle.
Si sveglia la sete
e dubito della circonvallazione precisa delle sue gambe
dei lunghi fili di silenzio e burro
del suo manto pesante
e la cima dei petali consumati
dalla miseria della fame.

Sta piovendo la città.
Le mie pupille allargano le immagini
di mille incidenti planetari.
Sotto le orbite degli occhi
transita lo scheletro putrido
di quello che fu una colomba.

Nessuno la guarda.
La sua pelle, come la città stessa
hanno formato un muro nelle chiare gengive del cemento.

Non è l'innocenza che continua a filare ciò che è rimasto di un verso
a pochi centimetri dal salvarsi dalle gocce.
Non è la marea di mani chiuse
ciò che rammenda il freddo sfilare delle strade.
Si tratta di tutto ciò che non fummo e ci neghiamo di essere
prima che la pioggia cadesse
e il mar traslocasse nei nostri corpi
e l'acqua ci strappasse gli occhi.

La città è addormentata, María Merced,
non chiedermi di tacere per farla dormire
non impedire che dica il suo nome.

 

Selección de poemas de Mayda I. Colón Pagán realizados por la autora para Aurora Boreal®. Enviados a Aurora Boreal® por Mayda I. Colón Pagán y la escritora Yolanda Arroyo. Publicados en Aurora Boreal® con autorización de Mayda I. Colón Pagán, Andrea Zurlo y  Valentina Dicci. Foto Mayda I. Colón Pagán © Mayda I. Colón Pagán.

 

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