Su mirada fue el horizonte
el azul de sus ojos destilaba el mar
y la piel viste al mundo
con el paso de la mano por los senos
luego la lengua
y el lenguaje de los cuerpos menguando:
un corazón que hace latir a otro:
un cuerpo que se anuda a otro.
El tic-tac incesante de la vida para
y se ahogan los sentidos en los huesos
Mordidas en los labios
anuncian el vientre
y la fricción de dos almas
comunicadas por la carne:
el lienzo del erotismo
Y seguir y seguir
el ritmo del mundo
entre sus senos
entre los labios
dentro de ella
y mirar el fin del mar en sus ojos
el último oleaje
Ir y venir
abrazados por la luz
clavados al instinto
y a la química del tiempo
Y la espuma de Venus...
Poema enviado a Aurora Boreal® por Gilberto Lastra Guerrero. Publicado en Aurora Boreal® con autoización de Gilberto Lastra Guerrero. Foto Gilberto Lastra Guerrero © cortesía Gilberto Lastra Guerrero.