Poemas de Nemié Díaz

los_pasos_001Paralela a la existencia una presencia abstracta merodea,
una voz susurrante.
Del silencio de la materia una insinuación se difunde:
Es la voluntad de la escritura
la imperiosidad de la palabra
La relidad no existe si no es nombrada.

 

 

 

Mar de automóviles, concierto de ruedas aturdidas
Teléfonos, mujeres semidesnudas, elecciones
inglés, muebles, jeans
una fila interminabile de carteles
ladrillo, cemento
por doquier estruendo de metales frenéticos.
Sobreponiéndose, se eleva un tronco de escaso follaje
respira cuarteado y sediento
raíces quebradas contra el suelo.

 

 

En la intimidad donde apartados mis órganos conviven
urdo palabras mientras de afuera me llegan los sonidos
claxon, sirenas
un bullicio que me recuerda cuán distante estoy
en este lenguaje tan mudo, que parece incierto.
Nada se mueve en mi caverna
y una opresión me asalta cuando las voces
penetran como un chillido
Soy un animal que ha abandonado su manada.

 


Los cuerpos se mueven en la niebla
opacidad que disuelve los contornos
imprecisas siluetas dibujadas por la vela.
A un ritmo acompasado, soñoliento
los cuerpos no parecen cuerpos
Son espectros que danzan tocados por la ambigüedad.
Es la hora del deseo
y sale curioso de abajo de la piel
incienso perverso enredándose en las sombras
Es un estado
una fase que se desarrolla en lo oscuro

Porque cuando el telón cae sobre la cotidianidad
clara, definida,
la Noche llega como un adelgazamiento
un agujero por el que, al abrirse,
una parte de nostro sale, se realiza
en contubernio fatal con las tinieblas.

nemie-diaz_002NEMIÉ DÍAZ (Ciudad de la Habana, Cuba, 1974). Licenciada en Psicología con la tesis El poeta en su creación. Finalista en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, La Habana 1999, con el guión inédito El último sueño. En el 2009 publica el libro de poesía Los Pasos. Es autora de los libros inéditos El rastro de Pessoa, poesía, y Siluetas en el pincel, novela. Actualmente reside en Suiza donde se dedica a la dirección de teatro infantil.


Mi madre lame su dentadura postiza
y mi vómito sólo queda retenido
por el asco que me produce la devolución.
Desubro entonces su vejez
y no puedo creer que se me escape
que su figura descienda hasta desaparecer

 

 

 

Las lozas de mi baño tienen lunares
manchas inquietas, microbios carmelitas
esparcidos por la pared.
Se mueven infectos
me invaden, se enganchan mohosos en mi piel.
Yo sé que moriré
Llevo la muerte como un huésped, incómodo
porque las luces lo iluminan demasiado.
Atravieso los días en desvelo
descifrando signos en mi cuerpo
deformidad de ameba, garabato
bajo la epidermis se revuelve el gusano.
Yo sé que un día moriré
y todo habrá terminado
Por eso me arranco las verrugas
para que la sangre corra
torrente de este cuerpo que no poseo.

 


Salta la palabra
es una mosca que se retuerce en la última gota de aire
Un vaso de cristal es su tormento
el límite tajante.
Se abalanza contra la pared, rebota
y entontecida se dispone otra vez al intento.
Es un ridículo
Su incesante zumbido es la impotencia de las frases
continuo retorno, el agobio.
Así se mueve de un lado a otro descompensada
destrozándose la testa en su proprio muro.


Lívida, la mosca insiste
Sabe que tras el cristal nada yace
pero el vuelo es un impulso superior al claustro.

Selección de poemas del libro Los Pasos de la cubana Nemié Díaz hecha especialemente para Aurora Boreal® por la autora. Foto Nemié Díaz©Ettore Cassano.

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