Intermitencia

teresa iturriaga osaCruza la calle embozado en su sueño. Palpitan sus nervios en la voz de su sexo de paloma silenciosa. Apura el instante en disimulos de adioses y recatos que ocultan sus cartas de amor apolillado del invierno. Es octubre y todos los ojos esperan la caída de las hojas ocres de otoño mientras un triste pintor de acuarelas dobla sus emociones en un pañuelo blanco planchado e impoluto; allí vierte la mezcla de colores, olores, ata el lienzo a una nube, la rodea con su aliento y piensa intermitente en su musa lejana.
El semáforo guiña las horas advirtiéndole del peligro del vértigo, dibujando en su mente la magia en el mercado, ella salta los charcos, de alegría en alegría, salpica sus piernas moteadas, cantarina de besos va como loca, esa niña vestida con paraguas de volantes. Fátima envuelta en un vaho de cigarrillo, oscuridad penumbra fuera del harén con el príncipe de los sueños, sus ojos taladros arengan a un ejército de esclavos, activando la tinta y la piel.

Suena el teléfono. Es ella. Dice pronuncia calla... ella se aparta aspira las letras de una bocanada en espera... dice pronuncia y calla otra vez... El acordeonista ciego del puente toca La Vie en Rose y él se deja llevar al escucharla, su presencia se materializa en un instante, la toma del brazo suavemente, la acerca a través del satélite hasta el parque y sienten su pulso pegados pecho a pecho, susurro a susurro. Bailan y un tul de encaje magenta cae despacio sobre la ciudad de las ausencias. La música cambia el tiempo en llanura y todo se hace más suave, sencillo, dúctil. Es la hora de besar.
Desde la costa, ella agita un pañuelo arco iris para él, orfebre navegante que llega de tan lejos. Entran en la pobreza aparente de la gruta, un espacio para amarse en la oscuridad, en medio de un aleteo desorden de peces e imágenes, buques entrando y saliendo de sus almas. Él adorna su cuello con collares de piedras del mar, ella coloca su vestido transparente sobre su desnudez y sale a su encuentro. En la cueva de la verdad enmudecen y ríen por los aires sin hacer caso de la tentación de las riquezas.
jose felix saenz 002Ondea la bandera del amor en el mirador de la esperanza, expuesta queda su colección de cerámicas, las telas al viento, la tierra amasada con las manos que estiran ese canto de hembra, espejo de sus genes. Entra una luz especial en el templo callejero aunque la gente pasa delante del altar sin pena ni gloria. Observa las pinturas sin atender el sufrimiento del óleo, sin percatarse de la quebradura del trazo... Una multitud de transeúntes frivoliza sobre la importancia del color curioseando las láminas, en la más absoluta distracción de la profundidad.
¿Cuánta verdad necesitan entonces? ¿Cuántos administradores del miedo? Ninguno se atreve a cometer un desacato al tribunal gris y anodino de los días... Nadie es capaz de oír el crujido, el enigma vegetal que se consume en el caballete del artista, el estrépito de pasiones que arde en pleno atardecer.

 

 

teresa ituttiaga 002Teresa Iturriaga Osa
Doctora en Traducción e Interpretación por la ULPGC, ha participado en proyectos de investigación europeos como Euromed Heritage II / "Mediterranean voices"; Seminario del Departamento de Historia Moderna del CSIC, "España desde fuera"; "¿Verdades cansadas? Fabrication et emploi de stéréotypes sur le monde hispanique en Europe", Congreso de la Université de Cergy-Pontoise, el Instituto Cervantes de París y el CSIC. Publicación del libro Mi playa de las Canteras (2005). Traducción al español del libro Modou Modou, del senegalés Seydi Ababacar Mbaye (2005); Traductora de textos africanos en www.laveudafrica.com (2005-2006) y www.africainfomarket.org (2005-2007). En 2005 presenta el relato Hurto blanco en Orillas Ajenas. En 2006, Namoe en Hilvanes y, en 2007, El violín y el oboe en Fricciones. Publica Tu nombre es Véronique en el libro Que suenen las olas, una colección de relatos de escritoras canarias y marroquíes, de la que también fue directora y coordinadora, realizando con Leila Chafai la adaptación de los textos árabes al español. En 2008 presenta la colección en el Instituto Cervantes de Rabat. Gana el III Certamen Internacional de Poesía El verso digital 2008. Publica Juego astral, relatos de género fantástico. Primer premio del III Certamen de Poesía Encuentros por la Paz. En 2009 publica Yedra en vuelo en la colección Acordes armoniosos. En el libro El ojo Narrativo. Ecos [2] participa con el relato El mandala de Malick y en Doble o nada con el relato Tumulto de trazo y latido. Asimismo, su poesía se incluye en la antología Madrid en los Poetas Canarios. Ha trabajado en radio, prensa digital y revistas culturales; miembro de jurados literarios como el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y el Premio Canarias de las Letras. En 2010 edita Revuelto de isleñas, una colección de relatos sobre la escritura y la cocina. Con motivo del Día Internacional Contra la Violencia de Género, presenta su libro Desvelos, con relatos inspirados en las experiencias de mujeres de las Casas de Acogida del Cabildo de Gran Canaria. En 2011 publica su poemario Gata en tránsito, prologado por J. M. Caballero Bonald. Sus últimas publicaciones son Lavirotte al azar en la antología de relatos París (M.A.R. Editor, 2012) y Rosas rojas para María Walewska en la Antología Mujeres en la Historia (M.A.R. Editor, 2013).

 

Intermitencia enviado a Aurora Boreal® por Teresa Iturriaga Osa. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Teresa Iturriaga Osa. Fotos Teresa Iturriaga Osa © Teresa Iturriaga Osa. Ilustración de José Félix Sáenz-Marrero Fernández.

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