La información es el fuego del siglo y el siglo está frío

Diario de la peste
Gonçalo M. Tavares
Traducción: Paula Abramo
10 de mayo de 2020

Un grupo de personas alrededor de la información.
Y sí, la información es el fuego del siglo y el siglo está frío.
Imagino a alguien tatuándose una noticia en la frente: la noticia de la victoria de los aliados en la Segunda Guerra o del fin de la pandemia. O algo personal.
Una noticia tatuada en la frente.
Escribir un libro a partir de esto.
¿Qué noticia te tatuarías en la frente para que todos la leyeran?
He ahí una pregunta.
Hacer cuestionarios por las calles que ahora recuperan el sonido.
Brasil. Inaugurado un hospital de campaña que se construyó en 38 días en el estadio del Maracanã.
Para enfermos graves.
Un tercio de las muertes por covid-19 en EU "puede estar relacionado con las residencias de ancianos".
Alguien de 80 años dice que ha ido perdiendo las ganas de hablar durante las últimas semanas.
Me he vuelto casi mudo, dice.
Una mudez no orgánica.
Tan desesperado, que estoy mudo.
Una mudez por renuncia.
Pero en otros lados se grita.
Suiza. Cientos protestan contra las medidas de confinamiento.
Alemania: miles de personas salen a la calle a protestar contra las restricciones.
Avanzo con la cabeza más que con los pies.
Vacuna y experimentación en humanos.
Pensar en el trabajador que cede el brazo con que trabaja a un piquete experimental. La extrañeza.
Brazo robusto ofrece gentilmente una vena a elegir.
Lo imagino sosteniendo un cartel en la calle.
Como en muchos países pobres: donde se venden oro y cabello en la misma frase.
Un brazo, ahora.
"Google y Facebook postergan el retorno a las oficinas hasta el 2021".
Los romanos dividían a la población en siete clases.
En latín, proletarii: la clase que no tenía ninguna riqueza; ni tierras ni dinero.
El origen de la palabra proletario es el mismo que el de prole.
El proletario sólo tenía hijos —la prole—; nada más.
Un proletario del siglo XXI sin hijos es un problema etimológico.
Alguien me lo dice al oído.
Hoy las personas sonríen de un modo desequilibrado.
Ahora, cuando ríen, ríen un poco más de lo necesario.
Como si hubieran revuelto la risa con el llanto.
Han perdido el dominio de los principales músculos del rostro.
Los músculos de la cara cayeron al suelo y ahora están confundidos.
Tal vez en posiciones equivocadas.
En cierta ciudad de Indonesia a quien rompa las reglas del confinamiento lo encierran en una casa embrujada.
No hay casas embrujadas para todos.
Las calles recuperan el sonido poco a poco.
Imágenes de Venecia en silencio.
Marinetti proponía que los canales de Venecia se vaciaran por completo y después se taparan con cemento.
Así, afirmaba, sería posible construir allí fábricas y producir algo útil.
Manifiestos, manifiestos.
Miro hacia abajo. Los pies, desentrenados, buscan el viejo camino.
¿Para qué sirve la belleza cuando todos están en casa?
Otra pregunta posible.
Curioso ver el sonido que los seres humanos ponen en movimiento allá afuera y que desaparece cuando se recogen en sus cuartos y ventanas.
El bosque, en comparación con la ciudad, es mudo.
Para el ser humano, el ruido y la palabra son formas de no sentirse solo.
Y de afirmar que no está en el bosque.
Pero una mudez de bosque ha estado saliendo de la casa a la ciudad en estos días.
Ahora, en la calle, la gente habla más bajo, como si hubiera alguien dormido.
Más y más noticias, y ahora el muro blanco y dos perras impávidas: sólo entienden el viejo fuego.

 

 

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tavares 400Traducido al español por Paula Abramo. Publicado en Aurora Boreal® en acuerdo con Literarische Agentur Mertin Witt. Este texto de © Gonçalo M. Tavares fue publicado originalmente en portugués en el Expresso. Todos los derechos reservados por el autor y la traductora Paula Abramo.

Gonçalo M. Tavares nació en Luanda en 1970. El nobel José Saramgo dijo sobre Tavares:
En 30 años si no antes, Tavares será galardonado con el premio Nobel, y estoy seguro que mi predicción se hará realidad... Tavares no tiene derecho a estar escribiendo tan bien (...). Uno tiene ganas de golpearlo.

Tavares es uno de los escritores europeos contemporáneos más destacados. Ha recibido un número impresionante de premios literarios nacionales e internacionales. Su obra ha sido publicada en más de 50 países.

Jerusalém (Literatura Random House): “Es una gran novela, y realmente merece un lugar entre las grandes obras de la literatura occidental”. José Saramago.

Su novela Aprender a rezar na era da técnica ((Seix Barral) ha recibido el prestigioso Premio al Mejor Libro Extranjero 2010 en Francia. Este premio se ha otorgado hasta ahora a autores tales como Salmon Rushdie, Elias Canetti, Robert Musil, Orhan Pamuk, John Updike, Philip Roth, Gabriel García Márquez y Colm Tóibín.

Aprender a rezar na era da técnica (Seix Barral), Un viaje a la India (Seix Barral) y otros libros han sido preseleccionados para los reconocidos premios literarios franceses Premio Femina Étranger y Premio Médicis en diferentes épocas.

Gonçalo M. Tavares es un escritor que no se parece a ninguno que haya leído antes. Y tiene un don, como Flann O’Brien o Kafka o Beckett, por revelar las formas en que la lógica puede ser un servidor tan fiel de la locura como de la razón. The New Yorker

Tavares ha creado algo totalmente original. The Independent

Este es un pequeño libro poderoso. Si Jerusalén es algo por lo que hay que pasar, la posición de Tavares pronto será global. Times Literary Supplement

Tavares es uno de los escritores más ambiciosos de este siglo. Alberto Manguel

Fotografía Gonçalo M. Tavares © Joana Caiano.

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