Hace poco escuché en la BBC una entrevista con el legendario fotógrafo David Bailey, quien está exhibiendo una retrospectiva de toda su obra en la National Portrait Gallery de Londres, y me dio mucho que pensar. No me sorprendió enterarme de que a él le pasa lo mismo. El maestro dijo que le encanta cuando alguien posa para él y odia la foto y, pasados veinte años, la esposa llama diciendo: "¿Te acuerdas de ese retrato que le hiciste a mi marido? Es el mejor que le han hecho en su vida. ¿Podrías darme una copia?"
Bailey cuenta una anécdota protagonizada por Picasso y Gertrude Stein. Cuando la escritora y mecenas vio su retrato dijo: "Yo no me parezco a eso", a lo que Picasso respondió "Pero lo harás algún día". Un buen retrato muestra tu ser real, el que emerge con el paso de los años.
En 1999 Bailey estaba realizando una sesión con la cantante Marianne Faithful. Ella estaba en ropa interior cambiándose de vestido cuando el fotógrafo le dijo: "No te muevas. Esta es la foto". En aquella época ella tenía 53 años y los aparentaba, que es una de las cosas que me encantan de esta increíble mujer. Bailey le dijo que quería mostrarle al mundo que "ella era Marianne Faithful y que le importaba un pito lo que dijera la gente". Hizo dos fotos: en una estaba seria y en la otra se estaba riendo a carcajadas. Ella odió la segunda, no porque mostrara su cuerpo maduro; era la mueca de la carcajada, con un toque de locura, lo que le hacía sentirse incómoda. La segunda foto en cierto modo anunciaba la decadencia de la mente, algo que nos aterroriza a todos.
Es fácil satisfacer al modelo: unos cuantos retoques en el ordenador y como nuevo. Lo que requiere valor es mostrar el interior del que posa. También requiere el don de conectar con la persona que se esconde tras la máscara. Bailey dijo que hacer un retrato es una forma de comunicación. No podría estar más de acuerdo. Lorenzo hace exactamente lo mismo: habla con el modelo, dispara, y ya está. No necesita pensar en lo que va a hacer, simplemente ocurre. Es como si su inconsciente hubiera hecho la foto.
Es curioso que los hombres aceptan exponerse más que las mujeres. Me pregunto por qué. Yo soy un poco como Marianne Faithful: que Lorenzo fotografíe mi cuerpo no es un problema, pero me cuesta mirar a mi cara tal y como la refleja la cámara. Siempre parezco agobiada. En realidad, es un reflejo de mi carácter: tiendo a preocuparme demasiado. Por otra parte, cuando miro a los primeros retratos que me hizo, me encanta lo que veo. Finalmente he aceptado que esto es lo que ocurrirá con los actuales.
En un mundo donde las cámaras digitales y los programas de retoque han hecho la fotografía accesible a todo el mundo, donde es tan fácil mostrar cómo te gustaría ser, no cómo eres, realmente es necesario que haya artistas que tengan el talento y el valor de revelar el interior de las personas.
Marta Moreno
Para ver más sobre el trabajo de este artista visite www.photolorenzohernandez.com
El tercer Festival de Literatura de Copenhague está organizado por el Instituto de Inglés, Alemán y Lenguas Románicas (ENGEROM) de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Copenhague, la Casa Latinoamericana en Dinamarca y la Editorial Aurora Boreal®.
Esta edición del Festival estará dedicada a la Literatura Contemporánea en Lengua Castellana, con lo cual se pretende dar a conocer aquellos trabajos literarios escritos en esa lengua o que se refieran a ella. Se espera la participación de autores procedentes de Argentina, Chile, Colombia, Dinamarca, España, Guatemala, México, Perú y Uruguay. Las actividades del tercer Festival de Literatura de Copenhague se llevarán a cabo en las instalaciones de la Facultad de Humanidades de la universidad de Copenhague y la Casa Latinoamericana. También habrá una lectura en la Librería Tranquebar el viernes 2 de octubre a las 18:30.
Otros autores que participarán en el tercer festival de literatura de Copenhague. Haga click sobre la foto para leer más sobre los autores participantes.
Información enviada a Aurora Boreal® por el comité organizador tercer Festival de Literatura de Copenhague 2015. Foto Lorenzo Hernández © Marta Moreno.