Julio Olaciregui - Horas perdidas y cantadas

peter sloterdijk 250Cuando nombran las divisiones del Tiempo los poetas crean personajes míticos, lo sabemos al abrir los diccionarios de mitologías. Leemos entonces que para los primitivos griegos las Horas no eran las divisiones del día sino del año, las tres hijas que Zeus tuvo con Temis, llamadas Eunomía (buen orden), Diké (justicia) e Irene (paz).
Para Homero ellas son las porteras del cielo. Con los siglos las tres Horas fueron identificadas a la Primavera, el Verano y el Invierno. Cuando se habló del Otoño y el solsticio de Invierno, es decir su parte más fría, la mitología creó dos nuevas Horas, Carpo y Talata, para velar por las frutas y las flores. Recordad carpe diem, aprovecha la oportunidad, cosecha la luz.

Por último cuando los griegos dividieron el día en doce partes iguales los poetas multiplicaron el número de Horas, llamándolas las doce hermanas... los modernos representamos las Horas con alas de mariposa...

Sí, nomás esta mañana se me ocurrió, vivimos cazando las Horas cual mariposas, y aquí es donde pensé en un filósofo criollo cantor, Juan Polo Cervantes, Qué tan lindo es pasear en Santa Marta en la tardecita por las orillas del Mar, mirando las aguas yo allí me puse a pensar: se me van las Horas, pero no me hacen falta...

El mundo del ser y el tiempo, sueño y realidad, vivencia e imaginación. "Sus momentos más plenos y "realistas" no son los del actuar, sino las Horas en que, fascinado por el mundo onírico de sus fantasías, sus sentimientos y sus deseos, puede olvidarse de toda realidad (... ). El momento en que se deshizo de su reloj, renunciando a todo proyecto de fortuna para vivir al día la jornada, fue uno de los más dulces de su vida. Gracias al cielo, exclamó, ya no tendré que saber la hora que es" (Rousseau). Sin embargo la omnipotencia de la Realidad se siente del lado de la voluntad de Poder y la Líbido, necesidad de comer y bailar y tener tiempo libre para gozar.

El profesor alemán Peter Sloterdijk llegó a París para participar en un coloquio sobre "Heidegger y los Judíos"... Resumo lo que dijo, Heidegger: un hombre entrado en la temporalidad ruidosa de lo que Somos, lo que vamos Siendo, Estando, pertenecemos a su era tempestuosa, pathos de la salida, del Más Allá, in-quietismo heroico, siendo un pensador de la Vanguardia se volvió apocalíptico, pensaba tanto en el verbo Ser, pero no conjugaba el Futuro de la humanidad...

Como pensador acepta un último despojo de sí mismo: lo que le aportará su desaparición, antes de morirme quiero identificar cuál es ese colectivo, la Nación, vector de la temporalización esencial, esa es la tentación de Heidegger. Se trata de una misión histórica, pero jamás será posible pasar de lo Historial a lo biográfico, habría que ser el Espíritu del Mundo en persona para cantarlo, quizás a eso se acerca Polo Cervantes, lucero espiritual eres más alto que el hombre, yo no sé donde te escondes en este mundo historial

Esperamos la llegada de un último Mesías, levantar un puente entre el tiempo que nos queda y la obra que debemos producir, Sloterdijk nos aclara la perplejidad política de Heidegger en 1929, durante el debate filosófico de Davos con Ernest Cassirer, pensaba, sentía, que lo Público, lo Colectivo, la Temporalidad, estaba ripiándose, "el sabía desde 1929 que la gente de su época no estaba segura de poder vivir aún en la Historia", adivinó el fin de un Tiempo Alemán, Mundial, la Era Atómica, furia de la desaparición, falsa existencia y Aburrimiento, el Tedio, la decadencia en la bruma de la facticidad, él pensaba con Novalis que la filosofía es "nostalgia de nuestro país", "necesidad de sentirse en casa en cualquier lugar", pero ahora la gente solo quiere distraerse, pasarla bien, consumir, progresar, ignorando que les hace falta su tierra, su país, volver al pueblo... estamos profundamente aburridos con nosotros mismos y con Weimar, muy contrariados por la falta de toda Obligación que nos oriente, un tiempo sin misiones es Aburrimiento seguro, la Vanguardia auténtica está constituida de quienes creemos que No hay Futuro, que la Historia no es más, es un Aburrimiento fundamental, una exigencia loca, el colectivo de los que sienten el No Futuro, y no es algo nacional sino Mundial, Heidegger decretó el fin de la Historia, lo que cuenta es el heroísmo a diario, estaba en contra de la mundialización, era un resentimiento, variante neurótica del último hombre de Nietzsche, que goza con sus humillaciones, una fría desesperanza, crítica vehemente de la manera de vivir de los occidentales, él era un hombre del siglo XIX, desprovisto de Carácter, criticaba a la gente relajada, a la filantropía, a quienes rechazan el orden...

Heidegger se creía el centinela del Ser, soportaba el más profundo "No Tener Nada que Hacer", formamos parte de la élite de la Dimisión, de la Renuncia, la modernización es un proceso que me desgasta, me agota, me descarga, la mundialización está marcada por la desviación no filosófica de la necesidad de no sentirse-extranjero-en-ningún-lugar, Heidegger desea absolutamente resistir a eso.

Con respecto a las tonterías antisemitas de Heidegger, si hay una gente que es como una pila que se recarga esa es la Gente de la Biblia, todo lo que produjo el Heidegger tardío consiste en captar ese privilegio alemán. Después de la segunda guerra mundial, el público prefirió reconocer su falta con el judaísmo. El reprocha al pueblo que ha fundado la historia el ser responsable de su Acabose, cuando resulta que su pensamiento está marcado por el pensamiento judío como espera de la Verdad... hay en el fondo un mismo imperativo: Pensar la verdad del Ser.

"Entonces se inclina la Hora, que me da un golpe claro y metálico: vibran mis sentidos. Siento: puedo – capto la forma del Día (...) Eres la suave Hora apacible de la noche que hace reunir a los poetas (...)  Soy el buscón" (Rilke).

Juan Polo Cervantes, en la época del crucial debate en Davos, tenía once años, Hitler tomaría el poder en 1933, el filósofo cantor oía en sueños el debate en la estación suiza donde transcurre La montaña mágica de Thomas Mann, la disputatio, oyó al maestro Ernst Cassirer, "se trata de conservar la esfera de lo espiritual, una forma de la trascendencia (Lucero Espiritual eres más alto que el Hombre) que delimita el dominio de lo que es específicamente humano, el presente está cargado del pasado y encinta del porvenir (...) el hombre se libera mediante su capacidad de simbolizar y crear"

 

 

Julio Olaciregui
julio olaciregui067Colombia 1951. Periodista y escritor, pasa de un género literario a otro con una gran desenvoltura. Se inició en el teatro en la Universidad de Antioquia, Colombia. Viaja a París en 1978 para estudiar literatura en la Universidad de la Sorbona. Sus obras incluyen la novela, la poesía, la dramaturgia, el cuento. Ha publicado Vestido de bestia (relatos, 1980), Los domingos de Charito (novela, 1986), Trapos al sol (cuentos, 1991), Dionea (mitonovela, 2005), Días de tambor (relatos, 2012), Una mano en la oscuridad (relatos, 2013), La segunda vida del Negro Adán (2014) y El hombre caimán en el zoológico de Berlín y otros cuentos (2014). Adaptó para el cine La mansión de Araucaima, de Álvaro Mutis, filmada luego por Carlos Mayolo (1986). Sus obras de teatro: En el cabaret místico (1999), El tango congo se acerca a La Habana (2000) y El callejón de los besos (2009). Desde 1998 escribe de cine para la agencia France-Presse.

Material enviado a Aurora Boreal® por Julio Olaciregui. Publicado en Aurora Boreal® de con autorizacion de Julio Olaciregui. Foto Julio Olaciregui © Adriana Rosas. Foto Foto Peter Sloterdijk © Peter Rigaud tomada de internet. 

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