Invitado Especial
El pasado 10 de noviembre, en la Casa de Poesía Silva de la ciudad de Bogotà, el Consultor en Cultura y experto en literatura Italiana, Nelson Osorio Lozano, orientó la conferencia Giacomo Leopardi entre el eros y la mística; se trató de un acercamiento a la vida y poética del escritor italiano que “estuvo lejos de lo que hoy se llama un best-seller; difícilmente se vendían poquísimos libros suyos y la suerte tuvo con él todas las crueldades”, según escribió el ex presidente Eduardo Santos en conferencia ofrecida en 1960. Aurora Borea® reproduce el texto leído que fue cedido por el autor.
En nombre de una tradición ancestral que ligaba el ilustre nombre de la estirpe al santo cruzado Taldegardo, el anuncio del nacimiento del primogénito de la casa condal de los Leopardi, di San Leopardo, sería repicado por un carrusel de campanas que partiendo del palacio solariego de Recanati, alcanzaría de torre en torre la catedral de San Leopardo en la vecina Ósimo, pasaría a la románica y primorosa San Ciríaco de Ancona, hasta llegar al venerable santuario de la Señora de Loreto, donde el legado pontificio, cardenal Ciccognani, anunciaría a la Augusta Santidad del Papa Pio VII Chiaramonti, que el linaje milenario de los Leopardi di San Leopardo, contaba ya con un nuevo heredero.
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- Por Nelson Osorio Lozano
La siguiente narración inédita de Gloria Guardia versa sobre su encuentro, en París, con el escritor cubano Alejo Carpentier, el 11 de octubre de 1978. Este escrito es uno de los tantos que integran su libro en preparación Apenas ayer, una especie de memorias literarias.
Hoy, 11 de octubre del 78, en París el sol titila, riente a través de los árboles y las primeras hojas de otoño se desprenden, vuelan juguetonas formando una alfombra de diversas texturas y colores. Miro el reloj y aprieto el paso. Tengo que llegar puntual a la 16 rue de Presles, sede de la embajada cubana en Francia. La telefonista, una funcionaria amable, con voz cantarina, me ha citado a las diez y si el metro no me juega una mala pasada, el portón de la sede de la embajada de Cuba se abrirá a la hora en punto, me dará paso y yo entraré con paso firme y la frente en alto, aunque conociendo mis flaquezas, las mariposas me seguirán revoloteando en el estómago. Me es difícil siquiera imaginar cómo será el encuentro, cara a cara, con Alejo Carpentier, con el sabio, con el ministro consejero de la embajada de Cuba en Francia. ¿Cómo abordarlo? Estoy en eso, debatiéndome mentalmente, cuando, apenas traspaso el umbral, me anuncio, levanto la vista y ahí está: lo veo descender por la impresionante escalinata de mármol de la cancillería. Me recibe con una sonrisa que no sé descifrar, menos aún cuando lo escucho decir una frase por lo demás cortante, al tiempo que me extiende ambas manos, y me aprieta contra su imponente geografía. “¡No pensaba recibirla, señora Gua-r(g)-dia!”, desgarra, despacio, las sílabas de la frase poco amable.
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- Por Gloria Guardia
Cuando nombran las divisiones del Tiempo los poetas crean personajes míticos, lo sabemos al abrir los diccionarios de mitologías. Leemos entonces que para los primitivos griegos las Horas no eran las divisiones del día sino del año, las tres hijas que Zeus tuvo con Temis, llamadas Eunomía (buen orden), Diké (justicia) e Irene (paz).
Para Homero ellas son las porteras del cielo. Con los siglos las tres Horas fueron identificadas a la Primavera, el Verano y el Invierno. Cuando se habló del Otoño y el solsticio de Invierno, es decir su parte más fría, la mitología creó dos nuevas Horas, Carpo y Talata, para velar por las frutas y las flores. Recordad carpe diem, aprovecha la oportunidad, cosecha la luz.
Por último cuando los griegos dividieron el día en doce partes iguales los poetas multiplicaron el número de Horas, llamándolas las doce hermanas... los modernos representamos las Horas con alas de mariposa...
Sí, nomás esta mañana se me ocurrió, vivimos cazando las Horas cual mariposas, y aquí es donde pensé en un filósofo criollo cantor, Juan Polo Cervantes, Qué tan lindo es pasear en Santa Marta en la tardecita por las orillas del Mar, mirando las aguas yo allí me puse a pensar: se me van las Horas, pero no me hacen falta...
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- Por Julio Olaciregui
1922: annus mirabilis
Para Paul Baudry
En aquel año, James Joyce publica Ulysses en París, gracias a la ayuda de Sylvia Beach de Shakespeare and Company. En una habitación de la rue Hamelin, a algunos kilómetros de allí, Marcel Proust termina À la recherche du temps perdu y, poco después, muere de cansancio y bronquitis. Entretanto, Picasso da a conocer su Mujeres corriendo por la playa, T.S Eliot publica Waste Land, Rainer Maria Rilke escribe las últimas Duineser Elegien y, por si fuera poco, Stravinski presenta su Mavra nada menos que en el ballet de Diaghilev. El mundo parece tomar un respiro entre las dos grandes guerras, como si se empeñara en olvidar el cataclismo antes de arrojarse al holocausto. Los colores, las palabras, las notas musicales se esfuerzan en seguir viviendo, construir un sentido, en medio del horror más voraz.
A miles de kilómetros, en un país inventado de tan irreal, en la obscura imprenta de un panóptico, un hombre ojeroso publica doscientos ejemplares de su poemario. Los distribuirá entre sus amigos, antes de viajar a Europa, donde no se encontrará con Joyce, tampoco con Proust o Eliot, menos aún con Rilke. Ni siquiera podrá tomar una cerveza con Pablo Picasso, quien haría un retrato de él, pero a partir de una fotografía. De la dulce y alegre Europa no conocerá una sola línea, ni tan siquiera un color o una nota musical, aunque sí los albores de la Segunda Guerra que devastaría a todo un continente. Morirá poco antes, en una habitación parisina, cuentan que acompañado de su mujer, en medio de algo parecido a una digna pobreza.
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- Por Félix Terrones
McHondo [libros arte cultura]
Mi experiencia como educador durante cerca de 3 lustros me llevó a descubrir que los libros son embajadores por excelencia en la cada vez más difícil tarea de promover la educación, el conocimiento y la diversidad cultural. No obstante, en estos días pintados de incertidumbre y espanto, vienen a ser cada vez menos las librerías en nuestro Puerto Rico. A fines de 2014 cerraron sus puertas 2 importantes librerías en el mismo corazón de Río Piedras, ciudad universitaria por excelencia del país. (Con tan sólo mirar en nuestro derredor, confirmamos la desmedida importancia que han cobrado la tecnología mediática y los juegos electrónicos).
Nunca quise ser propietario ni dueño de nada ni administrar otra cosa distinta que mi propio destino. (En semejante postura pesa mucho mi enamoramiento de las pantorrillas de mi libertad). He aquí que la Providencia ha tenido mejores planes para mí.
Una de las personas más respetadas y sabias de su época, el alemán Goethe, dijo alguna vez: "Lo más importante en este mundo, no es saber dónde estás, sino hacia dónde vas". El 24 de octubre de 2014, McHondo abrió puerta y ventanas con el norte preclaro de brindarles a los conciudadanos —los de la patria chica tanto como los de la urbe citadina y también los de la banda de allá, allende los mares, que nos honren con su visita— un oasis donde abrevar esa sed que no es para la boca. También para cuando sea justo y necesario bajarse de la prisa y el chinchorreo fugaz. Aquí, en el mismo epicentro municipal de San Sebastián de las Vegas del Pepino les esperamos en nuestro quiosco cultural, éste, su servidor, y, a una veintena de pasos más hacia la Casa Alcaldía, William, con su sabroso café. Así, al amparo de una siempre generosa sombra y con el murmullo de la fuente como paisaje de fondo, podrá Ud. degustar ese revitalizante elíxir de Fierabrás y perfumarse las neuronas con algún tesoro que decida adquirir en McHondo.
El nombre del humilde establecimiento surge de 2 coyunturas (claro, ya antes en NY un colombiano operó exitosamente una librería que llevaba el vistoso nombre del poblado creado por el ilustre "Gabo", Macondo): 1ro., homenajear al admirado padre de los Buendía y, 2do., como, a fuerza de necesidad, los boricuas aprendieron rápido a pronunciar el Mac del nombre de la cadena de comivetes gringos que , cual virus letal, se ha propagado por toda la faz del planeta, pues no es mucho pedir que también los boricuas aprendieran a sortear la aparente extrañeza de McHondo.
De una parte, perseguimos aportar a la descentralización de la cultura de las zonas metropolitanas del país. De otra, nos unimos a los que pretendemos hacer la diferencia brindándoles a nuestra juventud y compueblanos en general opciones con las cuales subsanar la terrible situación cómplice de la ignorancia, la dejadez, el conformismo y la frivolidad que hoy día oprime a nuestro país.
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- Por Edgardo Nieves-Mieles
Aurora Boreal® se encuentra en Madird con Claudio Pérez Míguez y Raúl Manrique Girón, propietarios de la Librería del Centro, del sello editorial Del Centro Editores y del Centro de Arte de Madrid, tres espacios fundamentales y especializada en autores hispanoamericanos y españoles con presencia en América. El sello Del Centro Editores está enfocado en libros totalmente artesanales, de tirada limitada, numerados y firmados por los autores o el editor, con textos inéditos o recuperados. El Centro de Arte Moderno es una institución privada que desarrolla una amplia función de difusión cultural a través de diferentes áreas.
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- Por Raúl Manrique Girón
Pepa Pombo y su hija Mónica Holguín presentaron en la pasarela del Círculo de la Moda de Bogotá su nueva colección Diva Retro inspirada en los años 70.
Los colores fuertes como verdes lima, azules profundos del mar, naranja y fucsias se imposieron. También los colores neutros como el cálido, grises suaves y amarillos de luz fueron vistos en la colección.
Las siluetas femeninas eran muy sofisticadas y de ajuste relajado, parecido al estilo Jackie Onassis. También había una gran variedad de estilos que consisten en vestidos sueltos, cárdigans de punto de gran tamaño, las faldas de forma ajustada, vestidos maxi, y pantalones de cintura alta con piernas anchas.
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- Por Catalina Stack
El rumor del barrio Abajo llega hasta Berlín
En Berlín es sábado de carnaval
Morriña y sanguaza y algo de miedo a tener cachetes de cerdo
¡ A la fría mortadela !
Vamos al cine mi negri, están dando Crónica de un amor
Desde niños nos gusta esa ilusión
La luz sobre los rostros de la gente cuando abren las compuertas de lo imaginario
Nos trae el hálito de muchos personajes posibles
Mi ausencia me ha vuelto « adorable »
Vuelvo a un lugar ya visitado
Parezco el mismo del año pasado y sin embargo soy otro
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- Por Julio Olaciregui
Bartleby & Co.
"Preferiría no hacerlo", responde obstinado el obscuro empleado Bartleby al enésimo ruego de Herman Melville para que le cuente su vida, dónde nació, cómo pasó su infancia, de qué manera llegó al puesto que ocupaba. Cansado y frustrado, el escritor se levanta y se va, seguro de que se le iba la oportunidad de escribir una gran novela. "Preferiría no hacerlo", resuenan las palabras del escriba en sus oídos, esa negativa constante, obstinada, perenne. "Preferiría no hacerlo" siguen resonando las palabras como si en su repetición se aglomerara una negativa más grande, un rechazo inmenso a algo invisible. "Preferiría no hacerlo", finalmente, siguen repitiéndose esas tres palabras, y en su repetición se gastan, se hacen silencio, como ocurre cuando nos acostumbramos a un ruido. Un silencio ominoso, un silencio que mortifica, un silencio absurdo. Entonces, Herman Melville se despierta en medio del sueño. De pronto, aquel hombrecito ha adquirido una envergadura diferente, la cual no entraría en una novela cualquiera. El escritor se sienta y decide hacer al revés, no escribiría su vida a partir de lo que supiera sino a partir de lo que sus negativas se habían empeñado en formular. Rodearía al peligroso silencio con palabras, aunque a estas alturas – la frente sudorosa, los ojos desorbitados, la lengua seca - él mismo preferiría no hacerlo.
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- Por Félix Terrones
Con ocasión del homenaje que la Fundación Cuatrotablas (Colombia), le rindió al escritor colombiano Milciades Arévalo el sábado 14 de noviembre de 2015, publicamos el siguiente texto del poeta Marcos Fabián Herrera que fue leído en el tributo en mención.
Lo conocí en un atardecer en el que sol porfiaba por no dejar escapar el día, y la noche se anunciaba con chubascos en un cielo encapotado y manchado de densas nubes. Con la mirada extraviada, gestos febriles y una adelgazada voz, en la recepción del hotel recitaba "El Barco Ebrio" de Arthur Rimbaud, y glosaba versos de Kavafis. De esa manera, se granjeaba la admiración de quienes lo escuchábamos en el aletargado crepúsculo de un viernes en Pitalito.
La entonación musical de su ritual de rapsoda, su apropiación del improvisado proscenio, y la certidumbre propia de los memoriosos, hechizaron a los expectantes oyentes cautivados por el escritor nacido en el Cruce de los Vientos. Milciades había sido invitado por Isaías Peña a un festival de artes en Pitalito, y se solazaba en un inesperado embate de Eros, mientras bellas jovencitas lo asediaban para recibir el haz de luz de su cámara fotográfica.
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- Por Marcos Fabián Herrera
Los poetas españoles que empezaron a escribir en los años cincuenta están quizás entre los que con más empeño y también con mayor diversidad de fines y de medios reaccionaron ante la ruptura sociocultural que crearon, en España, el franquismo y, en el mundo, las nuevas y siniestras relaciones de fuerzas que nacen de la segunda guerra.
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- Por Américo Ferrari
En Bogotá, Santiago Figueroa nos habla de su tesoro: la mágica librería Biblos custodiada por 3 duendes libreros
Edimca: ...muy agradable el ambiente de su librería ...
Figueroa: ...Pues cómpremela porque sí es una maravilla pero de esto no se puede vivir...( risas....)
Vea, yo trabajé toda la vida como ejecutivo de una multinacional suiza que es la Nestlé. Soy jubilado de dicha empresa. Obviamente vivo de la jubilación. Nunca he sacado un centavo de esta librería sino que más bien le he metido plata... La librería Biblos fue fundada con mucho afecto y con mucho amor por unas damas muy especiales, Camila y Consuelo Gaitán. Consuelo estudió filosofía y creo que Camila estudió lenguas, ambas en los Andes. Fue Consuelo la promotora y la librería cuando comenzó a funcionar, estaba en otro local ubicado en la calle que está justamente en frente a este local hace unos 20-21 años. Consuelo y Camila lograron hacer de la librería un centro cultural, de encuentro...aquí venían muchos intelectuales y hasta políticos y yo he sido aficionado a los libros y me ha gustado leer toda la vida, a pesar de que uno es ejecutivo y tal, cuando tenía un tiempito, me leía un buen libro de literatura o de historia o lo que fuere y me hice afecto a esta librería y a las Gaitán. Sí, me hice cercano a ellas y venía a las tertulias los viernes y la pasábamos muy bien. Las Gaitán tuvieron dificultades porque sostener una librería de este tipo es difícil. Cuando yo estaba en pleno tema de mi jubilación, ellas pasaban por angustias económicas en la librería. Entonces en un momento dado, yo les dije, hombre, yo me le mido a ser gerente de la librería pero sobre la base de que yo compre una participación importante, lo cual se dio. Se hizo un aumento de capital, decisión que fue acogida por muchísima gente, muchos socios. Hicimos una recogida de dineros. Eso, lo hicieron socios como Andrés Hoyos-un socio muy querido y muy cercano-otros, como Daniel Samper, Andrés Obregón, Carlos Gaviria... posteriormente, Juan Manuel Santos-para que vea que esto es de todo el mundo...( risas)
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- Por Edimca
Anoche vimos "Mogambo", de John Ford, en la Cinémathèque. Un tecnicolor de tonos cobrizos, algo quemado, y oh sorpresa los créditos iniciales ruedan acompañados de coros africanos y tambores. Ahora sabemos que fue filmada a fines de 1952 y comienzos del 53 en Kenia, en Uganda y en el Africa Ecuatorial Francesa, un territorio de dos millones y medio de kilómetros cuadrados conquistado por los militares exploradores franceses a fines del siglo XIX. (Quiero leer Viaje al Congo, de André Gide)
Gorilas muy humanos se enfrentan a mano pelada y gritos y gruñidos con la banda de cazadores armados de carabinas dirigida por Clark Gable, y de la que forman parte "El Antrópologo Británico" y su Señora Grace Kelly, así como la hermosa flaca aventurera encarnada por Ava Gardner, quien se autodenomina en las presentaciones "Honey Bear" (miel de osos)
Miles de nativos musculosos rítmicos cantantes bailarines semidesnudos algunos con lanzas trabajan de figurantes extras en su propia tierra, Mogambo, acompañando en sus safaris a los occidentales "rosados" en bermudas...
"Agarrando pueblo", de Carlos Mayolo, me viene a la memoria, ir a lugares "exóticos" para filmar el color local, John Ford anda en el corazón de Africa con sus cámaras "filmando negros" estéticos, coreografías en medio de paisajes espectaculares, con animales "en una inconcebible libertad" (micos, tigres, hipopótamos, leones, jirafas... gorilas) encargados por los zoológicos y los circos de Europa y Estados Unidos. La película, dicen los archivos electrónicos, también fue un encargo. Y un remake.
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- Por Julio Olaciregui