Actualidad
International Poetry Festival
KALAM LELSHABAB
Poetry in Concert
Readings, music, performances
3-7 November 2013
Italian Cultural Institute
Cairo
A week of FREE EVENTS!
- Detalles
- Por Instituto Cultura Italiano - Cairo
Por casualidad esta nota es la gota que colmó mi taza. Ha sido inspirada por la programación del VI Encuentro Nacional de Escritores Luis Vidales, pero la tal gota bien podría haber sido cualquier otro evento literario local, regional o nacional celebrado en Colombia el último año, década o siglo, per saecula saeculorum hasta la Colonia o la Conquista. Cualquier parecido de la programación del encuentro al que me refiero con un catálogo o inventario de HOMBRES no es mera coincidencia.
Veinte ponentes han sido invitados a participar en este encuentro nacional de escritores y entre ellos figuran dos mujeres, Patricia Nieto y Pilar Lozano, periodistas de solvente trayectoria que intervendrán en una charla sobre la relatoría de guerra con Juan José Hoyos – casualmente programada a la santa hora de la siesta.
Podríamos aducir que debido al afán mundial de ahorrar en lo cultural, la mayoría de los autores proceden del Quindío, sede del evento, y por azar en esa región se destacaban solo varones en la literatura y las letras. Pero ese argumento tampoco cuela. El cantautor Guillermo Calderón, llamado a clausurar el evento, es huilense; entre los escritores, Mario Jurisch nació en Valledupar, Nahum Montt y Pablo Montoya son de Barrancabermeja, Fernando Cruz Kronfly es de Buga y Pedro Claver Téllez de Santander, para mencionar cinco de los 17 escritores.
- Detalles
- Por Anabel Torres
Nota de Prensa
Consuelo Triviño Anzola autora de La semilla de la ira. Máscaras de Vargas Vila estará visitando Buenos Aires del 15 al 24 de noviembre de 2013.
Con esta novela la autora no solo reinventa la vida del polémico pornógrafo y panfletario José María Vargas Vila, el escritor más leído en lengua española, sino que trae al presente con un virtuosismo desconocido la belleza plástica y la sonoridad de la prosa modernista. La autora despelleja al autor más repudiado por las instituciones del poder, que lo borraron de las historias de la literatura, sin conseguir con ello enterrarlo en el olvido, hasta llegar a su alma atormentada. Excomulgado, anatematizado, menospreciado por la crítica literaria, el personaje sigue vivo en sus airados panfletos contra el fanatismo, la intolerancia y el caudillismo en América Latina, mucho más que en la larga lista de novelas eróticas en las que se iniciaron sexualmente los lectores del siglo XX. Triviño Anzola atraviesa la belle époque hispánica, recreando el enigma de quien habló demasiado de sí mismo, pero contó poco de su vida. Situada entre 1899 y 1933, la novela fue recibida como un acontecimiento literario en Colombia, además de merecer los elogios de críticos prestigiosos como Julio Ortega y especialistas como Klaus Meyer-Minnemann. Entre muchos de sus méritos está el recuperar para el presente la escritura modernista y ofrecernos el testimonio de un exiliado cosmopolita, amigo de Darío y Martí. Narrada en primera persona, habla de los afanes del personaje, de sus sueños y de la nostalgia de la patria perdida, a la que regresa en un viaje ficticio. Pero además, traza el perfil de un Vargas Vila despojado de sus máscaras, cuyo verbo exhala la intensa atmósfera decadentista, con su textura, colorido y musicalidad. Esta extraordonaria novela le recuerda a los lectores que las formas artísticas son eternas y que la historia de América Latina es cíclica, por cuanto sus virulentos ataques cobran en la actualidad una vigencia inusitada.
- Detalles
- Por Verbum Editorial
En Colombia todo el mundo es doctor mientras no se demuestre lo contrario, dice el
viejo cliché atribuido al caldense Alzate Avendaño. Todos los días, millares de
doctores salen a trabajar. Solo uno de ellos cumple años en agosto, es paisano
de Alzate, más que el rótulo de doctor se merece el Don, con mayúscula, para
reivindicar ese perratiado título. Y como vive en eterno período de prueba, todos
los días cumple años. Los celebra camellando. Y carcajeándose, su dieta para no
envejecer.
Activista
del signo leo como Mata Hari, Madonna, Fidel Castro, Napoleón, Goethe, los
expresidentes Bill Clinton, Samper y Pastrana, y el presidente Chávez, de
Venezuela, se despierta y diez segundos después concluye que "cada amanecer es
jubiloso. Es el comienzo del asombro".
Es
consumidor empedernido de chontaduro de Ríosucio, el "viagra natural" como lo
denomina. No consume horóscopos pero conoce la letra menuda de quienes nacieron
bajo esa jurisdicción zodiacal: "Mi signo me da fuerza y confianza en la
existencia. Los especialistas en horóscopos dicen que favorece el ímpetu en
múltiples aspectos. Pero la realidad es que el signo es, ante todo, la actitud
que uno escoja ante la vida".
- Detalles
- Por Óscar Domínguez
Amar a Bogotá en sus 475 años es haber convertido en sueño bogotano el insomnio
americano o europeo Amarla es haberla escogido como Ítaca para pegar
en ella el grito de independencia doméstico
Amar a Bogotá es estar muy agradecidos con don Gonzalo
Jiménez de Quesada por haberse levantado con vena de fundador aquel día de
agosto, un mes con piel de viento Es trepar a Monserrate, pie en tierra y promesa en mano.
Es quererla con ropita y sin ella, o sea, con sus virtudes, pero sobre todo con sus defectos. Como si fuera una novia difícil.
Es caer en
la tentación de darse un septimazo.
Es tutearse
con la historia taconeando en la
Casa del Florero donde arrancó la independencia gracias al
mal genio del chapetón González Llorente.
- Detalles
- Por Óscar Domínguez
Hace años, un día del padre, cuando mis hijos Andrea y Juan tenían 8 y 5 años,
respectivamente, les dirigí esta carta:
Queridos "locos bajitos":
Qué rollo este de ser papá. Sobre todo porque un papá no es una mamá y allí empieza Cristo
a padecer.
Los papás somos menos taquilleros que las madres. Somos prescindibles
como los politólogos y las hamburguesas.
Pero al menos (¿¡) no somos envidiosos y les dejamos a ellas el
complicado protagonismo doméstico.
Uno se acuesta aliviado cualquier día y se despierta papá, sin ningún
entrenamiento previo.
Debería existir una Universidad en donde los padres saquen algún título
en su paternidad responsable, de la misma forma como a los abogados los
adiestran en los intríngulis de los códigos y a los médicos en las intimidades
del bisturí.
- Detalles
- Por Óscar Domínguez
Toda época tiene los sapos que se merece. El sapo
colombiano ha hecho méritos suficientes
para ir por el mundo sin comillas.
El sapo tira la piedra y esconde la cara. La
clandestinidad es su ámbito. Tiene por cárcel la oscura madriguera desde donde
conspira.
El saurio criollo
delata gratis, por inercia. No exige recompensa. La rechaza. Él mismo se cobra
sus honorarios. Es parte de sus principios, porque los tiene. (Ahora "si no le
gustan, se los cambio por otros", dice con Marx, Groucho, no Carlos).
El sapo asciende tirándose al otro. Cuando se queda sin
ideas, para inspirarse, saca de la
cartera la estampita de su tutor ideológico, Judas Iscariote.
De su amigo, de su vecino, de su pariente, dice sólo lo
falso. No investiga. Sin confirmar sí lo dice. Mata y después averigua.
- Detalles
- Por Óscar Domínguez
Los bogoteños somos esos tipos con cara de retrato hablado, venidos de otros atardeceres, que tenemos la nostalgia por cárcel. En nuestro disco duro figuran la última lágrima o el beso de despedida.
También tenemos fresco el primer aguacero, el salario mínimo inicial, el primer amigo, el paisaje de mujer que nos dieron la bienvenida cuando llegamos en busca del sueño bogotano, construido a punta de insomnios.
En muchos de nosotros se dio el caso de amor a primera vista entre la metrópoli apabullante que está de muchos 475 años, y el forastero perplejo que llegó a lomo de bus escalera con una muda de ropa y el calor de las piedras del fogón casero.
Los bogoteños vivimos en estado de miti-miti perpetuo: medio corazón se quedó allá, el resto nos acompaña. No fuimos profetas en nuestra tierra. Aquí tampoco, pero se nota menos. Somos uno más.
En la gran urbe el anonimato es otra forma de vida. Además, de anonimato nadie ha muerto. En todo caso, somos tantos que unidos podríamos poner alcalde y presidente. Claro que preferimos vivir, al estrés lagarto de elegir.
En los primeros días del desembarco, en Monserrate los paisas veíamos el Morro Picacho, los caleños, el cerro de las Tres Cruces, los cartageneros, la Popa, los manizaleños el Nevado del Ruiz sin fumarola, los pastusos ... su ninguniado cuy.
Con el tiempo y un palito incorporamos el clima a nuestra hoja de vida meteorológica. Aunque habría que hablar de "ex frío" porque Bogotá hace tiempos cambió de clima. La fauna bogoteña preferiría que la columna de mercurio no siguiera subiendo. Cada vez más, Bogotá se da preocupantes ínfulas cartageneras lo que le roba parte de su sexapil.
- Detalles
- Por Óscar Domínguez
El gato es el único cuadrúpedo que vive en vacaciones
perpetuas. Nace y ya está jubilado. Es el indiscutido rey del "dolce far
niente". Lo llaman para que no haga nada y está ocupado durmiendo.
Gato es el otro nombre del silencio. Parecen con
silenciador en cada pata. Por dicho motivo, estas alfombras de silencio no se
sienten. Al gato hay que sospecharlo. No inventaron el anonimato: le dieron
estatus. Saben que el gato solo bien se lame. No solo el buey.
Cuando irrumpe un ladrón en casa, en vez de "ladrar",
los gatos asumen que el intruso es algún remoto amigo de la familia, o alguien
próximo al árbol genealógico, y sigue durmiendo. Lo mismo les da. Nunca le
piden papeles al advenedizo. Desde su plácido sueño acompañan al ladrón a que
desocupe la casa. Luego se relamen el bigote como si los pillos hubieran sido
ellos.
- Detalles
- Por Óscar Domínguez
Ayer, 16 de abril de 2013, pasé la noche en el cuarto que Fernando Pessoa ocupó durante los últimos 15 años de su vida. La experiencia me dejó llena de recuerdos únicos. Acostada en la cama leí su libro Mensagem (Mensaje) y un par de cuentos de Antonio Tabucchi (un pessoano incurable). A eso de la una de la madrugada me acerqué a la cómoda, la misma sobre la que el poeta, en su piel de Álvaro de Campos, escribió de pie "El guardador de rebaños", y tomé algunas notas en mi libreta de apuntes (regalo de Silvia Favaretto). El periodista portugués que me entrevistó esta mañana me preguntó si Pessoa se me había aparecido durante la noche, y yo le contesté con la verdad: sí, el poeta vino a mi encuentro, pero transfigurado, como corresponde a un hombre que fue una infinidad de hombres. Pensé que iba a tener miedo al quedarme sola. Pero no fue así, toda la noche me sentí bien acompañada (y lo estaba).
Mi mayor gratitud para Inês Pedrosa, directora de la Casa Fernando Pessoa de Lisboa, y para su magnífico equipo de colaboradores.
La decoración del cuarto fue preparada por Paulo Cardoso, y es un homenaje a Raphael Baldoya (personaje que inventó Fernando Pessoa para desarrollar su pasión por la astrología, escribir ensayos sobre el tema y realizar miles de cartas astrales).
Sobre Lauren Mendinueta
Colombia, 1977. Tiene publicados siete libros entre poesía, ensayo y biografía. Ha recibido en Colombia tres premios nacionales de poesía y el Premio Nacional de Ensayo y Crítica de Arte del Ministerio de Cultura y la Universidad de los Andes (2011). Además ha recibido en España los premios Martín García Ramos (Almería, 2007) por La Vocación Suspendida (Point de Lunettes, 2008, Travesías, Min. Cultura de Colombia, 2009) y el Premio César Simón (Universidad de Valencia, 2011) por Del Tiempo, un paso (Denes, 2011). En portugués publicó los libros: Vistas sobre o Tejo (Lisboa, 2011) y la antología Um país que sonha (cem anos de poesia colombiana) (Lisboa, 2012). Vivió en México y España. Desde 2007 vive en Lisboa.
Sobre la Casa Fernando Pessoa
Rua Coelho da Rocha, 16
Campo de Ourique
1250-088 Lisboa
Tel.: +351 213 913 270
E-mail:
Blog: mundopessoa.blogs.sapo.pt
- Detalles
- Por Lauren Mendinueta
El próximo martes 16 de abril, la poeta colombiana Lauren Mendinueta participará en el ciclo UNA NOCHE CON PESSOA, durmiendo en el cuarto donde Pessoa vivió los últimos quince años de su vida (¿de sus vidas?). La propuesta de la Casa Fernando Pessoa consiste en invitar a escritores a dormir en el cuarto de Fernando Pessoa pidiéndoles que escriban, después de esa noche, un texto para un libro que se editará posteriormente.
El escritor invitado es entrevistado en video dos veces, la primera vez a su llegada y la segunda a la mañana siguiente. Las entrevistas también serán editadas en un DVD.
Fueron anteriores "huéspedes de Pessoa", entre otros: Armando Romero, Rosa Montero, Maria Lúcia Dal Farra, Valter Hugo Mãe, Jacinto Lucas Pires, José Mário Silva, José Tolentino Mendonça, Jaime Rocha, Leonor Xavier e Tatiana Salem Levy.
Sobre Lauren Mendinueta
Colombia, 1977. Tiene publicados siete libros entre poesía, ensayo y biografía. Ha recibido en Colombia tres premios nacionales de poesía y el Premio Nacional de Ensayo y Crítica de Arte del Ministerio de Cultura y la Universidad de los Andes (2011). Además ha recibido en España los premios Martín García Ramos (Almería, 2007) por La Vocación Suspendida (Point de Lunettes, 2008, Travesías, Min. Cultura de Colombia, 2009) y el Premio César Simón (Universidad de Valencia, 2011) por Del Tiempo, un paso (Denes, 2011). En portugués publicó los libros: Vistas sobre o Tejo (Lisboa, 2011) y la antología Um país que sonha (cem anos de poesia colombiana) (Lisboa, 2012). Vivió en México y España. Desde 2007 vive en Lisboa.
Sobre la Casa Fernando Pessoa
Rua Coelho da Rocha, 16
Campo de Ourique
1250-088 Lisboa
Tel.: +351 213 913 270
E-mail:
Blog: mundopessoa.blogs.sapo.pt
- Detalles
- Por Casa Fernando Pessoa
El escritor Julio Olaciregui ganó, entre 1.423 aspirantes, el II Premio Nacional de Cuento La Cueva, organizado por la fundación del mismo nombre.
El cuento "La piel de Mabina", que obtiene 20 millones de pesos colombianos en efectivo, dará título y será incluido en el próximo libro de cuentos de La Cueva, con los otros 24 cuentos finalistas del concurso.
Nacido en Barranquilla en 1951, Olaciregui viajó a París en 1978, donde reside y trabaja desde entonces como periodista de la agencia de noticias AFP y escribe ficción. De sus libros destacamos las novelas Los domingos de Charito, Trapos al Sol y Dionea, así como sus libros de cuentos, Vestido de bestia y Días de Tambor, su última publicación.
De segundo, en el II Premio La Cueva, quedó Miguel Castillo Fuentes con su cuento "Tres hombres solos". Tercero, Sebastián Saldarriaga Martínez, con "Oculto bajo la tierra, casi en su centro".
El jurado, que también premió al segundo y al tercer lugar con tres y dos millones de pesos, estuvo conformado por los escritores Alberto Salcedo Ramos, Juan Diego Mejía y Roberto Burgos Cantor.
Estos son los 25 autores que harán parte del libro de cuentos de La Cueva.
- Detalles
- Por Leo Larsen
Amigas y amigos: Este es una petición que hago desde la ira, desde la bronca y el dolor, porque a uno de mis más queridos amigos, a mi hermano del alma Daniel Mordzinski, el gran fotógrafo de la literatura, le han hecho desaparecer veintisiete años de trabajo, ¡ 27 años! , el trabajo de toda una vida botado a la basura, y no es una metáfora, no: las manos de un cretino que seguían los órdenes de otros cretinos decidieron que el trabajo de Daniel Mordzisnky no merecía más destino que el desprecio y la basura.
Durante más de diez años y en virtud de una alianza entre el periódico español EL PAIS y el francés LE MONDE, Daniel Mordzinsky utilizaba un despacho en el séptimo piso de la redacción parisina de LE MONDE para guardar y conservar su archivo de negativos y diapositivas. Eran miles de negativos y diapositivas, de originales conservados con el rigor que caracteriza a Daniel, y que sin más, sin ninguna contemplación fueron arrojados a la basura.
El pasado 7 de marzo, Miguel Mora, corresponsal de EL PAIS en Francia, llegó hasta el despacho de la séptima planta y se encontró con que lo habían vaciado totalmente, sin que mediara un aviso ni a él ni a Daniel. Simplemente habían sacado todo lo que ahí había y lo habían hecho desaparecer.
Tras horas de dramática búsqueda, de preguntas sin más respuestas que el cobarde bajar la cabeza y musitar "je suis desolé", en un sótano encontraron el gran mueble archivador que el mismo Daniel había pintado de negro hace diez años, totalmente vacío.
En una demostración de cobardía y bajeza moral que manda al infierno toda la tradición de defensor de la libertad de expresión que caracterizó a LE MONDE, nadie ha querido responder quién y por qué se tomó la decsión de botar a la basura 27 años de trabajo de uno de los mayores fotógrafos del mundo.
- Detalles
- Por Luis Sepúlveda