Este polifacético creador, no sólo de geometrías aéreas llenas de luz y color sino también de grabados, elaboración de libros de artistas hechos a mano, dibujos y diseños para proyectos arquitectónicos y numerosos escritos sobre arte y cultura, nace en el año de 1942,en Jerusalén.
Allí transcurren sus primeros 19 años. Este período de su vida en su ciudad natal, lo alimenta y lo llena de la energía creadora que lo ha acompañado hasta ahora. Para este gran artista palestino, sus cuarenta años de exilio no han disminuido su amor y unión visceral con un Jerusalén extraordinario por su importancia espiritual y por el legado cultural de mil trescientos años de civilización árabe e islámica. Jerusalén ha estado siempre presente en el centro de su vida y de su obra.
A los 19 años, Boullata deja su tierra natal para estudiar pintura durante cuatro años en la Academia de Bellas Artes de Roma. En 1965, ya graduado, regresa para establecerse en una Jerusalén dividida por un alambre de púas en dos costados-el costado occidental, anexo en 1948 por el recién nacido Estado de Israel y el costado oriental, bajo jurisdicción de Jordania.
Dos años después, queda encallado en Beirut cuando estalla la guerra de 1967.La espera para poder regresar a su patria, se prolonga hasta un punto en que decide irse para los Estados Unidos de Norteamérica donde continúa sus estudios de postgrado en la Escuela de Bellas Artes del Museo Corcoran en la ciudad de Washington.
"Terminé viviendo 25 años de mi vida de exiliado en los Estados Unidos porque a los palestinos que nos tocó estar fuera de la patria durante la guerra de 1967, se les maldecía constantemente para que no regresaran a vivir a sus hogares."
El artista vive ahora en Menton, una pequeña ciudad en el sur de Francia donde ha encontrado de nuevo la luz, los olores y las emociones de antaño.
"Aquí en las playas del Mediterráneo, me encuentro lejos de todo aquello de lo que me he enterado en los últimos años pero también me encuentro cerca de un lugar que me recuerda mi hogar paterno. Las campanas de la capilla de San Miguel que marcan el pasar del día, no suenan como ninguna de las campanas de Jerusalén. Pero la pintura siempre vendrá de pintar. Aquí, a medida que absorbo las sensaciones visuales a mi alrededor, reconozco relaciones particulares con mis colores que son familiares a la luz y al aire del lugar",escribe Boullata, en -"Medir Jerusalén: Exploraciones del cuadrado"-texto que aparece como capítulo conclusivo de su reciente libro intitulado: "Arte Palestina: 1850-2005".
Cuando el artista rememora sus años de infancia y adolescencia en Jerusalén, nos habla del pintor de íconos, Khalil Hababi, quien fue su primer profesor de arte:
"Cuando era joven, no existía en Jerusalén una escuela de Bellas Artes. Por eso mis padres me mandaron a estudiar arte a donde Hababi -de acuerdo a sus principios ,los cuales, en aquella época, me parecían demasiado restrictivos y poco inspiradores. Por ese entonces, me interesaba más aprender a pintar al óleo sobre tela, al aire libre, y no en su atelier al lado de nuestra casa en la ciudad vieja. Pintar sobre madera y usar una parrilla para trazar las imágenes del master, no era exactamente lo que yo estaba buscando."
Sin embargo, el joven Boullata sigue yendo allá durante todas sus vacaciones escolares y aprende todo aquello que Hababi puede enseñarle: ver la estructura geométrica debajo de todas las composiciones, mezclar los colores de los óleos así como el tratamiento de otras cuestiones técnicas.
Durante sus años en Roma, piensa haber olvidado todo aquello aprendido de su viejo profesor. Pero años después, cuando vive en los Estados Unidos, las enseñanzas de Hababi salen a flote:
"Cuando estaba en USA, mis recuerdos de Jerusalén se volvieron muy vívidos. La distancia y el exilio hicieron surgir el recuerdo de aquellos días de verano que solía pasar con Hababi."
Boullata pasa por un proceso de liberación de lo aprendido en Roma y en Washington. Comienza a recordar el método pictórico aprendido en el atelier de Hababi, -que se basaba en el empleo de la rejilla de cuadrados para crear diferentes composiciones geométricas. Sus primeros trabajos inspirados en el arte iconográfica de su viejo profesor, son láminas compuestas de palabras árabes y de expresiones no ortodoxas sobre pantallas de seda con esquinas fuertemente afiladas.
"La introducción de palabras árabes en mi trabajo artístico cuando vivía en un lugar donde el árabe era tan extraño como lo era yo, representó un reto a través del cual yo busqué afianzar mi diferencia al mantener mi identidad cultural."
Boullata insiste en que su interés en la escritura angular, no proviene de su profundo aprecio por la caligrafía árabe. Él lo atribuye a su deseo de dar una forma árabe contemporánea al arte geométrico que había sido elaborado por los vanguardistas de la abstracción geométrica en el arte americano.
"La palabra‘caligrafía', proviene del griego y significa literalmente ‘bella escritura a mano'. Nunca me interesó la reproducción de ‘bella escritura a mano' en mi trabajo artístico. Yo dibujaba palabras con lápiz y regla, no con la punta de una pluma de calígrafo. Lo que en verdad busqué a través del uso de palabras y expresiones selectas, fue recrear por medio de transparencias de color y de configuraciones geométricas, un arte en la cual la lectura puede intercambiarse con la posibilidad de ver dónde forma y contenido así como sonido y significado, puedan reclamar una relación estética visual."
Este trabajo lo realiza Boullata en el periodo comprendido entre finales de los años '70 hasta inicios de los '80.Es ése el periodo durante el cual, muchísimos artistas árabes, en todo el mundo árabe, comienzan a incorporar la escritura a mano en sus obras. Boullata, se da cuenta de esta tendencia en el arte árabe contemporánea de su cultura y decide abandonar el uso de las palabras árabes. .Empieza entonces a crear pinturas geométricas abstractas, exentas de palabras, pero sus pinturas siguen basándose en la rejilla y el cuadrado.
Boullata sorprende a todos, cuando en 1985 acepta el encargo de desarrollar un proyecto para dibujar la banda de un verso del Corán alrededor del edificio de Bait al Qur'an en Manama,Bahrain...La presencia de Jerusalén surge de nuevo en su visión cuando dice:
"El arte ha sido siempre una parte intrínseca de la arquitectura en nuestra herencia cultural. Es la manera en que el árabe ha estado en el centro del pensamiento islámico...La Cúpula de la Roca, es una joya arquitectónica revestida con un mundo de colores y mosaicos que nos deja sin aliento...Es un formidable ejemplo donde el arte y la arquitectura, están exquisitamente unidos...Nunca ha dejado de ser una fuente de inspiración a través del desarrollo de mi arte...No existe nada en el mundo que se compare con su belleza y perfección...Desde cuando era niño e iba allá a copiar los patrones arabescos de sus muros, no existe nada en el mundo que me haya marcado más de lo que me marcó el espacio en su perfección y belleza...Siempre me ha producido escalofríos contemplar tanta maravilla."
Boullata cree que un artista debería emplear su arte dentro de la arquitectura de una manera que se convierta en una parte orgánica del edificio.
"Siempre he creído que el más insignificante detalle en un proyecto arquitectónico, tiene que reflejar una parte integral del todo..."
Para el trabajo de la banda coránica, Boullata estudia detenidamente los diseños arquitectónicos del edificio de Bait al Qur'an y luego, desarrolla una escritura especial con caracteres geométricos basados en el principio de la escritura sufí -pero creados para que resuenen con las suaves curvas del edificio, a medida que éstas se retiran contrastando con sus esquinas fuertemente afiladas.
"La hechura del verso coránico se caracterizará por el encuentro de esquinas curvilíneas donde convergen líneas verticales y horizontales..." explica Boullata, quien últimamente se ha dedicado al diseño de vitrales para la iglesia ortodoxa de San Pedro y San Pablo en Potomac, Maryland, USA.
"Todavía estoy trabajando en este proyecto y creo que me tomará años antes de que yo pueda comenzar a ver su realización: Tengo ante mí, más de 2000 pies cuadrados de vidrio para trabajarlo... Además, lo estoy haciendo a larga distancia-cosa que me obliga a estar yendo constantemente a los Estados Unidos..."
Para Boullata ,la geometría y la luz juegan un papel importante en esta creación particular y desde el comienzo, estos elementos han sido componentes esenciales en su pintura. El artista dice que la luz es la que determina nuestra percepción del color y que siempre tiene un ingrediente latente en su pintura. Para él, pintar el vidrio, permite que surja a la superficie lo que parece invisible a nuestros ojos-dice que es como pintar con la luz a través del espacio.
Su esposa, Lily Farhoud, es su mayor apoyo pues es una excelente crítica de arte. Comparten la misma pasión. Por ejemplo, para el trabajo de vitrales en Estados Unidos, pasan interminables meses contemplando muestras de vidrio soplado con la boca, sentados en la fábrica de vidrio. Algunos de los misterios del vidrio; se les han develado. Han aprendido, cómo observar las diferentes sutilezas de las sombras translúcidas del vidrio, que van cambiando durante el día, a medida que cambia la luz.
"Mi trabajo en la iglesia de San Pedro y San Pablo es una extensión de mi trabajo de pintor...Y sin embargo, nunca pensé que pudiera orquestar esta escala de dimensiones sinfónicas, pero trabajar para proyectos arquitectónicos ha sido para mí siempre un sueño..."
El desarrollo de la creativa carrera de Kamal Boullata, se ha caracterizado por una total libertad que no ha encontrado trabas en su proyección a través del tiempo:
Es el fundador y jefe curador de la primera galería especializada en Arte Árabe Moderna en Washington: La Galería Alif.
Dentro de sus funciones más importantes , recordamos su posición como Director de Programa de la Fundación Cultural Árabe Americana ( Arab American Cultural Foundation ) y su actividad como profesor adjunto en la Universidad de Georgetown.
La lista de sus actividades es considerable-pero una constante ha sido la investigación y los escritos sobre arte y cultura.
Boullata, recibe una beca Fulbright por dos años consecutivos para estudiosos escalafonados en 1990, para pintar y conducir investigación en Arte Islámica en Marruecos. La Fundación Ford, lo ha favorecido también con una contribución para que el artista pueda continuar con una investigación que había proyectado anteriormente sobre los orígenes de la pintura palestina en el siglo 19.
El artista edita el catálogo de la séptima Bienal de Sharjah, donde aparecen ensayos originales de críticos de arte, curadores y teóricos culturales. Todo este interesante material solicitado por Boullata, aparece en un libro editado por él y cuyo título es:
"Belonging and Globalisation: Critical Essays in Contemporary Art and Culture",
Londres, Saqui Book, 2008.
"El arte de escribir y de pintar, se completan mutuamente, así como la visión de un ojo se completa con la del otro ojo...En el árabe clásico, las palabras que describen estas dos actividades son frecuentemente intercambiables. Usamos , por ejemplo, la palabra ‘khatta' para decir ‘dibujar' y también para decir ‘escribir'...Desde ese punto de vista, lo que veo y dejo fluir de mis propias raíces culturales...Así yo escribo con una mano y pinto con la otra mano..."
A través de su fluir -de los Estados Unidos a Marruecos y después a París antes de llegar al sur de Francia-Boullata forja una vocación muy variada como resultado de su vida nómada en el exilio. Después del uso de palabras árabes de ángulos rectos construidos sobre la base de cuadrados en una rejilla, el artista y escritor encuentra en su arte, un punto focal en cuestiones de simetría:
"Las palabras basadas en el cuadrado, desaparecieron completamente y el cuadrado mismo se volvió, no sólo el argumento de mi trabajo sino también se volvió el vehículo por medio del cual yo comencé a explorar las ilusiones de la simetría..."
Desde entonces su geometría empieza a desnudarse, y las pinturas contienen una volátil arquitectura interna .Sus colores cambian también de densos y saturados a colores que asumen una mayor transparencia mantenida por sutiles contrastes. Él mismo lo dice así:
"Desde mi experiencia de Rabat y más tarde en Menton, mi manera de ver la luz se ha elevado...Ahora, mi pintura está mucho más llena de luz y de la percepción de la luz...Lo fundamental en todo esto, radica en cómo los colores interactúan entre ellos..."
Se puede decir que la constante en la obra de Boullata, ha sido siempre una rigurosa investigación:
"Estoy deseando constantemente vivir con una pintura un mes y continuar trabajándola...Para una sola pintura, tengo usualmente como mínimo, 40 bosquejos..."
Cuando se le pregunta al artista sobre las exposiciones , dice:
"Para mí, las exposiciones son posibles, solamente cuando yo haya cerrado con algo....Cuando mi trabajo comienza a tener su luz propia ,cuando lo pueda ver con los ojos de un espectador, solamente entonces, puedo pensar en exponerlo..."
Boullata siente una gran tristeza cuando piensa que ha expuesto su obra en diferentes partes del mundo menos en su amada ciudad natal, Jerusalén:
"Las pocas exposiciones hechas en Jerusalén y Ramallah se han limitado a trabajos sobre papel...Mis óleos son demasiado grandes para llevarlos de un lugar a otro...Ésta es tal vez, la experiencia más amarga del exilio..."