Raúl Brasca. Autor de cuentos, microficciones y ensayos. En 1989 fundó, con otros cuatro escritores, la revista Maniático Textual que estuvo en quioscos y librerías hasta 1994. Compiló quince antologías, once de ellas de microficciones, algunas en colaboración con Luis Chitarroni. Su obra ficcional y ensayística fue publicada en antologías, revistas y suplementos literarios de Argentina, Alemania, Brasil, Colombia, España, Honduras, Inglaterra, Italia, México, Perú, Portugal, Serbia, Suiza, USA y Venezuela. En su país recibió, entre otros, los premios del Fondo Nacional de las Artes y de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. La Universidad de Carabobo (Venezuela) le confirió la Orden de Alejo Zuluoga. Fue ponente y conferencista en congresos internacionales, ha dictado clases magistrales, talleres y seminarios en varias universidades europeas y americanas y se desempeñó como jurado en certámenes literarios nacionales e internacionales. Creó las "Jornadas Feriales de Microficción" que coordina y conduce anualmente en la Feria del Libro de Buenos Aires desde 2009. Colabora con bibliográficas en ADN, revista de cultura del diario La Nación.
Es un autor que toca nuestras metáforas, como el paraíso, la pasión, el amor, la biblioteca de Babel, el fin del mundo, metáforas que no terminan de ser reescritas porque es el mundo que nos alimenta, un mundo en el que también leemos a todos nuestros clásicos y modernos, un mundo que cada quien re-interpreta desde su lugar, porque nos abre la posibilidad de entrar sin límites. Es esta quizá la paradoja de un micro: la longitud del micro - estructura formal - es inversamente proporcional a todas las lecturas posibles. Nosotros enriquecemos el micro, lo extendemos, le damos diálogos e interpretaciones y, en todo caso, lo reescribimos. El mundo en un micro es la concentración metafórica de nuestras existencias, nuestras experiencias, en un instante de lucidez y de energía. Es un instante único, pero, al mismo tiempo, cada micro revela el entramado de este mundo lleno de metáforas. En fin, en no pocos micros fui presa de mi propio asombro, y, además, en algunos no pude contener la risa, como en el siguiente, 'Cadáver': "Me senté en el umbral de mi puerta a esperar que pasara el cadáver de mi enemigo. Pasó y me dijo "hasta mañana". Con tal de no darme paz, sigue penando entre los vivos". Trataré, por cierto, de tener cuidado al sentarme en el umbral de mi puerta.
Reseña enviada a Aurora Boreal® por Luis Pulido Ritter. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Luis Pulido Ritter. Foto Raúl Brasca © Raúl Brasca. Foto Luis Pulido Ritter © Christian Olguín.