Para hilar una vida

yessica sequeira 001Alexis, Marguerite Yourcenar (1)
El affair Skeffington, María Moreno (2)
Un año sin amor, Pablo Pérez (3)


¿Cuál es la gran preocupación del lector dedicado? Que libro va a ser el siguiente. Hay cierto placer en anticipar una futura selección aún antes de que la actual haya terminado. Pero lo que uno está leyendo en el momento terminará tomando venganza. Esto influye en el estado de ánimo del lector al acercarse a la nueva obra; las frases repiquetean en la imaginación bajo la influencia de sus antecedentes y la organización textual se encuentra con resonancias estructurales. Campos de fuerza, zonas de solapamientos, estallidos de asociación y cadenas de sentido se generan en conexiones que jamás se dan al azar.

Por eso, el sueño recurrente del lector serio es encontrar a alguien que puede servir como el vínculo al próximo libro —un sabio e irónico guía virgiliano, o quizás un robot muy inteligente— capaz de anticipar no sólo las conexiones literarias y sociales entre libros, sino también la psicología del lector mientras da vuelta la página final.

 

Quería escribir unas palabras sobre El affair Skeffington, publicada en Argentina el diciembre pasado por la editorial Mansalva o debo decir reeditado, ya que esto es su segunda edición. Pero habiendo leído ese libro justo después de Alexis, la novela que la escritora francesa Marguerite Yourcenar escribiera cuando tenía 24 años, y antes de Un año sin amor, el diario que el escritor argentino Pablo Pérez mantuviera mientras luchaba contra SIDA, influyó en la manera en que pensé, comprendí y reaccioné. (Las lecturas posteriores también pueden proyectar asociaciones retrospectivas y alterar la memoria.)

Estos libros son todos, de alguna manera, sobre la reconstrucción del ser, y leerlos juntos produce ciertas iluminaciones, refracciones y sombras. Como obras individuales, reflejan su contenido a través de su estilo. Pero esta manera particular de agruparlas crea además una obra en sí misma, que va formando el lector de un modo particular.

 

Multinarración enciclopédica
El affair Skeffington es una reconstrucción de la vida de "Dolly Skeffington", una poeta y lesbiana norteamericana en París en los años 20. El libro (re)crea su vida a través de fragmentos en tercera persona que la acercan indirectamente, a través de su entorno. Una parte del libro está dedicada a esta biografía indirecta, y otra parte a la poesía de Dolly, con notas finales explicativas.

Jessica Sequeira nació en California y vive en Buenos Aires. Sus ensayos y traducciones al inglés y español han sido publicados en el Los Angeles Review of Books, Boston Review, Time Out, Litro Magazine, Palabras Errantes y Ventana Latina.

En su volumen de crítica Subrayados: Leer hasta que la muerte nos separe, Moreno escribe: "Mi primer libro es muy argentino porque es la biografía de una autora inexistente, una poeta norteamericana que vivió en Paris durante los primeros años del siglo XX y escribió una suerte de diario de su aprendizaje del psicoanálisis y tres libros de poemas. El affair Skeffington los reproduce. Claro que no figura el traductor porque no hay originales. Allí me permito hacer un par de chistes en inglés que ni siquiera sé si se entienden."

Este desdibujo de la línea entre Moreno y Skeffington crea cierta ambigüedad con respecto a la voz narrativa—nadie culparía el que preguntara quién realmente es el autor. Los poemas de Moreno circularon por bastante tiempo en los círculos literarios "under" de Buenos Aires bajo el nombre de Skeffington, y son publicados bajo varios seudónimos en este libro. Además de este role play, la autoría del resto del libro es también altamente discutible. Supuestamente escrita por algún cronista anónimo, es obviamente una mezcla de anécdota y hecho, ¿pero en qué proporciones?

ano sin amor 001Quizás la pregunta misma es errónea. Al final, esto es un mundo autocontenido, en que el "mundo real" está tratado con desdén, como algo casi patético o incapaz de ser entendido. (Los mundos del arte y de sexualidad se definen principalmente por apartarse de la pura adquisición económica.) "Yo quería hacer un libro talismán en persecución de El almanaque de las damas de Djuna Barnes y El libro blanco de Jean Cocteau, cuyas primeras ediciones eran artesanales y anónimas, el libro de las chicas que aman a las chicas y de los muchachos que aman a los muchachos, un álbum contraseña que consolara e hiciera reír, dejando fuera todo lo demás," escribe Moreno en el epílogo.

Estrategias narrativas de tercera persona se aplican al servicio de lo que se vuelve casi un informe sobre los hábitos, costumbres, disfraces y complicaciones amorosas de estas mujeres. La maraña de hechos ofrece información muy específica, llena de referencias —marcas de perfume, nombres de calles parisinas, etc— en un enciclopédia casi "sin afecto", por todo lo que trata de afecto: "Entre las colecciones de escarabajos, monedas persas y arbolitos con hojas de cristal de Renée Vivien, las anandrines bebían curaçao con hielo, comían lonjas de pescado crudo arrolladas en varitas de marfil y se escribían entre ellas libros horribles y encantadores, salpicados de baudelerismo sombrío, chinerías a lo Pierre Loti y apotegmas de boulevard."

Con la poesía ocurre algo parecido. Aunque plagada de nombres y lugares particulares, puede perder el lector. Hay una sobreabundancia de riqueza, de lujo de detalle: un problema no sólo para el lector sino también para las mujeres esbozadas en los poemas, que se encuentran rodeadas por demasiadas posibilidades, demasiadas cosas (en este mundo las cosas materiales son muy importantes), demasiadas palabras. En el medio de tanto, lo difícil es dar a las cosas un orden, un sentido. En vez de intentar hacerlo, las mujeres eligen seguir viviendo con un grado de caos.

 

Línea sin desviación

Varias referencias a Marguerite Yourcenar aparecen en la obra de Moreno, en ambas su ficción y su crítica: referencias que una lectura de Alexis sensibiliza. En una lista de escritoras solitarias, Moreno menciona "la Marguerite Yourcenar que conversaba con sus recuerdos frente a una copita casi sobre los peñascos de Maine". Y en las notas del poema "Mahoney" en El affair Skeffington, escribe que "Skeffington leyó la versión realizada en 1936 por Marguerite Yourcenar y el poeta griego Constantino Dimaras... diré que esta traducción de Marguerite Yourcenar no reproduce verdaderamente el clima particular que posee la poesía de Kavafis. A mi entender es más bien la obra de una gran estilista francesa que la obra de un poeta griego. Según [el crítico] Glassco, que sabía muy bien griego, la influencia de Kavafis en el inglés de Dolly Skeffington suena más a Kavafis que Kavafis en el francés de Marguerite Yourcenar."

alexis 001Yourcenar misma llevó una vida no convencional, mudándose al Estados Unidos a los 36 años para vivir con su amante Grace Frick. (Frick se entregó a transcribir, compilar y traducir la obra de Yourcenar hasta su muerte, que siempre me ha resultado muy conmovedor. ¿Existe una manera más profunda de adorar alguien que no sea sumergirse en su obra, leer sus subrayados, acariciar sus ideas?)

Alexis es la carta de un hombre a su mujer explicando las razones por las cuales su casamiento fue un error. Su deseo se inclina en otra dirección, hasta el otro género, aunque nunca expresa esto con tanta franqueza. El escritor profesa desear la libertad afuera de los límites de una relación marital y monógama. Pero escribe de una manera completamente abstracta—elegante, metafísica, asfixiante. Su estilo linear no demuestra fragmentación ninguna. En cierta medida, este estilo forzado demuestre la misma parálisis que la del camino predeterminado de que se está tratando de desviar. Las líneas finales son estas: "Había contraído contigo compromisos imprudentes y la vida se encargó de protestar: te pido perdón, lo más humildemente posible, no por dejarte, sino por haberme quedado tanto tiempo."

Lo importante acá no es que el autor es gay. Más bien, importa tanto que se vuelve un todo, tal que el problema se convierte en algo existencial. El escritor habita un mundo onírico creado por el deseo y sus frustraciones, con proyección hasta ni pasado ni futuro. No quiere lastimar a nadie para quien tiene cariño, así que reprime lo que quiere para no pensar más allá del momento. ("Vivir en el presente" es la mantra de ambos el deseo y su represión.)

A pesar de su formato epistolario, el texto de Alexis tiene menos en común con la carta de amor que con la defensa o "apología" en términos filosóficos. Lo que no es, es una expresión de dolor, aunque parece precisamente esto. Los recuerdos del escritor, de su desviación y arrepentimiento, fueron preparados o perfeccionados tras el hecho. Son demasiado líricos, demasiado bellamente escritos, para ser creíbles. Y quizás su error radica en su forma: quizás hay algo inherentemente traicionero en escribir sobre el dolor después que haya pasado su tiempo.

Cuando leí Alexis todavía no conocía la obra de Moreno. Ahora pienso en una línea de Subrayados, que se puede considerar una extensión rizomática de El affair Skeffington: "Puede escribirse desde el dolor pero no en el instante del dolor y aquello que se escribe es otra cosa que el dolor mismo." El dolor escrito retrospectivamente se vuelve lírico, pierde su calidad corrosiva. Una vez que el rencor y la tristeza se hayan disminuido en intensidad, la prosa se ablanda para transformarse en algo fluida y reflectiva, pero quizás menos "verdadera".

 

Experiencia inmediata

Leer Alexis seguido por El affair Skeffington producía el deseo para una expresión menos "mediada" del dolor, un diario personal de los eventos mientras sucedieron. Fue mi suerte toparme con un libro que no sólo lleva este perfil, sino también esta conectado orgánicamente a las lecturas previas.

Moreno una vez dirigía una editorial llamada Hoy x Hoy, y uno de los libros en la serie es Un año sin amor de Pablo Pérez. Un año sin amor comparte con El affair Skeffington una fascinación por la exhibición pública de la sexualidad, y por una extensión o transgresión de la vida sexual común y corriente. Códigos no verbales y juegos intricados se incorporan; un sentido de "play" reina, libre de la vergüenza que se encuentra en Alexis. En El affair Skeffington estos códigos se inscriben en el lenguaje cosmopólito de gestos, libros, arte y moda. En El año sin amor se hallan en los avisos publicados en las revistas como NX, las fiestas leather y los mensajes de teléfono cruzados en un ambiente de peligro compartido.

El libro toma la forma de un diario de primera persona, que automáticamente le cede cierto pathos y genera identificación en la mente del lector. Un fenómeno extraño: lo más claro que las experiencias pertenecen exclusivamente a otra persona, con detalles no abstractas sino muy específicas, lo más fácil resulta identificarse con esa persona. No sólo para darle pena, sino también para perderse en su personalidad, sentir su felicidad y dolor, adoptar su manera de ver el mundo y su estilo, ligado fundamentalmente a su ánimo. Conduce a una experiencia de lectura muy distinta a la del Affair Skeffington, confesional en vez de enciclopédica, a pesar de (o quizás debido a) su falta de interés en buscar la compasión del lector.

Esta idea que de algo genuina, cruda y sin artificios es demasiado sencilla, por supuesto. Pérez escribió su diario privado sabiendo que eventualmente lo iba a pulir para publicación, una exhibición abierta de sufrimiento privado. Pero El affair Skeffington ya mostró de qué manera lo "impersonal" puede esconder profundidades, cosas materiales volviéndose símbolos de algo inasible. Y mostró como lo "personal" puede disfrazar una falta de contenido, el interés en la proyección de un "personaje" ocultando una indagación más profunda.

El año sin amor no lleva una "moraleja" como la obra de Yourcenar. En todos lados hay temas que no cierran, igual que en la vida real. No hay ninguna trayectoria clara, lo que es natural en un diario. En vez de ser un resúmen, simplemente registra lo que se siente el autor cada día, una tendencia aún más exagerada acá porque el autor está cansado. No tiene la energía requerida para la síntesis, la narrativa o la falsificación conciente.

Esto da el lector la sensación gratificante de algo fresca, aunque acompañada por cierta insatisfacción derivada del deseo para propulsión hasta algo. Normalmente buscamos un sentido de cierre en la trama, una felicidad realizada, una revelación. O si no —quizás eso sería cursi— por lo menos una apertura de nuevas maneras de pensar, actuar, leer, escribir, estar.

affair 001Esa insatisfacción, una inquietud o un deseo frustrado para "algo más" sentido por ambos escritor y lector, es sin embargo productiva. Crea un espacio de libertad donde se vuelve posible parar el acto de revisión y síntesis un rato, para poder avanzar. El mundo ya está lleno de ventanas que no abren a ningún lado (por ventanas quiero decir sucesos) (pero no voy a borrar) (hay un escritor conocido que nunca corrige —¿quién es?— que nunca tacha, que sigue escribiendo, atravesando sus errores y sus cambios de ideas, a veces frustrando mucho sus editores).

 

Ordenarse por narrativa

Cada uno de estos libros pretende en su propia manera de representar la vida de una persona. Al hacerlo, demuestran no sólo como la narrativa inevitablemente inventa o interpreta, sino también cuantas maneras hay para hacerlo.

El estilo y el orden del material llevan una importancia que va más allá del contenido. Se puede recurrir al zoom-out de la narración poética-enciclopédica (un modo de abstracción), a las reflexiones de la memoria retrospectiva (un modo de síntesis) o a las impresiones instantáneas de un diario (un modo de registro). Además, se puede organizar distintos textos dentro del texto principal.

Pero un nivel encima de estas estrategias narrativas de autoreconstrucción es el método de ordenar la lectura, que se vuelve una obra en sí misma. Leer Alexis antes que El affair Skeffington, y El affair Skeffington antes que Un año sin amor, genera ciertas anticipaciones, que hubieran sido distintas si la orden fuera distinta. La reflexión abstracta y metafísica crea el deseo para un análisis que incluye detalles específicos; esto a su vez crea el deseo para una voz concreta y personal. Leer, como desear, no sólo produce satisfacción sino también abre espacios negativos, despejando un espacio para lo próximo.

En la ausencia del guía ideal virgiliano, nosotros pobres lectores estamos condenados a elegir libros al azar, con una especie de fe ciego, sabiendo que la manera aleatoria en que lo hacemos tendrá un papel importantísimo en como procesamos nuestros pasados en sus varios momentos de placer, dolor y tedio.

 

Para hilar una vida enviado a Aurora Boreal® por Jessica Sequeira. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Jessica Sequeira. Foto Jessica Sequeira © Jessica Sequeira.

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