'Esmeralda - crónica de mi supervivencia'

victor valembois 003Esmeralda
(crónica de mi supervivencia)
Víctor Valembois
Páginas 449
Editorial Promesa, Costa Rica
2013

 

 

 

 

Como se afirma en la entrevista fue un trabajo intenso reconstruir el texto de Luisa Hermans, belga, católica, y el francés como lengua materna. Fiel a la corona belga e hija de la libertad, pero privada de ella, por ser parte de la resistencia contra la ocupación nazi de su país. Después de pasar cuatro meses de prisión en su tierra en 1943 la trasladaron a otros campos (siete en total), donde vivió de carne y hueso la expresión más brutal del régimen nazi: el trabajo forzado y el exterminio industrial. Aquí se rompieron todas las fronteras de la dignidad y la decencia, el respeto por la vida humana, valores que asume Luisa como propios, valores que se encuentran en el transcurso de este texto dividido en siete partes, estaciones de la crónica de ella por dos años en los campos. Ella, que se había llamado Esmeralda mientras hacía de resistente, vive en el seno del monstruo la brutalidad, la hipocresía y las contradicciones del régimen, un régimen que, creyendo que por tener un apellido "del norte", Hermans, debería haber sido hablante del flamenco, idioma "primo" del alemán. Pero no. En ella la ecuación simple de una nación, una lengua, una raza no victor valembois 004funciona, a pesar que conoce de su "privilegio" de no ser judía y de ser, como ella misma lo hace saber, de "raza buena", como la designaron los nazis. Es allí en la detención que comienza a apropiarse y desenmascarar la terminología nazi para describir la barbarie de su situación, una barbarie que, paradójicamente, saltó sobre las diferencias culturales, lingüísticas y nacionales desde los trenes de transporte hacia los campos. Lo que contaba era la raza, si eras judío o no, y el campo mismo, aparte del proyecto esclavizador y exterminador, era un proyecto más allá del estado nacional, un proyecto transnacional e universal del crimen, un mal parido proyecto de una ilustración deformada por los nazis, sin libertad y sin principios y dignidad humana. Luisa, en efecto, convivió con detenidos de muchas nacionalidades. Para ella no contaba tampoco estas fronteras. Lo importante era la solidaridad y el conocimiento mutuo, donde no estaba excluido el humor e incluso mismo el amor. Y desde esta posición precaria, de una mujer que ha perdido la libertad, vamos caminando por el infierno dantesco sin Virgilio, el día a día del tedio, de la esperanza y la desesperanza, del olor a crematorio y la una crónica que se escribe a este lado del Atlántico, en Costa Rica, lejos del proyecto universal del crimen, donde lo único que ella tenía era su vida desnuda, su capacidad de pensar y su fe: "Necesito la voz de mamá. Necesito el mar. El mar es infinito como Dios".

 

luis_pulido_037Luis Pulido Ritter
Es doctor en Sociología y Filosofía por la Universidad Libre de Berlín. Ha escrito Matamoscas (poesía 1997), Recuerdo Panamá (novela 1998; 2005), Sueño Americano (novela 1999), ¿De qué mundo vienes? (novela 2010). Actualmente vive en Berlín. Escribe para el periódico La Estrella de Panamá y colabora con Aurora Boreal®

 

 

Reseña de Esmeralda, crónica de mi supervivencia enviada a Aurora Boreal® por Luis Pulido Ritter. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Luis Pulido Ritter. Foto Luis Pulido Ritter © Christian Olguín. Foto de Víctor Valembois con Luisa Hermans © cortesía Luis Pulido Ritter.

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