'Extravíos y desvaríos' de Consuelo Triviño Anzola

extravios desvarios 001Por lo general, uno lee un libro y si este lo atrapa siente que le gustaría conocer al autor. A mí me ha pasado al revés. Primero conocí a la colombiana Consuelo Triviño, en Madrid, hace unos años, en casa de la poeta Milagros Salvador, y después leí La semilla de la ira, magnífica novela sobre su compatriota José María Vargas Vila; libro que me impresionó por la cautivante personalidad del protagonista y por su impecable redacción. El talento, la sensibilidad y ¿por qué no? la belleza de Consuelo, eran cualidades que estaban presentes también en su obra escrita.

Tiempo después fui testigo del parto de Extravíos y desvaríos, el conjunto de cuentos que tengo el privilegio de presentar esta tarde. Digo que fui testigo pues el libro se editó en Buenos Aires y yo estaba presente cuando el editor le entregó los primeros ejemplares. Por supuesto, reclamé un volumen para mí y, ya en casa, repantigado en mi sillón preferido, comencé su deleitosa lectura.

El cuento siempre fue, junto con la poesía, mi género predilecto. La novela, como el diamante, puede tener múltiples facetas; el cuento, en cambio, es como una perla, una pieza redonda, perfecta, sin anfractuosidades. Un cuento debe concentrar en una limitada cantidad de páginas o renglones una historia en la que exposición, nudo y desenlace se comprimen al máximo. Mientras la novela permite la divagación, las morosas descripciones, las esporádicas entradas y salidas de personajes secundarios, el cuento exige densidad y síntesis. De ahí las dificultades que implica este antiguo género que algunos despistados, teniendo en cuenta solamente su brevedad, consideran de más fácil ejecución que la novela. Pero, claro está, no basta con exponer una serie de situaciones o peripecias para ser cuentistas; además, hay que ser escritor. Y Consuelo Triviño lo es: escritora en el más exigente sentido del término; escritora de muy elevado nivel.

Extravíos y desvaríos, título que el texto, como tal, se encarga de contradecir, ya que no hay ningún desvarío o extravío en su escritura, está integrado por nueve relatos en los que la autora desarrolla historias y retrata con incuestionable eficacia personajes corrientes o complejos, sin incurrir jamás en digresiones superfluas. Este es un aspecto literario que me complace destacar: su estilo fluido, ameno, hecho de plasticidad y transparencia expresiva. Estoy hablando de estilo, que era para Buffon el espejo del hombre y, en esta ocasión, de la mujer. Aunque todos sabemos que la literatura, como los ángeles, no tiene sexo.

extravios desvarios 002No voy a intentar la exhaustiva interpretación de estas piezas narrativas porque me extendería demasiado y porque no me parece que sea pertinente en un texto destinado, fundamentalmente, a señalar las características salientes de la obra y las virtudes creativas de quien la ha escrito.

Sin embargo, no puedo dejar de mencionar ciertos rasgos comunes, que es posible advertir en cada uno de los relatos; prácticamente todos ellos transcurren en España con personajes voluntariamente exiliados, latinoamericanos de origen que tratan de adaptarse a su nueva vida sin dejar de pensar en la patria lejana, a la que no quisieran volver derrotados. Estudiantes, artistas, militantes políticos, cuyas tribulaciones sentimentales y distintas reacciones ante el desarraigo son acertadamente expuestas por quien conoce de cerca dicha experiencia.

Nos es fácil decir cuál es el cuento que nos ha parecido mejor. Todos mantienen similar tensión e intensidad. Desde el punto de mira estrictamente literario, todos, además, están escritos con un lenguaje suelto, ágil y terso, a la vez, abundante en expresiones de auténtico sesgo creador. Insisto: no voy a examinar cada uno de los cuentos, todos notables, pero no resisto la tentación de señalar -y declaro que es una impresión personal- la estremecedora humanidad de los tres últimos, felices productos de una inteligencia, una sutileza y unas dotes insoslayables para recrear conflictos y sentimientos. Confieso, ya no como colega de Consuelo, sino como simple lector, que he seguido sintiéndome conmovido aún después de cerrar el libro. Porque así como un buen cuadro es el que trasciende el marco que lo contiene, un buen cuento -y aquí hay admirables testimonios- es el que se prolonga y continúa viviendo en la memoria de quien lo ha vivido.

Extravíos y desvaríos es un volumen que uno recorre con avidez creciente a medida que voltea las páginas. Pese o tal vez gracias a la diversidad de los argumentos, de las vicisitudes y los variados caracteres o temperamentos de los protagonistas, del fondo costumbrista, sentimental o dramático que los relatos trasuntan, estas ficciones tienen, junto con su interés, algo de melancólico, de nostálgico, de piedad o conmiseración que la autora experimenta hacia sus criaturas.

Es un orgullo y un placer vestirme en esta ocasión de heraldo o chamberlán, tomar delicadamente la mano de Consuelo Triviño y, después de una reverencia, adelantarme con ella para presentar Extravíos y desvaríos, su hermosísimo y, por momentos, estremecedor libro de cuentos.

 

Antonio Requeni
antonio requeni 001Periodista y escritor, nació en Buenos Aires en 1930. Se desempeñó en el diario La Prensa desde 1958 hasta 1994, año en que se jubiló como secretario de redacción. Colaboró en diarios del interior y del exterior; fue corresponsal de Radioprogramas Hemisferio de La Voz de las Américas, Estados Unidos, y dirigió la revista Italpress. Es actualmente crítico bibliográfico de La Nación, Argentina. Obtuvo una mención especial en ADEPA y los Premios Konex en las categorías Literatura Testimonial y Periodismo Cultural, respectivamente. Publicó una decena de libros de poemas, un libro de cuentos para niños (fue colaborador de Billiken), un volumen de crónicas de viaje y el Cronicón de las peñas de Buenos Aires, que mereció el Primer Premio Municipal de Ensayo. También fue distinguido con el Primer Premio Municipal de Poesía por su libro Línea de sombra. Es miembro de número de la Academia Argentina de Letras. Fue condecorado por la República Italiana con la Orden de Cavalliere Ufficiale. En la Academia Nacional de Periodismo coordina la Comisión de Publicaciones. Entre sus obras destacan, además de las mencionadas: Luz de sueño (1951); Camino de canciones (1953); El alba en las manos (1954); La soledad y el canto (1956); Umbral del horizonte (1960); Manifestación de bienes (1965); Inventario (1974); Poemas 1951-1991 (1992); Antología poética (1996) y El vaso de agua (1997). En 1977, Ediciones Culturales Argentinas publicó el libro Antonio Requeni, selección y prólogo de Ángel Mazzei. Todos los mencionados son libros de poemas; de prosa ha publicado: Los viajes y los días, crónica de viaje (1960); El Pirata Malapata, cuentos para niños (1974) y Travesías, diálogos con Olga Orozco y Gloria Alcorta (1997). Asimismo, publicó los folletos La vida novelesca del Perito Moreno, Breve crónica de la Avenida de Mayo e Israel, entre lo cotidiano y lo sobrenatural.

Consuelo Triviño
consuelo triviño 068Doctora en filología románica por la Universidad Complutense de Madrid. Reside en España, donde ha sido profesora de literatura hispanoamericana. Está vinculada al Instituto Cervantes. Colabora con la crítica de libros del suplemento Lunes de El Imparcial. Ha colaborado con la crítica de libros del suplemento cultural «ABCD las Artes y de las Letras», del diario ABC. Obtuvo el primer premio en el Concurso Nacional de Libro de Cuentos de la Universidad del Tolima, Colombia con Cuantos cuentos cuento (1977) y fue finalista del Premio Nacional de Novela Eduardo Caballero Calderón (1997). Ha publicado Siete relatos (cuentos), El ojo en la aguja (cuentos), Prohibido salir a la calle (novela) y La casa imposible (cuentos), La semilla de la ira (novela), Una isla en la luna (novela) además de libros de ensayo sobre autores como José María Vargas Vila, Germán Arciniegas, Pompeyo Gener y José Martí, entre otros. Extravíos y desvarío es su último libro.

 

Reseña enviada a Aurora Boreal® por Antonio Requeni. Pulicado en Aurora Boreal® con autorización de Antonio Requeni. Foto Antonio Requeni © Antonio Requeni.  Foto Consuelo Triviño © Consuelo Triviño. Carátula de Extravíos y desvaríos cortesía Consuelo Triviño.

Suscríbete

Suscríbete a nuestro boletín y mantente informado de nuestras actividades
Estoy de acuerdo con el Términos y Condiciones