La fiesta de la insignificancia

fiesta insignificancia 250La fiesta de la insignificancia
Milan Kundera
Tusquets Editores
Páginas 144
2014

 

Kundera en su insoportable levedad

 

Acostumbrado a bromear, tratando los temas trascendentes: la mortalidad, el ser, la identidad. O temas sutiles: la lentitud, la ignorancia; su ánimo no ha cambiado y se toma ahora la constancia de lo cotidiano, usurpando al parecer los temas sagrados de la filosofía.

No ha sido ajeno a su talento literario aterrizar leyendas e ídolos, haciéndolos comunes a los demás mortales: Goethe, Hemingway, convirtiéndolos en sujetos cercanos, recreando su intimidad. Lo ha hecho a su manera: bajándolos de su pedestal para tratarlos como cualquier vecino. Sin aparente "hondura" como lo hacen algunos escritores ambiciosos.
Ahora se ocupa de Stalin, colocándolo en las manos del lector, hecho como lo que fue: un hombre perverso, "el mayor criminal de la historia" adornando su desmesura de tirano con el pensamiento de Kant y Schopenhauer. Haciendo una literatura sencilla, sin retóricas ni alardes y a la vez facturando sus ya reconocidas habilidades, sin falsos dramatismos. Los personajes son así como los ve uno a diario. Soportando una mínima tragedia, o con las urgencias que todos tenemos.
fiesta insignificancia 350Si la teoría de la novela es la creación de una intriga. En Kundera nada de eso existe. No se trata de descubrir al criminal. Sólo se sigue leyendo para descubrir la continuación de una trivialidad. O si la novela es el relato del antihéroe, todos los personajes de Milán Kundera tienen esa "facha". No podrían comprometerse con ningún acto heroico.
El humor es su instrumento. Un humor de baja sonoridad. No despierta carcajadas. Solo leves sonrisas de complicidad.
En fin: ¡Me gusta el arte de Kundera, ahora a los ochenta años con un cerebro de adolescente.
Ya la literatura hizo su paso por la trascendencia. Tolstoi, por ejemplo. La minuciosa relojería de Flaubert. Los laberintos de Kafka. Las experimentaciones de Joyce. Ya dejó su señal Cortázar y su risueña fantasía. Estamos en el sencillo mundo moderno, con sus chucherías y su aparente monotonía.
Kundera con La fiesta de la insignificancia sigue tan campante en su juego de siempre.

 

 

 

Laureano Alba
laureano alba 002Escritor y periodista. Ha colaborado en Colombia con los periódicos El Tiempo, El Espectador, El País y la revista Diners. Ha publicado las novelas El barrio de las flores (Editorial Plaza y Janez. 1980), Los duros de la salsa también bailan bolero (1989), Amor por siempre (Editorial Feriva. 1998), El silencio de las cosas perdidas (Editorial Pijao. 2008), Biografías fantásticas (Edición Inglés-Español, en convenio con la Universidad de Connecticut. New Haven. USA 2004). Los poemarios Poemas (1972), Averiguaciones (1976), Poemas Eróticos (Colcultura.1978), Golpes de ciego (Universidad del Valle. 1984), Manual para violentos (2002) y Diario de viaje (2014).

 

 

Reseña de la novela La fiesta de la insignificancia enviada a Aurora Boreal® por Laureano Alba. Publicado en Aurora Boreal® con autorizaciñon de Laureano Alba. Foto Laureano Alba © Laureano Alba. Carátula de La fiesta de la insignificancia tomada de página de Tusquets Editores.

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