El melodrama de Laura

laura_restrepo_002Laura Restrepo.
Demasiados Héroes.
Bogotá, Alfaguara, 2009.
260 páginas.

Desde una historia de vida, su propia experiencia delimitada a varios años de juventud, la escritora Laura Restrepo nos da una novela muy personal. Es autobiográfica, exploratoria de su personalidad interior, una tarea de autoanálisis a través de las aguas lustrales de la literatura.

Un ajuste de cuentas con sus debilidades y errores. Un exorcismo de culpas que son los fantasmas que han visitado a la autora durante años. Estimulado todo esto por la presencia inquietante e inquisitiva de su hijo, demandando explicaciones, diálogos veraces y convincentes más allá de las mentiras piadosas y las verdades a medias con que las madres suelen atender a sus hijos. Preguntas y diálogos que se vuelven más exigentes cuando ya el niño es un joven que marca cada vez más el territorio de su personalidad.

Ricardo Sánchez Ángel Doctor en Historia. Profesor Universidad Nacional de Colombia

ricardo_sanchez_angel_001Se trata del diálogo y la pregunta por el padre de Mateo a su madre Lorenza. Se trata de la pregunta fundamental en términos de la formación de la siquis humana, del yo constitutivo de la personalidad, de lo que en su ausencia y/o presencia nos acompaña para siempre. En la inevitable conciencia de nuestra soledad hacia la muerte, la única certeza.

La pregunta por el padre está también como monólogo interior de Lorenza ante la muerte de su padre, "papaíto", cuyo duelo es dilatado, eludido con ausencias culposas. Lorenza se nos descubre en su intimidad narcisista e infantil frente a la impotencia para asumir responsablemente, con presencia y todo la muerte de su amado padre.

La autora ejerce una venganza poética en la relación con ese padre sustituto que es el partido político troskista, al que Lorenza entregó vida, honra y bienes. Pero no se venga de los compañeros de militancia sino del omnipresente mandarín de la secta que domina a los militantes. No hay en toda la trama siquiera una mención al personaje de marras. A dos de las matriarcas de la organización les da vida, se las reconoce, es verdad que con fino desprecio literario.

Águeda y Ana quienes ejercen la expropiación a la burguesa de Lorenza con métodos de chantaje moral: o cedes tu propiedad San Jacinto, la finca que heredaste de tu padre o continúas del otro lado, no importa lo correcto y abnegado de tus tareas. Dice Lorenza: "De ellas se sabía que eran misteriosas y poderosas, que pasaban la mayor parte del tiempo en el exterior, desde donde manejaban los hilos, y que sus métodos eran implacables". (Pág. 186).

laura_restrepo_001Igual, se ejerce implacable señalamiento al amante, padre de su hijo, alias Forcás. Como secuestrador, o casi, depende de quien lo dice: Mateo o Lorenza. De malandrín, de propiciar que Lorenza sea víctima de la expropiación y de asesinarla moralmente. De estafar a Lorenza y a mafiosos, de atracador y preso por robo. El otrora Secretario General del PST porque eso era Forcás, no cae preso por delitos políticos sino por delincuente.

El tono de la novela de Laura es una búsqueda para salir del silencio de una historia con mucha carga negativa, culpas, replanteamientos personales, malos sabores. También una historia de amor o con amores, de pasiones por el joven lindo; el héroe que escogió, o ¿Qué le escogieron a Lorenza para ser el padre de su hijo? El supermilitante, proletario y bolchevique. Que resultó payaso y que en el diálogo de Mateo y Lorenza logran con delicioso humor satírico resolver. No hay tal dilema, tiene ambas cualidades: héroe y payaso.

Si: "porque pasado que no ha sido amansado con palabras no es memoria, es acechanza. El problema había sido como contarlo, y ahora creía descubrirlo: íntimo y simple, como una conversación a puerta cerrada entre dos mujeres que recuerdan. Sin héroes, sin adjetivos, sin consignas. En tono menor. Sin entrarle a los acontecimientos, quedándose apenas con el eco, para envolverlo en papel de seda, como a las sábanas, a ver si por fin dejaba de latir y poco a poco se iba amarilleando. Envolver en papel de seda, era bueno el símil, a lo mejor de eso, justamente, se trataba: era sedante la cháchara, la risa, el entretejido de momentos y dolores, las pequeñas confesiones que iban reduciendo a rumor cotidiano el viejo espanto". (Pág. 234).

Hay otra clave sobre la forma literaria que prolonga la anotada por la autora y es la telenovela, Amor Gitano, que Lorenza veía con las obreras peronistas para acompañar sus reuniones clandestinas de discusión política. El tono intimista, exagerado en las emociones. Y así se expresan las emociones cuando desbordan las conductas de la racionalidad que las reprime.

En esta historia hay desdicha, lágrimas, soledades, sufrimientos, pérdidas entrañables. Los sentimientos son estafados, burlados, lo que queda es el hijo con un manojo de dudas y derrotas. Entonces, cómo no construir un lenguaje que sea sentimental, llano, femenino?

El género melodramático es popular y proletario y Laura Restrepo conoce esos universos en su variopinta realidad. La cultura de las telenovelas, los culebrones de la radio, las consejas de barrio, los chismes en el trabajo, los intercambios circulares en torno a los mitos religiosos, políticos y culturales, la imaginería que se desplaza de época a época y amplía sus espacios. Melodramático es el final feliz para Mateo, Forcás y Lorenza con nieve incluida.

En La María de Isaacs se construye una mujer con el tono sentimental y Lorenza está en esa tradición literaria. En esta novela se llora y sufre sin ataduras, préstamos ni copias. Además, esta novela se realiza como diálogo, eje articulador para desplazarse en la trama, que es búsqueda. Búsqueda del hijo Mateo, de Forcás, del sentido de una vida. Diálogo como discusión, contrapunteo e ironía.

Hay una perspectiva en la novela y es la de la intriga, tejida con impecable manejo de las palabras, las influencias, las técnicas narrativas que le dan una realizada forma estética.

Se dan unos contextos políticos en esta historia: el de la dictadura militar argentina, la vida cotidiana con sus invisibles protestas, la militancia partidaria de Lorenza. Aunque nos afirma la autora que sólo se asoma a la piel del asunto.

A este lector le suscita algunos interrogantes lo contado. ¿Cuál fue la razón de la ruptura de Lorenza y Forcás con el Partido además de la explicación de venirse a Bogotá para que Mateo creciera sin peligro? ¿Y el programa y los métodos? ¿Fue una ruptura impulsiva de Lorenza, legítima en lo personal?¿Por qué Lorenza no informa de la gravedad del acto de Forcás de "robarle" el hijo a sus compañeros en Bogotá y Argentina y también en Madrid? ¿Fue decisivo lo de la carta de amor en la interpretación del sicoanalista, algo válido que no invalida, el episodio oscuro con su carga de sordidez? ¿No hubo repercusiones frente al desastre moral de Forcás convertido en malandrín en el proletario y bolchevique PST?

Son asuntos de historia, de verdad de la novela que quedan como cabos sueltos.

Esta novela es un afortunado logro de creación literaria, de arte narrativo situado en nuestros tiempos, con el amasijo de los propios sentimientos. Cumple la función literaria de novelar la vida, su singularidad como si no pasara nada y sin embargo hay acción en la trama compleja de la literatura.

Artículo enviado a Aurora Boreal® por cortesía del Doctor en Historia Ricardo Sánchez Ángel. Publicado originalmente en Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura de la Universidad Nacional de Colombia.

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