Libros
Aniversario
Dimitris Angelís
Valparaíso ediciones S.L.
Páginas 78
2013
Nuestros héroes literarios son los poetas. Son como guerreros que, frente al olvido, el mercado y las modas literarias, no dejan de recordarnos que la poesía, como la filosofía, es la madre de todas las artes y las ciencias. Y la poesía, como lo muestra el poeta griego Angelís, puede recurrir al mito que le da forma y sentido a los interrogantes de este mundo: ¿cómo nombrar lo que nos rodea, nuestros sueños y pesadillas, tragedias y desgracias? Como se afirma en la entrevista, recurrir al mito es la propuesta de este poeta para salir de la disyuntiva entre poema social e existencial, dos variantes de la construcción poética contemporánea que nos agobia ya sea por su desnudez o simpleza, su falta de relación y diálogo con lo que sostiene ese espíritu poético, nombrar al mundo con las claves del lenguaje que nos ha proporcionado la variada y rica tradición clásica, porque lo que se comprende como clásico no debe ser interpretado como un oficio de abandono o destiempo.
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- Por Luis Pulido Ritter
En el texto que presenta esta antología, la Introducción a la Literatura del Desarraigo, Fernando Olszanski explica cómo y cuándo se generó ésta literatura en castellano. A propósito de esta literatura me gustaría agregar algo de lo dicho en la entrevista a la poeta venezolana María Auxiliadora Álvarez en el libro Mujeres Mirando al Sur, Antología de poetas sudamericanas en USA. "Cavilar sobre el sentido de la residencia en la tierra ya es el desarraigo y esta cavilación traza un camino sin retorno, porque nadie puede vivir dos veces su misma historia. Mi propia historia es el transcurrir ligero e intenso de los nómadas. ...los viajes esenciales, sus fracasos y sus re-comienzos, son interiores." Eduardo Cabrera en "Acompañantes" narra el paso por la frontera de los EEUU. Un emigrante indocumentado en busca de trabajo, acompañado por un personaje muy especial, que observa, se emociona, comparte las dichas y las desdichas del protagonista; va en silencio; su actitud es más elocuente que la palabra y es testigo de 'lo bueno, lo malo y lo feo' de ser un emigrante indocumentado, el intenso trabajo y la persecución de los agentes de emigración, el sufrimiento e inquietudes de su compañero y dueño que termina detrás de las rejas, vestido de rosa y encadenado.
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- Por Humberto Uribe
La fiesta de la insignificancia
Milan Kundera
Tusquets Editores
Páginas 144
2014
Kundera en su insoportable levedad
Acostumbrado a bromear, tratando los temas trascendentes: la mortalidad, el ser, la identidad. O temas sutiles: la lentitud, la ignorancia; su ánimo no ha cambiado y se toma ahora la constancia de lo cotidiano, usurpando al parecer los temas sagrados de la filosofía.
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- Por Laureano Alba
Reseña en exclusiva para Aurora Boreal®
Gaviero. Ensayos sobre Álvaro Mutis
Diego Valverde Villena (Ed)
Editorial Verbum
Páginas 232
2014
Ensayos: Joâo Almino, Adolfo Castañón, Benjamín Chávez, Juan Gustavo Cobo Borda, Eduardo García Aguilar, Barry Gifford, Geraldo Holanda Cavalcanti, Fabio Jurado Valencia, Juan Carlos Méndez Guédez, Santiago Mutis Durán, José Ramón Ripoll, Fabio Rodríguez Amaya, Jorge Rodríguez Padrón, Jorge Ruiz Dueñas, Pedro Serrano, Pedro Sorela, Consuelo Triviño Anzola, Diego Valverde Villena, Rubén Vargas, Ida Vitale.
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- Por José Prats Sariol
En cuanto se trata de afrontar la literatura desde la crítica, desconocida para muchos, despreciada por otro tanto, siempre nos ha cautivado la relación entre creación y tradición. Cuando nos enfrentamos ante una nueva lectura nos es inevitable no atar ciertos cabos, aparentemente imperceptibles, entre un pasado del cual somos herederos y un presente que heredaremos. Todo escritor que se precie de serlo no puede evadir el análisis de la crítica; muy por el contrario, espera que la crítica cumpla el papel para la cual ha sido destinada. La labor del crítico se asemeja en este sentido al análisis de un médico forense; la diferencia tal vez estribe en que el forense se enfrenta ante materia mortis y en descomposición continúa, mientras que el crítico con esencias vivas que si bien están en proceso de descomposición también de composición y, por ende, se prolongan mucho más allá del tiempo normal y caduco que nos toca en suerte vivir, gracias justamente al papel que juega la crítica dentro del universo literario.
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- Por Julio César Rodríguez Bustos
Tres romances para oboe
María Clemencia Sánchez
Poesía
Fundación arte es colombia
Páginas 35
2014
La Fundación arte es colombia presenta el nuevo libro de poesía Tres romances para oboe de María Clemencia Sánchez. Este libro hace parte de la serie Colección Letras conformada por nueve poetas colombianos.
María Clemencia Sánchez reúne en esta oportunidad 30 poemas para leer en calma y disfrutar como un concierto de fugas poéticas entre La grey del amor salvaje de Las ilusiones perdidas de la Gacela del amor imposible, como si todo fuera una Fantasía (mera Alusión a Chopin). Todo para terminar en el Umbral y meditación de una Sinfornía inconclusa entre una Cantinela de deseos concluidos.
Para la muestra un botón de esta poeta con un talento excepcional...
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- Por Leo Larsen
El inusual y sinuoso título con el que Susana Camps ha decidido llamar a su primera colección de microrrelatos (Talentura, 2013) es más que una invitación a abrirlo, hojearlo, empezar a leer esas líneas que ha tenido a bien compartir con nosotros, sus lectores. Al mismo tiempo, se me antoja uno de esos misterios a resolver por medio de la lectura de cada uno de sus microrrelatos. Un misterio que la misma autora parece promover si consideramos el pequeño texto que antecede el conjunto de microrrelatos y en el que, jugando a la definición onomástica o la entrada enciclopédica, nos da noticia de qué cosa es el Archipiélago de las Extinta:
"Archipiélago de las Extinta (Del gr. ἀρχιπέλαγος y el lat. exstinctus): conjunto de islas narrativas agrupadas en una superficie extensa, tal vez ilimitada, de literatura. Explorado por primera vez en tiempos de la invención de la tinta, las sucesivas colonizaciones y la llegada del progreso provocaron su transfiguración electrónica. Paradójicamente su fácil localización vía satélite no lo hace más accesible. En la actualidad solo llegan al Archipiélago de las Extinta viajeros con cierta dosis de coraje, ambición y sentido de la aventura".
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- Por Félix Terrones
Por lo general, uno lee un libro y si este lo atrapa siente que le gustaría conocer al autor. A mí me ha pasado al revés. Primero conocí a la colombiana Consuelo Triviño, en Madrid, hace unos años, en casa de la poeta Milagros Salvador, y después leí La semilla de la ira, magnífica novela sobre su compatriota José María Vargas Vila; libro que me impresionó por la cautivante personalidad del protagonista y por su impecable redacción. El talento, la sensibilidad y ¿por qué no? la belleza de Consuelo, eran cualidades que estaban presentes también en su obra escrita.
Tiempo después fui testigo del parto de Extravíos y desvaríos, el conjunto de cuentos que tengo el privilegio de presentar esta tarde. Digo que fui testigo pues el libro se editó en Buenos Aires y yo estaba presente cuando el editor le entregó los primeros ejemplares. Por supuesto, reclamé un volumen para mí y, ya en casa, repantigado en mi sillón preferido, comencé su deleitosa lectura.
El cuento siempre fue, junto con la poesía, mi género predilecto. La novela, como el diamante, puede tener múltiples facetas; el cuento, en cambio, es como una perla, una pieza redonda, perfecta, sin anfractuosidades. Un cuento debe concentrar en una limitada cantidad de páginas o renglones una historia en la que exposición, nudo y desenlace se comprimen al máximo. Mientras la novela permite la divagación, las morosas descripciones, las esporádicas entradas y salidas de personajes secundarios, el cuento exige densidad y síntesis. De ahí las dificultades que implica este antiguo género que algunos despistados, teniendo en cuenta solamente su brevedad, consideran de más fácil ejecución que la novela. Pero, claro está, no basta con exponer una serie de situaciones o peripecias para ser cuentistas; además, hay que ser escritor. Y Consuelo Triviño lo es: escritora en el más exigente sentido del término; escritora de muy elevado nivel.
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- Por Antonio Requeni
La escritora Jennifer Thorndike (Lima, 1983), autora del libro de cuentos Cromosoma Z (2007) publica su primera novela bajo el intrigante título de (ella). En (ella) se cuenta la historia de una familia o, mejor dicho, de un fracaso de familia por culpa de la psicología atormentada de la madre quien, después del abandono de su marido, vuelca todo su afecto en sus dos pequeños hijos, dos gemelos, convertidos en sus rehenes emocionales. Temerosa de perderlos también, los educa con una mezcla de sentido del deber y sentimiento de culpa. Por eso, conforme se va haciendo anciana exige cada vez más que sus hijos se ocupen de ella con celo y abnegación, como se les repite una y otra vez a lo largo de la novela.
"Entiéndanlo de una vez. Ahora que su padre se ha ido, ustedes son responsables de mí. Eso es lo que hacen los buenos hijos, sobre todo ahora que estamos solos. Nos tenemos el uno al otro y ustedes tienen que velar por su madre. Ahora es su responsabilidad".
Convertida en una anciana de sesenta años, la hija de dicha mujer se encuentra finalmente enfrentada a la situación que durante varios años, desesperada y arduamente, había estado esperando: el fallecimiento de su progenitora. Así, los pocos días que se interponen entre dicho fallecimiento y la cremación del cuerpo son utilizados por la huérfana en darle rienda suelta al recuerdo y hacerlo palabra, conforme se pasea por las habitaciones de su memoria. Se trata de un recuerdo para nada lineal sino más bien errabundo, caprichoso y tan fugaz como la duración de cada una de las secciones que componen la novela. En él se suceden revelaciones como la homosexualidad de su hermano gemelo, la partida del padre, escenas familiares virulentas y muchos otros acontecimientos que destilan esa esencia de crueldad y malestar en diversas circunstancias y momentos. Con todo, cada retazo de pasado se encuentra, en mayor o menor medida, relacionado con esa presencia ya ausente que es la figura materna. La muerte de la madre es la razón por la cual la narradora e hija ha empezado a juntar los escombros de su memoria, pero es al mismo tiempo la justificación de su esfuerzo por liberarse de ella.
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- Por Félix Terrones
Nadie es eterno
Alejandro José López
Novela
Sílaba Editores
ISBN:978-958-57499-4-8
Agosto de 2012
Páginas: 178
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- Por Danilo Albán
Días de tambor
Julio Olaciregui
Cuento
Sílaba Editores
Páginas 144
ISBN: 978-958-574996-2
TEORíA DE LOS ESPACIOS EN BLANCO
Hay lecturas que se apoderan del lector y lo conducen como el que empuja a un compañero por un laberinto imaginario, pero sin darle pausas, ni para respirar, sin permitirle preguntas, sin dejarlo siquiera dudar de si lo que está leyendo es la realidad palpitante misma o una broma forjada a golpes de imaginación, de manera que al final el lector termina más cansado que feliz o dijéramos mejor, medio muerto pero aliviado de haber podido escapar de todo aquello. Es lo que nos ocurre con algunos libros de Dostoievski. La primera vez que lo leí, tenía yo la edad de las lecturas voraces, indiscriminadas, quince años y una amiga inteligente pero algo perezosa que me prestó Crimen y Castigo, con la condición de que le hiciera el resumen que ella tenía que llevar al colegio como tarea. Recuerdo que de regreso a casa subí a un bus atestado de pasajeros con el libro bajo el brazo, en la congestionada, desordenada capital de aquella época, y harto de los trancones que se hacían frente al edificio más alto que había visto en mi vida, el del Banco de Bogotá, y abrí el libro. Lo abrí por pura curiosidad y empecé a hojearlo por pasar el tiempo. Es todo lo que recuerdo de aquel día. A partir de ese momento la vida se me convirtió en las aventuras inverosímiles y, sin embargo, crudamente reales de Raskolnikov; me perdí en los vericuetos de su atormentada consciencia, seguí sus rastros por calles, posadas, cantinas, casonas y casuchas miserables por donde deambulaba el joven ruso, asistí al acecho y a la muerte de la vieja usurera y al terrible interrogatorio del juez Pórfiro, que acosa al inculpado hasta acorralarlo, no poniéndolo ante sus actos sino dejándoldo indefenso con su propia conciencia, y cuando finalmente (no sé cuánto tiempo había pasado, cuántas horas o cuántos días ni cuántas noches) cuando el preso Raskolnikov sale en compañía del único ser dispuesto a compartir sus miserias, Sonia, la joven prostituta, con rumbo a Siberia, sólo entonces pude yo cerrar el libro, y volví a sentirme yo mismo, instalado en mi vida y con el compromiso real de hacerle a mi amiga el prometido resumen de esa novela. No lo hice, no pude hacerlo. Hubiera sido como escribir el capítulo más angustioso de mi propia vida. Pero en cambio me curé de Dostoievski por un buen tiempo. No sé si Dostoievski hubiera sido en nuestros días un gran autor teatral o un extraordinario guionista de tipo hollywoodiano, pero de lo que sí estoy seguro es de que en la radio hubiera causado inolvidables estragos, llevando a sus radio oyentes hasta la desesperación o al menos dejándoles la mala conciencia, no de sus propias culpas sino de haberse enterado de las culpas ajenas, faltas prestadas, pecados compartidos con cada uno de sus personajes. Dostoievski no nos da la paz ni el respiro necesario mientras lo leemos, sino que nos pone su mundo obsesivo enfrente como uno de esos avisos que encontramos en la carretera y que significan cuidado, curvas peligrosas, y lo terrible no es que tengamos que deambular por entre esas obsesiones sino que el autor no nos deja vivir ningún "entre tanto", nada de espacios en blanco.
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- Por Gabriel Uribe Carreño
Familia y recuerdo
Julia Wong Kcomt (1965) nos entrega con su opúsculo Bocetos para un cuadro de familia una nueva arista para un tema recurrente en la literatura latinoamericana: el de la familia. María Inés, la narradora, regresa tras quince años de ausencia a Chepén, su tierra natal. Es entonces que su memoria comienza a recuperar un pasado lejano pero no ajeno. Entre sus recuerdos aparece la imagen de sus cuatro tíos, las tardes de películas en el "Cine Alegría" y, por sobre todos la figura del abuelo en su mueble azul. Viaje a la semilla tribal que también lo es al pasado personal, no se trata de un regreso desconectado con el presente. El regreso de María Inés responde al llamado de su tía Alejandra, que la invoca tras la violenta y secreta muerte de su tío Armando el cual "era muy atractivo" (p.65) pero al mismo tiempo "era como el influjo inmenso y herido de un gnomo que no había podido entender las alturas de la vida" (p.73).
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- Por Félix Terrones
El hombre desconocido
Stig Dagerman
Relatos
Nórdica Libros
Páginas 340
Traductor: Juan Capel y Marina Torres
Con los veinticinco relatos que componen esta obra, la dimensión del escritor sueco se arroga la legitimidad póstuma de ser un auténtico acontecimiento literario, a lo que siempre rehusó.
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- Por Pedro Luis Ibáñez Lérida