Moses Joseph Roth

Así soy realmente: maligno, borracho, pero lúcido...

Hace unos años, cuando vivía en Praga, vi en la televisión una película subtitulada al checo y basada en el último libro que publicó en vida Joseph Roth: Die Legende vom heiligen Trinker (La leyenda del santo bebedor). Aquella versión estaba dirigida por el italiano Ermanno Olmi y el protagonista era Rutger Hauer. Años después me enteré de que Franz Josef Wild había realizado para la televisión una primera versión en 1963 con Ernst Fritz Fürbringer y Hannes Messemer. Debo confesar que no había leído el libro y que la obra de Joseph Roth era aún para mi una de las asignaturas pendientes que tenía. Unos meses después de haber visto la versión de Olmi, en un viaje relámpago a Madrid, encontré en la librería del Reina Sofía una edición de Anagrama de Die Legende vom heiligen Trinker (La leyenda del santo bebedor), un librito pequeño, de no más de 75 páginas quitando el prólogo, que se lee en un santiamén pero que perdura con uno de por vida. Como buen lector hice mis deberes y gradualmente fueron cayendo en mis manos casi todas las novelas de este escritor judío que nació en 1894 en Brody, principado de Galitzia-Volinia, por entonces en el imperio austro-húngaro y hoy en Ucrania, y que murió en París en 1939. Estoy convencido, como tantos otros críticos y lectores, de que Radetzkymarsch (La marcha Radetzky, 1932) es tal vez si no su mejor novela, la más conocida.

legende_001El crítico Marcel Reich-Ranicki llegó a considerarla una de las novelas más importantes escritas en alemán en el siglo XX. La lista de obras de Joseph Roth es larga, su trabajo abundante y cubre diferentes períodos pero hay algo en Die Legende vom heiligen Trinker (La leyenda del santo bebedor) que me ha impactado siempre. Tal vez porque es una novela escrita poco antes de morir, en la cual el protagonista, un clochard que vive bajo los puentes del Sena debe cumplir con la obligación de restituir doscientos francos, cuando pueda, a la santa Teresita de Lisieux de la iglesia de Sainte Marie des Batignolles. El relato de Roth describe los diferentes intentos del protagonista por cumplir esa promesa. Hay una lucidez en esta última obra de Roth, seguramente un intento autobiográfico para poder morir en paz. Lamento no poder leer en alemán para comprobar la genialidad de este autor que me ha impactado desde que conocí su obra gracias a la merced de los traductores.

Moses Josep Roth (1894 - 1939. Novelista y periodista austríaco. Obras: La tela de araña (p.1967, póstumo), El profeta mudo (p. 1956, póstumo), El Leviatán (p.1940, póstumo.), Hotel Savoy (1924), La rebelión (1924), April. Die Geschichte einer Liebe (1925), El espejo ciego, (1925 cuentos), Las ciudades blancas (1925), Judíos errantes (1927), Fuga sin fin (1927), Zipper y su padre (1928), A diestra y siniestra o izquierda y derecha (1929), Job. Romance de un hombre sencillo (1930), Panoptikum. Gestalten und Kulissen (1930), La marcha Radetzky (1932), Stationschef Fallmerayer (1933), Tarabas (1934), El Anticristo (1934), El triunfo de la belleza (1934), El busto del Emperador (1934), La balada del centenar de días (1936), Confesión de un asesino (1936), El peso falso (1937), La cripta de los capuchinos (1938), La noche mil dos (1939), La leyenda del santo bebedor (1939).

Manuel Cabrales periodista colombiano. Reside entre Roma y Nueva Delhi y es colaborador de Aurora Boreal© desde el 2007.

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 Material enviado a Aurora Boreal® por Manuel Cabrales. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Manuel Cabrales. Fotografía Manuel Cabrales © archivo Aurora Boreal®.

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