En aquel cuento de Borges, de espléndida factura y múltiples conjeturas, Emma Zunz, se lee: “(…) porque la muerte de su padre era lo único que había sucedido en el mundo, y seguiría sucediendo sin fin.”
Tal vez allí este una de las claves. La muerte es interminable. Sigue siempre, sin regreso.
¿Por qué matar entonces?
Si la muerte sigue sucediendo sin fin, no hay redención posible. Ni el perdón devuelve la vida destruida.
Tantos siglos durante los cuales el ser humano ha investigado el sentido de la vida, y ha creído apaciguar instintos que no termina de comprender, pura reacción incontenible, no han cambiado lo peor que también nos habita.
Los sistemas de justicia, la cárcel como correctivo, la educación, las religiones, todo muestra su fracaso, su conversión en un resultado distinto, el envilecimiento.
Es posible que un sentido de humanidad sin utilitarismos se asome en las lecturas. Los planes que poco a poco hacen lectores ojalá permitan el descubrimiento de claves de vida. Esas ideas que están desde siempre en las novelas, en los poemas, en los relatos y que hacen de ellos semilleros de libertad, reconciliación con un sentir íntimo que se desconocía. Ideas que atraviesan los tiempos y esperan.
"Baúl de mago" enviado a Aurora Boreal® por Roberto Burgos Cantor. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Roberto Burgos Cantor. Fotografía Roberto Burgos Cantor © Santiago Sepúlveda.