Mini Relato
EL BESO
La princesa esperaba con impaciencia el beso prometido por su amado; llegó a pensar que así sellaría para siempre lo que suponía amor eterno. Mientras, el príncipe reflexionaba si estaba haciendo lo correcto. ¿Acaso podría olvidar la halitosis que por años
- Detalles
- Por José Gregorio González Márquez
De noche la ciudad es una mujer perfumada y una vieja harapienta. Una mujer rubia escribiendo y una mujer y un hombre saliendo a bailar. Un buzo descubriendo cosas en el agua, un transeúnte. Grandes bolsas como hipopótamos invaden las veredas nocturnas. Mujeres y hombres de grandes ojos negros juntan cartones y botellas de plástico y una
- Detalles
- Por Araceli Otamendi
Versión de José Prats Sariol
El extranjero
-Dime, hombre enigma, ¿a quién quieres más: a tu padre, a tu madre, a tu hermana, a tu hermano?
- Detalles
- Por José Prats Sariol
Jessica López trabaja en la juguetería desde hace poco tiempo. Es vigiladora. Antes trabajaba también en ese shopping y antes del shopping en la venta de productos de granja. Pero de cortar pollos, despachar milanesas y envolver huevos de a media docena estaba cansada. Cuando le avisaron que buscaban a alguien para trabajar en ese
- Detalles
- Por Araceli Otamendi
Aquel domingo de apacible otoño, Maruchita fue el tema predilecto de habladuría en la concurrida cantina "Don Fadasur". Desde temprano los contertulios se referían a ella tal si fuese un personaje del cual es lícito decir cualquier agudeza, chascarrillo, exageración, mientras bebían, picoteaban una merienda, jugaban al billar, al dominó o tentaban
- Detalles
- Por Walter Garib
Cada vez que iba al parque de diversiones, corría a La Estrella. Aquella rueda giratoria, grande como un edificio, era mi favorita entre las atracciones.
Cuando comenzaba a subir, lentamente, experimentaba una desesperación casi dolorosa por llegar a la cima. Al sentirme en el punto más alto, levantaba los brazos y sentía que podía
- Detalles
- Por Marié Rojas Tamayo
-Igualita, igualita a su abuela Balbina
Micaela oía lo mismo una y otra vez, lo decía todo el mundo, era igual que su abuela, a la que ella no había conocido. Los mismos ojos azules, la misma boca pequeña, el mismo pelo lacio, tan delgada, y tan buena. -Ojalá te parezcas a ella también en eso- le decían.
- Detalles
- Por Milagros Salvador
Estaba escrito en mi piel que un día iban a descubrirme. Pero ellos, incapaces de leer los mapas, tardaron años en darse cuenta que lo comestible de mí no eran las flores ni las hojas ni el tallo sino mi raíz, el tubérculo. Pero igual: era Europa, y yo había dado la vuelta al mundo.
- Detalles
- Por Esther Andradi
..
El dinero ¿fue árbol? ¿De qué especie están hechos los billetes? ¿De frutales o robles?
..
- Detalles
- Por Esther Andradi
Siendo pequeña intento distraer a mi madre de su trabajo.
Sólo necesito que me mire, pero ella lava.
Aferrada a su falda, no puedo controlar mis piernas y me abro la frente al chocar violentamente contra la piedra del lavadero.
- Detalles
- Por Esther Andradi