Poesía - Eduardo Escalante Gómez

eduardo escalante 251Selección del autor para Aurora Boreal®

 

 

Eduardo Escalante Gómez
Nació en Antofagasta, Chile (1942). Licenciado en Lingüística y Literatura, Universidad de Chile, Magister en Ciencias Sociales, Universidad de Gales, Gran Bretaña. Es investigador y escritor. Ha publicado diversos artículos científicos en revista con referato en Chile, Argentina, Perú, Colombia, México, Nicaragua, España, también varios libros sobre investigación y estadística en Chile y Argentina. Ha sido incorporado a los sitios Arte Poética, Proyecto patrimonio cultural, escritores y poetas en español, Letras de Chile en los que se han publicado varios de sus poemas. Tiene poemas publicados en revistas de poesía de Miami, Argentina, España entre otras.

 

Ayer

 

En algún punto se empieza,
intentar versos que evocan
quizás desatinos.

Puede ser la trampa de la nostalgia

          Lo confieso, confieso. Es mi impulso

Siempre libre
        (y siempre atado. decisión propia)

Nunca príncipe de causa alguna
más bien admirador de pastor de crecido rebaño.

Mi infancia no vio mis pantalones alargarse.

Quizás van Gogh la pintó
y pueda recordarla.

(un techo con estrellas, una silla con cojera,
una cocina con olor a carne y camote,
luz de una vela en orfandad).

El tiempo me permitió acarrear sacos de preguntas,
apilarlos en un rincón, no había espacio para más.
Fui encaramándome sobre voces que navegaban,
intentando trepar misterios de esa edad.
Lucidez no siempre acompañaba.

(Me asustó lo de siempre: la cama sin ternura)

En ese otro día, bajé ruta de plano plegado,
subí líneas en busca de una torcedura
todo con compás no hallado
y mapa de emociones confundidas
Sin importan lo que hubiere a la vuelta de la esquina.

Con la gracia entre todos repartida
muchas veces acerqué mi oído sobre el viento
para escuchar las aves que se había ido.

(A veces truenos oscuros no me dejaban oír,
no pude aplicarme y saber si había algo solemne.
Trazos quedaron amurallados. Sólo puedo mito.
En junio me despierta)

Caminaba con perro colgado de mi brazo.
Agua, luz, cielo andaban presurosos
con sus cantos acompañaban mi alargado corazón.

Vi perder la gracia de quienes uno no esperaba
como rebaños se alejaban hacia rumbo sin fin.
Al otro día las campanas anunciaban
que agua dulce se podría beber
con saciada sed uno podía descansar.

Subí otra vez las escaleras de todos,
a veces lento, otras, acompañado,
dejando que el tiempo no desgastara mis miradas,
bajando con sueño ayer realizado
para despertar en la plaza sin cadenas.

 

**

 

Plegaria antes de la medianoche

 

Absorbe, mi Señor,
la pequeñez o inmensidad
de mis notas discordantes,
su aire, madera, estrella,
el tiempo mismo
que me concediste.
este día y el de los años anteriores
que me dejaste vivir
en la energía de la búsqueda del amor
y hubo momentos en los que me hundí
en espacios de silencio,
mi corazón se incendiaba.
que tu paladar no se moleste,
trágame y déjame
en algún punto del universo
donde haya un refugio de luz.
mi destino siempre fue ser tuyo,
Ser de la entropía.
así lo quisiste,
el universo come sus partículas
y todo lo que en la medianoche
va quedando ciego.

 

**

 

Libros

 

la librería está llena de lectores, hay nuevos títulos.
se ha agotado el “Himno al Malbec”, tan exquisito es el olor a uva
de solo leer el título uno se embriaga; quedan bastantes ejemplares
de la “Bruma de la tristeza”, se filtran por las tapas nubes que anuncian tempestad; solo un ejemplar de la “Tela de araña” que consume alegrías, está muy hojeado con dedos sucios parece que los lectores se enojaron; el “Mar celebra la ceremonia de las risas” y “Las arenas que confiesan”, están en vitrina, son best sellers; el “Nacimiento inesperado de la verdad” provoca alarma en los lectores, nadie ha preguntado por qué contarla; el “Desnudo de la pasión” está por llegar, los lectores tienen lentes de aumento; la “Noche de los rieles oxidados” y el “Vendaval de los reparos”, la tiene un lector en sus manos, no quiere que nadie la vea; “El Viejo que confundió a su botella con una princesa”, espera a un selecto lector que llega en las tardes.
a las dieciocho horas se presenta la novela corta: las “Huellas del pasado se borran lamiendo helados”; se augura lleno repleto.
Lees en tu cama ….
leo para vivir. Vivo en la escritura

 

**

 

Eco

 

Todos estos días haciendo señas al sol y la luna,
escarbando en el barro y en la arena mojada,
encuclillas y encaramado
sin mochila pegada a la espalda
con pantalones sin bolsillos
con el pecho descubierto
sin zapatos.
en un día haciendo eco
en este día haciendo eco
en un cuerpo que hace eco,
allí están esos que hicieron
comerme el hueso de la noche,
subido a un miedo,
simulando el vientre materno.
he perforado un hoyo en mi cabeza
para que quede vacía.
Agotado, exhausto,
me siento a la mesa y escribo.
Esto es lo que usted está leyendo.

 

**

 

Tiempo

 

el techo del primer piso encierra al piso de arriba por años
sabe de sus crujidos y lamentos
sentenciado a guardar misterios y recibir el viento norte

sus paredes conocen lo finito cambian pieles en verano
las enferma el invierno los clavos tienen fragancia oxidada

no hay manera cirugía es necesaria cuando calienta el sol
un habitante a punta de martillazos cubre el orificio
que averigua secretos no atinados aguaitando a la vecina

una gota en el techo es charco de preocupación
se puede multiplicar como las hormigas
pegamentos con migas de pan son insuficientes
hay que reparar los órganos del techo
los pájaros hambrientos picotean las cornisas
olor a alquitrán los ahuyentará.

las ventanas tienen múltiples fotografías
de viajes de la luz muchos mundos coloreados con la tinta que acarrea el viento tienen registro claro salpicaduras han dejado constancia

es historia originaria los techos doblan sus rodillas
la lluvia ha llegado sus oraciones no son escuchadas
el sol seca las llagas, pero no borra los orificios

El tiempo no respeta ni a las cosas ni a ti.

 

**

 

Un viaje en el mundo de hoy

 

I

 

teníamos la tierra prometida, la cambiamos por tierra baldía
la abandonamos y sin explicación.
el cielo está poblado de borrosidades sin fin
¿quién arranca una hoja de esta mi vida y de la nuestra?

 

II

 

las caricias se han escondido en las autopistas
el tiempo tiene horarios clausurados
y vivimos la paradoja estar solos en un tren repleto

vemos tanta ropa que camina sin rostros,
uno dobla esquinas en las que cuelgan escalofríos,
mil pliegues de pensamiento diluyen la belleza.

 

III

 

es el mismo espacio prometido que hemos aprendido a traducir
para que habiten los sueños en el espacio baldío
que cada vez se hacen más pequeños. el otro sitio ya no es.
¿caemos sobre rocas incoherentes al despertar?

 

IV

 

abrirse en las cuatro direcciones y recoger tu intensidad íntima,
beber sobre su propia luz y no el negativo de la nada
ponerse al hombro el cuerpo, inyectarle intensidad y borrar lo otro,
lo que se equivocó, pero recordarlo.
abrir la jaula al verso bloqueado, navegará sin cansancio.
que el campo de concentración quede sin condenados

 

V

 

sacrificar lo que tenía nombre seguro, desnudo hacer otro llamado.
no una señal con un dedo, no una etiqueta en el archivo
el tránsito al abismo clausurarlo. un juguete de plástico no nos sirve
transcurrir siendo sin preocupación porque el tiempo que es el que mata.

Contemplar lo que nunca se ha dejado y está colgado de las cornisas.
mirarlo. nos acercamos al ascender. colorear múltiples universos.
despertar al cautivo para que el silbato suene.
parte la embarcación hacia el sueño de la infinitud.

 

**

 

Paisaje

 

¿Es un muelle o una escalera para subir a un cerro?
ambos tienen peldaños de agua
al muelle siempre lo limpian punta de látigos húmedos y verdes de sur a norte
a la escalera la limpian los pasos de sus habitantes a punta de suelas
en sus mil pliegues de estaciones

¿Qué nos dicen?
Cada uno tiene sus bocas desenvuelven sus labios y leen poemas
Los sacan de sus maletas armadas por los años
con punteo de cuerdas ajustan su melodía
El muelle mira los barcos que vienen y van todos con destino conocido
la trama de carne y hueso es otra la historia
balbuceo de remos anuncia nos dice la sombra que no regresó
y de palabras fracturadas
La escalera mira las ventanas y las cornisas que le soplan
la hora en la que se levantan y se acuestan los que tejen jornadas
las cosas incoherentes que llevan en sus pies donde cuelga el escalofrío
quien lleva el harén tallado en su corazón
una ventana lánguida bate una historia a fondo de un destino a la deriva
una cornisa despliega flores que viajan dice de los ojos que se limpiaron
dos veces

¿quién lee el poema que sigue?

 

**

 

Vida en los cerros de Valparaíso

 

como bocanadas
multitudes
descienden verticales
bajan
escaleras sin límites
brisa y niebla
siempre acompañan
exhaustas son las subidas
no hay silencio
posible
demasiadas las noticias
es tan lindo conversar
la vecina que cambio de marido
la abuela que ahora es bisabuela
la niña de catorce está encinta
el vecino que encontró trabajo
soledad no es posible
murmullos
copan el aire
escuchas
aunque no quieras escuchar
o te lo cuentan los perros
cuando diez sueños
se sueñan unos a otros
el té con la vecina es más dulce
todos tienen
un deseo con historia
rescatar el sol del agua
aunque esté ahogado
cada vecino es un camino
los volantines al viento lo declaran
un claustro de cientos de años
claro ahora envejecido
aunque patrimonio sea
silbidos anuncian urgencia
nada es tierra extranjera
todos tienen apodos
es la república
escena de la tos del vecino
anuncia su partida
todos se preparan


**


Un poema de amor

 

miras tu primer poema
y el último escrito
el destino de cada uno
pende de cada palabra
como tu vida mi vida.
tu primer amor
tu último amor
que puede ser el primero
en cualquier caso
el amor vive.
uno fue a la orilla del mar
cada paso tuvo melodía
el sonido de la lluvia
anticipa tus pasos
ves el jardín de lo creado
las palabras lo capturan
en el muro de la lluvia brumosa

el manuscrito original
del primer amor tuvo revisión
el último la desafía
es lo que tiene que ser.
que se diga
es una pieza de cuarzo rosado
salido del fondo del mar
manifiesto del amor
en el muro de la lluvia brumosa
un poema de amor que huyo de las ruinas
y dejó vallas demolidas mientras se construye
es verdadero amor

 

Ellas me entienden y para ti pueden estar vacías

 

Si digo “mar”
siento los cabellos en las piedras
Si digo “tierra”
escucho a los confundidos de mi vecindario
Si digo “abuela”
entierro mis brazos
en la arena del desierto
Si digo “lluvia”
mis ojos de adolescente
ven niebla espesa acercándose

Mar, tierra, abuela, lluvia
desgarran mis miedos o
celebran mis alegrías
me encuentran en mi próximo paso
Lo oscuro siempre ha tenido un largo viaje
en la metamorfosis de los días

Las quiero abiertas o
pasaré la vida pareciéndome al ayer
cierro los ojos veo vida
vienen días más duro
no conozco sus nombres
no me basta con los rostros que conozco
salvo a los que siempre espero

En mi memoria
habitan mis palabras que me limitan
que llenan de lo que ya no existe
no suspendo el instante en el viaje
si quiero entrar a otros aromas
que aún no tienen nombre
mi escucha ve la espera
del grito de los silencios
y el entierro de los nombres
que ya nada dicen.

 

**

 

Y dando la batalla

A Dylan Thomas

 

De 18 vasos de whisky
No murió
El hombre come
Qué comió es su problema
El poeta escribe poemas
Qué escribe es su y mi problema
Como siempre la historia
Se inicia en la oscuridad
El deseo siempre al acecho
Agazapado mira y ataca
La pasión es un mapa
Él sangró realidades
cargó congojas
no aceptó límites
atacó los lugares
donde otros esperan
los llenó de fuego
mientras esos otros duermen
despertó el tiempo
aunque tuviera que consumirse
tiemblen los confundidos
que gestos huecos hacen en tierra
baldía
En su encierro en la torre de palabras
Con el corazón peinado de otra manera
lo salvaje no tiene palabras
Partió sus entrañas
Corrigendo palabras
Ordinarias
Que aún nos tienen
De cabeza
Pues cuesta pedalearlas
En su tren de rebeldía
Se detuvo en la estación de la
Fe habiendo pasado de largo
La estación del purgatorio de la duda
Y la estación del infierno de la desesperación
lo hizo
pues su muerte no tendrá señorío
seguirá estallando
Su palabra
tiene un más allá
todos de un modo u otro
nos embarcamos
y padecemos no sabemos
quehacer con tanta vida
descendí a su infierno
y vi la hoguera
Mis demonios se parecen a los tuyos
Calvos y huesudos
Pero con cariños los tratamos.
Todos los delirios son posibles

La muerte no tuvo señorío

 

Penas de amor

(homenaje a Alejandra Pizarnic poeta argentina)

 

en el espacio del ave herida la noche cruenta
el río es pavimento en el que se camina descalzo
los trenes del sur se desplazan en ruedas del agobio
razón no llora, llora el alma sin disfraz de cordura
corazón en fuga lejos de los matices
la noche ha sido robada, ya no tiene esplendor ya no es noche
las estrellas se bajan de sus caballos nadie quiere saber de la luz
un dolor remite a otro dolor
la flor muestra su sombra que limita con el último límite
y se resbala por el vacío
es tan pesado el sufrir que la guirnalda de la cabeza cae
el silencio es música en página húmeda y las palabras tatuaje del alma
se muere y nace hecho amor perdidamente amante
suelo fértil de querer y dudas de amor
auguran un naufragio

Si te hubiera encontrado
el que saca los clavos de la vida.

 

Selección de poemas de Eduardo Escalante Gómez enviados a Aurora Boreal® por Eduardo Escalante Gómez. Publicados en Aurora Boreal® con autorización de Eduardo Escalante Gómez.  Foto Eduardo Escalante Gómez © Eduardo Escalante Gómez.

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