De este modo, encontramos el pudor y la incomodidad de los defectos físicos resaltados en algunas de las escenas más tragicómicas del libro, y somos capaces de entender los sueños rotos de una noche de verano inducidos —con crueldad— por la respuesta de un amor no correspondido. Todo esto, claro, con un estilo literario jocoso y entretenido. Nunca pedimos que se acabe el tiempo compartido con los personajes, sino que deseamos más horas para pasar con ellos. En la difícil tarea de divertir de una manera inteligente, Después de comer perdices asombra por su efectividad y calidad, y demuestra a todos aquellos que reniegan de la literatura pura por ser excesivamente elitista que se puede ser sublime literariamente sin olvidarse del atractivo poder del contenido.
Los relatos de Paula y Fiona, por ejemplo, contienen ciertas dosis de humor que generan algunas escenas cómicas, pero es un humor despiadado. Todo lo provoca la honestidad con la que se conversa, porque en el fondo, las pasiones humanas son así, contradictorias, efímeras y absurdas. Y la sinceridad nos asusta porque nos asusta la verdad sobre nosotros mismos. Esa es una de las cosas que más atraen de sus relatos. Pueden parecer juegos. Sin embargo, sorprende “la verdad” que reside en ellos. Lo fácil que se identifican esas emociones en las largas noches de invierno.
Xabier Fol
Periodista y redactor de televisión. Graduado en Historia por el City College de Nueva York, especializado en historia intelectual de los Estados Unidos, fue becado por The New York Times como fact-checker en la sección Syndicate.
Rita María Gardellini Cavido
Argentina. Escritora, docente investigadora y directora de escuela primaria estatal. Autora de varias novelas, poemarios y relatos inéditos. Ha publicado No dejes que muera (2009) y la serie de relatos Después de comer perdices o por qué las mujeres son boludas e insisten en enamorarse (2011).
Reseña enviada por Rita Gardellini a Aurora Boreal®. Publicada en Aurora Boreal® con autorización de Rita Gardellini y Xabier Fole. Foto Rita Gardellini ©David Fernandez. Foto Xabier Fole © Xabier Fole.