Arturo Gutiérrez Plaza

arturo_gutierrez_002Tres poemas inéditos de Arturo Gutiérrez plaza.
Selección del autor para AURORABOREAL

 

TRASTIEMPO
a la memoria de
Eugenio Montejo

 

Ayer caminaré por la noche
que terminó sobre esta línea.
Me detendré cuando sentí
que no fue un abismo
sino un puente colgante
sobre puntos suspensivos.
Hacia atrás avanzaré
persiguiendo una sombra,
tal vez la que seré, la que fue mía.
Al iniciarse la oscuridad
arribaré al momento
que entreveré antes.
En lo alto del crepúsculo
bajaré hasta la cima
de este poema que comenzaré
sobre esta línea, poco antes de partir.


LA ESPERA

Si bien en lontananza aún te acecho
Carlos Germán Belli

 

Aunque no me alcances
te esperaré.
Aunque no puedas,
después o antes,
evadiré a los verdugos,
usaré sus capuchas,
cortaré con mi hacha
en el sitio indicado
(un trazo limpio y sin dolor).

No tardaré en aprender mi oficio.

Pero tal vez no,
tal vez tarde, tal vez nunca.
En todo caso lejos de aquí.
Quizás antes o después,
he de arrepentirme
y entonces como un ave cetrera
entrenada para herir y matar
dejaré mi capirote y volaré alto
hasta alcanzarte y hacerte mi presa,
lejos de cuerpos malogrados y cadalsos.


SI ME PERMITES

arturo_gutierrez_plaza001Arturo Gutiérrez Plaza. Nació en Caracas en 1962. Es poeta, ensayista y profesor universitario. Ha publicado Al margen de las hojas (1991), Principios de Contabilidad (2000) y Pasado en limpio (2006). En 1995 obtuvo el premio de poesía de la III Bienal Mariano Picón Salas y en 1999 ganó el Premio Hispanoamericano de Poesía Sor Juana Inés de la Cruz. Poemas suyos se han incluido en varias antologías venezolanas e hispanoamericanas y han sido traducidos a diversos idiomas. Fue becario del Programa Internacional de Escritores de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, en 1997. Entre 1995 y 2000 se desempeñó como director general del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos. Es profesor de la Universidad Simón Bolívar, en Caracas.

Si me permites
no te llamaré por tu nombre,
procuraré otros atajos
que me sepan conducir
al sitio donde las palabras amanecen,
al recodo donde las historias
se reconocen inútiles
y el azar pacta
a riesgo de sus mejores apuestas.

Si me permites
te desearé simplemente
como si invocara la lluvia
en la estación más seca,
aquélla que queda
sin balbuceos
más allá de la aridez
del recuerdo
de lo que no fue.

Si me permites,
si hay un lugar donde yo pueda,
me haré cómplice en tu piel
y como un devoto feligrés,
fiel a los caprichos del deseo
te haré mía sin nombres
sin palabras, sin promesas.

 

 

 

 

Fotos de Arturo Gutiérrez Plaza por Martha Viaña Pulido

 

 

 

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