A nuestra querida Malena

Malena

Martha Canfield: (Montevideo, 1949) poeta, ensayista y traductora, vive en Italia desde 1977. Es catedrática de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Florencia. Ha editado en italiano autores hispanoamericanos como Benedetti, Mutis, Vargas Llosa, Cardenal; y en español autores italianos como Pasolini, Sanguineti, Bufalino, Magrelli. Ha publicado estudios sobre López Velarde, Quiroga, Borges, Aurelio Arturo, García Márquez, poesía chicana. Es asesora para la poesía italiana del Festival Internacional de Poesía di Medellín (Colombia). Dirige la colección “Latinoamericana” de la editorial florentina Le Lettere, Es miembro fundador y presidente del Centro Studi Jorge Eielson de Florencia dedicado a la difusión de la cultura latinoamericana.Como poeta ha publicado seis poemarios en español: Anunciaciones (Bogotá, 1977), El viaje de Orfeo (Montevideo, 1990), Caza de altura (Bogotá, 1994), Orillas como mares (Bogotá, 2005),  El cuerpo de los sueños (Lima, 2008) y Corazón abismo (Bogotà, 2011; 2ª ed. México, 2013); y cuatro en italiano, Mar/Mare (1989), Nero cuore dell'alba (1998), Capriccio di un colore (2004) y Per abissi d’amore (2006).

Ha recibido los siguientes premios: Premio Especial de Poesía de la Asociación italiana «La Cultura del Mare» (2000); Premio de Traducción «Circe-Sabaudia», por sus versiones de Luzi, Bigongiari, Pasolini (2001); Premio de Traducción de los Institutos Cervantes de Italia por sus versiones de Mario Benedetti (2002); Premio «Orient-Occident for the Arts» (Rumania, 2006); Premio Iberoamericano Ramón López Velarde (México, 2015).

¡HASTA SIEMPRE, NUESTRA QUERIDA MALENA!

En el mes de enero del 2010 acogimos en nuestra casa a Sara dell’Adige, una perdiguera blanca con manchas color naranja, cachorrita de poco más de tres meses, tímida y amorosa, de la cual íbamos a descubrir después que sus miedos ancestrales le volvían la vida muy difícil. Pero con nosotros se reveló siempre inteligente, leal, afectuosa y hasta alegre y juguetona. Viendo que sus instintos eran muy fuertes, en el mes de mayo del 2014 le hicimos encontrar a Teseo Ferentum, un perdiguero de color marrón con manchas negras, hermoso, audaz y emprendedor. Fue amor a primera vista y Sara quedó embarazada. El 5 de julio nacieron ocho cachorritos, dos hembras y seis machos: Gina, Tito, Tino y Teddy, de color oscuro como su padre; Malena, Toby, Toni y Tommy, blancos anaranjados, como la madre. La felicidad de Sara con sus cachorros y su dedicación a ellos fue extraordinaria y superó incluso nuestras expectativas. Cuando éstos tenían entre tres y cinco meses, siete de ellos encontraron una nueva destinación, mientras Malena se quedó con nosotros. Fue nuestra dicha cotidiana, así como la compañía y el estímulo constante de mi alumno Besmir Lutaj -llamado Besi-, quien todos los días la llevaba de paseo, a encontrar a sus amigos humanos y perrunos de Plaza de Azeglio, a pocas cuadras de nuestra casa florentina. Las escenas más divertidas, que no dejamos de fijar en innumerables fotografías, eran las de los juegos de Malena con su mamá Sara, las poses de las dos abrazadas o bien juntas para dormir y las de las mimoserías entre ella y Besi.
Desdichadamente el pasado 21 de abril, corriendo feliz en medio del campo, encontró esos gusanos terribles que llaman “la procesionaria del pino” que son altamente venenosos y mortales para los perros. No hubo nada que hacerle y el 29 de abril Malena se nos fue. Tenía solo un año y diez meses. Su ausencia nos deja un gran vacío pero también una serie infinita de recuerdos llenos de vitalidad, de placer y de dicha.

Martha Canfield

 

NOS VOLVEREMOS A VER

A nuestra querida Malena
(5 de julio 2014-29 de abril 2016)

 

No quiero saber, no quiero,
si en el paraíso verde
que más allá nos espera
hay un dios gigante y bueno
que renunció a su poder
para darnos libertad
y así no pudo hacer nada
cuando un mal imprevisible
se atravesó en tu camino
y te arrancó de la vida.
Tal vez. Tal vez fuera así.
Yo no lo quiero saber.

 

Quiero tan solo soñar
con la promesa ideal
de un tiempo sin tiempo al fin
donde el Espíritu Santo
nos habrá de redimir.
para dejarnos vagar
en el espacio azulado
y en el tiempo atemporal.

M. C., 4 de mayo 2016

 

 

 

MALENA LA BUENA

 

Malena canta el tango
como ninguna
Malena ladra fuerte
como un trombón
Malena mira y huele
entre mis piernas
me acerca su trompita
con su ilusión

 

Peluda y cariñosa
juguetona y bandida
Malena tiene un nombre
que suena a pena
que evoca días tristes
de frustración
Pero en los días malos
llegó Malena
como una cosa buena
de bendición.
Entonces comprendimos
que una mano celeste
de pronto puede
abrir el torbellino
dejar pasar
con luz inesperada
una idea amorosa
que supimos llamar
compensación.

M.C. , 11 de abril 2015

 

 

PARA MALENA

 

Perrita de mis amores,
Malenita de mi vida,
¿por qué tu tiempo y el mío
no pueden ser más parejos,
no puedes crecer despacio
y dejar de ser cachorra
cuando yo esté más vieja
y pueda pensar la muerte
como algo más natural?

 

Cachorrita de mi vida,
Malena, mi perra tierna,
¿por qué el destino ha querido
que me dejaras tan pronto?

 

En tus ojos tan curiosos
ibas descubriendo el mundo
y tus patitas veloces
corrían para jugar;
porque el juego era tu cifra
y en el juego me envolvías
invitándome a gozar.

 

Vivir, jugar y gozar:
eso era lo que enseñabas
a quienquiera se acercara
a tu trompita amorosa.

 

Con tu pata delantera
sabías decirme “hola”,
y pedirme una caricia,
y otra y otra y otra más,
porque tú de las caricias
no sabías descansar.

 

Cuando en la noche llegaba
al fin la hora del sueño,
entonces te recostabas
apretada contra mí
y emprendíamos un viaje,
juntas las dos y seguras
de que en el mundo del sueño
habríamos de encontrar
una pradera infinita,
luminosa y perfumada,
donde ser las dos felices
en la unión maravillosa
de animal humano y perro,
un lenguaje sólo nuestro,
un alma y un corazón,
en la dimensión perdida
de un paraíso anterior.

 

Mi cachorra, mi Malena,
¿por qué un destino tan cruel
te arrancó de nuestros brazos
cuando todavía estabas
sólo empezando a vivir?

 

Cierro los ojos y pienso
que en algún sitio seguro
del jardín de nuestros sueños
me estás sin duda esperando
y que pronto he de llegar
yo también para empezar
el juego hermoso y sin fin
del paraíso de ayer.

M.C., 19 de mayo 2016

 

 

ÚLTIMA NOCHE

 

Ella duerme junto a mí
en su lecho de dolor.
Ella quiere regalarme
su última hora de amor.

La veo caminar tan dolorida
con el cuerpo tan cansado.
Ya es demasiado tarde
para estar preocupado.

Ya se ve nuestro dolor
como se ve la luna llena.
Ya nunca te olvidaré,
nuestra querida Malena.


Besmir Lutaj
22 de mayo, 2016

 

Fotos de arriba a abajo:
Foto nr. 1: Martha y Malena de paseo.
Foto nr. 2: Besi y Malena noviembre de 2015.
Foto nr. 3: Malena contempla el cielo desde la terraza.
Foto nr. 4: Malena durmiendo.
Foto nr. 5: Malena en su sillón.
Foto nr. 6: Sara y Malena en la cama.
Foto nr. 7: Sara y Malena esperan visitas en la sala.
Foto nr. 8: Sara y Malena juntas en la camita de Sara.

Besi 350

malena 2 350

malena 3 350

malena 4 350

malena 5 350

malena 6 350

 

malena 7 350

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Poemas enviados a Aurora Boreal® por Martha L. Canfield. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Martha L. Canfield. Poema "Ültima noche" por Besmir Lutaj.Fotos de Malena © archivo privado Martha L. Canfield. Fotos de arriba a abajo:
Foto nr. 1: Martha y Malena de paseo.
Foto nr. 2: Besi y Malena noviembre de 2015.
Foto nr. 3: Malena contempla el cielo desde la terraza.
Foto nr. 4: Malena durmiendo.
Foto nr. 5: Malena en su sillón.
Foto nr. 6: Sara y Malena en la cama.
Foto nr. 7: Sara y Malena esperan visitas en la sala.
Foto nr. 8: Sara y Malena juntas en la camita de Sara.

Suscríbete

Suscríbete a nuestro boletín y mantente informado de nuestras actividades
Estoy de acuerdo con el Términos y Condiciones