Notas de un Diario pre-póstumo: 15 de febrero - 2012.

15 de febrero, 2012. Leyendo el conmovedor Diario de Katherine Mansfield, magnífica cuentista (a ver si se me pega algo de su arte cuentista, ella que aprendió tanto del genial Chekhov), pero que vivió sus últimos años, tan minada de salud y con tanto sufrimientos aunque redimido en esos extraordinarios cuentos finales que, a pesar de todos sus agobios, pudo escribir.

En las últimas frases del Diario, escritas en el otoño parisino, mirándose en los jardines de Luxemburgo y unos tres meses antes de morir, vemos que vive un momento de epifánica de trascendencia. Quiere fundirse con la tierra y el mar y, sobre todo, con el sol, quiere ser "a child of the sun", una niña o hija del sol (ese sol que yo aprecio tanto en estos días, sentándome a recibirle en la puerta ajardinada de mi condominio, como veíamos de niños a aquellos viejecitos acogiéndose a él), y quiere trabajar, y "un jardín, una casa pequeña, hierba, animales, libros, cuadros y música". Y escribir (como me aferro a ello), aunque sea de un taxista, como casi lo seré o mañana al hacer mi declaración de "taxas", já, já.

Y estas palabras (que no hago mías y a punto de cumplir 79 años) que a ella se las tragó su muerte, poco después, en la noche del 9 de enero de 1923, ¡A sus treinta y cuatro años!: "Vivir una vida", y la cedo su voz para que las viva aquí:

But warm, eager, living life -to be rooted in life- to learn, to desire, to know, to feel, to think, to act. That is what I want.And nothing less. That is want I must try for.

Víctor Fuentes salió prófugo de la España franquista en 1954, y se considera parte del segundo exilio español. Anduvo por varios países europeos, con una permanencia de dos años en Inglaterra y, posteriormente, varios meses en Venezuela. Vive en Estados Unidos desde el otoño de 1956. En la Universidad de Nueva York, retomó sus estudios y se doctoró en lenguas romances en 1964. Desde 1965 ha sido profesor en la Universidad de California, Santa Bárbara, donde continua como profesor emérito, desde el 2003. Ha publicado números estudios sobre literatura española del siglo XIX y XX y sobre cine, y cine y literatura. Entre sus libros destacan: La marcha al pueblo en las letras españolas 1917-1936 (1980 y 2006), Buñuel en México (1993) y La mirada de Buñuel: cine, literatura y vida (2005). Ha publicado ediciones críticas de La Regenta y Misericordia (Akal). Bajo el heterónimo Floreal Hernández es personaje la novela Morir en Isla Vista, parte de una trilogía memorialista, cuyos otros dos libros, ya bajo su nombre, son: Bio-Grafia americana (publicado en el 2008, por la Fundación Jorge Guillén) y  Toda una vida... Entre el exilio y el transtierro y Memorias del segundo exilio español (1954-2010) victor_fuentes_050

Rematando el largo Diario, exhala dos breves frases en un estado de casi éxtasis: I feel hapy -deep down All is well . Hermoso y rotundo este "All is well" que, desafortunadamente, no puedo añadir aquí como fin de mi homenaje, de deseo mimético, a su persona y obra, en la triste y difícil situación mundial en que vivimos. ¡Esa desgarradora imagen de una joven mujer griega, madre de un hijo minúsvalido, colgada fuera del marco de la ventana de su oficina, en una calle céntrica de Atenas, de la que acaba de ser despedida, dispuesta a estrellarse en el vacío!.

Notas de un Diario pre-póstumo: 2012 enviado a Aurora Boreal® por el escritor y crítico Víctor Fuentes. Foto Víctor Fuentes©Isaac Hernández.

 

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