Selección de poemas de Minke Wang

minke wang 250Minke Wang nace en Wenzhou, China. A los diez años llega a España. Pasa la juventud en Valladolid y Madrid. Publica poemas y relatos en revistas como Kokoro, Paralelo Sur, La Revista de Occidente, y en el diario El País. En teatro estrena Inmortales en la Sala Cuarta Pared; y Teatro del Astillero programa su obra Tres figuras al pie ¿de? para una lectura en la Universidad Complutense de Madrid. En poesía lee junto a otros poetas en La Voz + Joven 2011; y en 2015 publica su libro mòh. con Amargord Ediciones.

Selección de nueve poemas por el autor para Aurora Boreal®. De su libro mòh [ ARN de Renunciación™ es un trabajo a partir de la naturaleza fonocéntrica de algunos textos sagrados. Son tan antiguos que su significado ya se ha perdido; sin embargo se espera que con su mera pronunciación se vuelva a producir algo extraordinario. El título apunta a la sopa primigenia donde competían por reproducirse las primeras secuencias de letras: las máquinas de ARN. ¿Qué hubiera ocurrido si hubieran renunciado a evolucionar hacia el ADN, artífice de las formas de vida actuales? ]

 

1.

 

Ojos que incubáis Violenta virgen. Mapa sobre tierra. Lápida. Pinta un nombre con tu
meñique ¿qué? ¿No es
llama de amor nonata? Pájaro sucio o Niño Polla no para o no pregunta:

¿De qué vale juntar zapatos en este descampado, si a pie de hojalata no hay más que
madres o jazmines? Parálisis facial de mantis Sí: Aquél que yo más quiero
decidle golpeadle decidle

Rojo bosque que incubáis la polilla emperatriz. Clama por flores de PVC o que llueva
sangre de adolescente. Tu erizo de mar no bebe ya?

 

15.

 

Una cara en pila bautismal sabrá avisarte. Labios salvajes muerden al mediodía. En los surcos o ramificaciones, ¿cuánto aguantará el deshielo? Dureza de vacío en la escala roca soledad. Prominencia de tu frente, estatua de lo que vendrá al romperse lo prepúber. Ruibarbo. Claroluna. Cresta de grulla es veneno del cielo. Hostiga espalda de titán, recoge zumo del tiempo. No sea que no queden charcas para mirar cara a cara a Aquél que ya más no nos mira. Lavad las semillas que en él han de cicatrizar; que su inocencia no sea cicuta. Y lavad estas manos que han violado las entrañas del Amado.

 

 

23.

 

Querer a mi querer. Pesar a tu pesar. Diálisis convectiva de un amor no se llama vida.
Tierra de abono para usurpar en el desencanto: Agua quieta y ceniza revuelta: Nacen
pequeños zapatos de sal.

Te he incrustado en mi páncreas. Nena Magra adoba amarga los labios, recrea un
cielo de satiriasis en tejados de púrpura tendida. Flor amarilla de un sacrófago. Si me
plantaras a su lado, ¿brotaría algún Otro como un hongo? ¿O eres tú abriéndose
camino entre guata ý? Organismo heterótrofo
deja volar tus e       p     r                        s
                                 s  o            a
infecta mis días de Niño Nonada. De besos.

 

24.

 

¿En qué anda el hijo de No? ¿Por qué no con su mano arranca espongioblastos? ¿Es que somos inenarrables? Onda expansiva en región occipital. Cien púas irrumpen tu nuca de madrugada. Turquesa y rosaclara tiñen de córneas el desquicio. Monstruo logaritmo en base Z de nonada –línea discontinua– – hiperactiva circuitos de neurona en desintegración. Embiste la pared por encima de la almohada pero no vayas a gritar. ¿Ha callado el golpe la música extraña? ¿Alivia el dolor la histeria sonora? Entre dos luces en Isla Zumbidos. Pronto vendrá Señor Glande con su polla a rompernos la crisma: dientes de Niño Nonada en la cama de cumpleaños.

 

32.

 

¿Tú quieres que te quieran? Cuchillo dice: Yo no me integro en hígado de nadie. En soleada noche: alvéolo palpitante. Será mejor que se sepa. No hay cómo ni por qué. Aquello viene o no: se queda con tus seudópodos. Al toque de olifante: lancinante Mantarraya al cielo discurre. Entonces fluorescencia de apoplejía cubre patio interior ovíparo.

 

34.

 

A Víctor J. Vázquez

 

Iremos al Monte do Cinco Espejos. Sol Anular nos guiaba entre esos cinco riscos. ¿Acaso no mana el agua en el valle de tu mano? Y sé, aunque estés al alcance de singular luz, que esta quieta senda será desquiciada. ¿Las paredes del vientre? No han de conducir al cráter inmaculado do se baña el Amado. En plomo hirviendo quede preso: cien pies desollando. ¿Qué canto es ese que en risa roja trastorna? Dicen: No nos podréis saltar por entre encima del surco de la herida. Mas ¿qué tigre albino masculla en torácica cueva? ¿Y qué hipógrifo mella cuenca de cigomática aquiescencia? ¿Por qué entonces, al lado mismo del toque de resuello, germina de casi nadie, la flor de Nonada?

 

40.

 

A Cristian Cámara Outes

 

Todo ser algo, significa ser a costa ¿de?; ser a costa ¿de? que otro algo no sea ¿de? ¿Así la nonada? Saca de la humillación ¿de? a lo que en él gime, saca ¿de? a la nada misma y le colma ¿de? ¿Así la nonada? Abarca el ser y el no ser en admirable ¿de?, pues todo ¿de? tiene derecho a ser hasta lo que no ha podido ¿de? ¿Así la nonada? El todo ¿de? es un todo que sólo será cuando ya cada cosa ¿de? haya derivado ¿de? ¿Así la nonada? Nació para ser la sal ¿de? y grandes regiones no la reciben todavía. ¿Así la nonada? Y ¿a qué cuidado tanto ¿de? si nonada ha de ¿de??

 

46.

 

Llegar y cercenar la muñeca. El límite tendría que estar puesto, pero los niños apedrean ventana cara carcomida. La vergüenza galopa en tu temor: ira de ciervo vulnerado. Si rodases pómulo sobre filos diminutos ¿serías un arroyo esquizo? Con un hacha por diente, lo habríamos extinguido uno a uno. Cráneos sonrientes bajo el sol de noviembre. Padres lágrima no en círculo no dan pena. No no es culpa de nadie que después hayan proliferado bubas. ¿Es paisaje de piedad la mejilla gangrenada de Monstruo Zacarías? Sembrar de cadáveres enanos el campo también es de gozo.

 

49.

 

Está ya en playa nido de nonada. Al mar de las angustias veo almas ahogarse de frente. Pero somos sólo un pequeño cielo. ¿No no quieres ir en su auxilio? Tenéis miedo del contagio o jugar entre dientes de sierra. ¿Has sido tú escogido de Amado? El arca que orilla entre ¿alga todo y espumas? Pero sólo quiero no ser o ser nonada. No atravesar increada cáscara, incluso la tuya, para despertar en antemorfosis. Entierra siete mitades tú en púrpura Siete. Niño Nonada: Ni olvido de sí ni Príncipe de Excepción. ¿Y ahora qué? No violencia No angustia No melancolía. ¿Que qué? Nònáda cuarenta y nueve. 

Minke Wang 375

Selección de poemas enviada por el autor a Aurora Boreal®. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Minke Wang. Foto nr. 1 Minke Wang © Xiqi Yuwang. Foto nr.2 Minke Wang © Lorenzo Hernández.

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