De la corrección política al subdesarrollo mental

In Memoriam
1927 - 2014 †

Cuesta trabajo verlo, con su acendrado desparpajo, concibiendo planes de desarrollo, diseñando acueductos y participando de los intríngulis de la tecnocracia tropical. Suficiente esfuerzo realizó su imaginación para fabular la latitud literaria más universal de los últimos tiempos. Olvidan los portadores del marchito nacionalismo, que un innombrable presidente de la tierra que él abandonó, lo obligó al destierro, cuando con tretas jurídicas lo querían ver tras los barrotes los capataces de un oscuro militarismo. ¿No será más apropiado preguntarnos por qué nuestro país no es hospitalario con nuestros talentos, y obliga a la diáspora a quienes lo poseen de manera excepcional?
Reclamarle a G.G.M por el abandono de su pueblo, es tan pintoresco, como insultar a un alcalde por la mala calidad de los versos de los poetas de su aldea. Los escritores están obligados a escribir bien, y el juglar de Aracataca cumplió dicha misión a cabalidad. Por Dasso Saldívar, autor de Viaje a la Semilla, su primera biografía, sabemos que la generosidad siempre fue un atributo del nobel, y que son las víctimas de la peste del olvido, los que desconocen u olvidan el fecundo vínculo, que aún en la gloria, G.G.M no perdió con Colombia.

En calidad de intruso en los corrillos literarios, he sabido de becas, apoyos y demás gestos filantrópicos, que G.G.M tuvo con agobiados escritores o exiliados en apuros. Pero si estos no se hubieran dado, la grandeza de su obra seguiría refractaria con las piedras que algunos le lanzan. Se olvida que Honorato de Balzac, como muchos otros escritores, fue un reaccionario contumaz, incrédulo del progreso y servicial amanuense de poderosos. También Jorge Luis Borges, caricaturizó la democracia, y tuvo venias y lisonjas con más de un dictador. Invito, a quien se quiera ver compensando por G.G.M, a leer su obra. Muy seguramente, en el desciframiento de la saga de los Buendía y tras las huellas de Melquiades, quienes en este momento balbucean manidos reclamos y exhiben gestos de corrección política, encuentren las claves para reparar el dolor que les produce el ver morir a Gabo lejos de su natal Aracataca.

De la corrección política al subdesarrollo mental enviado a Aurora Boreal® por Marcos Fabián Herrera. Publicado en Aurora Boreal® con autorización de Marcos Fabián Herrera.

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