Intanto: petite suite avignonaise

marcelo_villena_001Marcelo Villena Alvarado (La Paz, 1965) realizó estudios universitarios en la Universidad de Toulouse II, Le Mirail (Licence, Maîtrise, D.E.A.) y es doctor por la Universidad de París VII-Denis Diderot, con la tesis Le désir du geste: intertextures à travers le corpus pictural de Roland Barthes (2010), dirigida por Julia Kristeva. Desde 1994 trabaja como profesor en la Carrera de Literatura y, desde 1997, como investigador en el Instituto de Estudios Bolivianos (IEB) de la Facultad de Humanidades y CC.EE. de la Universidad Mayor de San Andrés (La Paz).  Ha publicado el libro de poemas Pócimas de Madame Orlowska (Plural, La Paz, 1998, 2004), y figura en las antologías Poesía boliviana reciente, México, 1999; Antología de la poesía boliviana, LOM, Santiago de Chile, 2004; Antología de poesía boliviana, en Fragmenta, 2, Madrid, 2011; Unidad variable. Antología de poetas argentinos y bolivianos, La Mancha/La Hoguera, La Paz, 2011. En su vertiente de ensayista ha publicado diversos textos y estudios sobre literatura. Entre sus trabajos de investigación destacan "Hacia las poéticas del tinku" (1999), "El discreto encanto de la eucaristía: una experiencia ficcional con el Sermonario del 3er. Concilio Limense (1584-1585)" (2001), "Ejercicios capitulares con algunos fragmentos de Jaime Saenz y Blanca Wiethüchter" (2008) y el libro Las tentaciones de San Ricardo, siete ensayos para la interpretación de la narrativa boliviana del siglo XX (2003, 2011).

La In tanto: petite suite avignonaise y el ensayo-ficción Los Tigres son una primicia para Aurora Boreal®.

 

Intanto: petite suite avignonaise

Yo te recuerdo así,
Como un regalo innecesario de sol
.
Rolando Cárdenas

 

α


En una tarde, está dicho, se habrán ido


de cara en cara
la pasante del transiberiano
la trascendencia del cable
el alga azul y los museos

 

Pero, eras vos
eres vos la del álgebra y el pantano

 

 

 

β


Traduzco:

me interesaría, solamente
poder ver mis ojos
mientras te miran

 

... otra vez

 

 

 

γ


Resulta que gracias a Maxwell (el del
demonio), Bohr, Rutherford, Einstein, Broglie (y
su inevitable onda), Heisenberg y Dirac (los
de las cuantas), jubilosos o perplejos,
barrigones o de largas cabelleras, los físicos
contemporáneos la pasan rompiéndose la
cabeza; dándole duro, muy duro, pero sin
lograr una exacta noción de lo que es real. Resulta
que, como ilusiones no sólo las hay ópticas, ni
siquiera los sentidos nos sirven para definir
satisfactoriamente la materia: está ahí, pero
no podemos saber de ella con certeza; salvo,
quizás, mediante el tacto.

Me tocas, luego existo.

 

 

 

δ


Dejarse de la topografía y el género. Dejarse del
fácil recurso a lo profundo, de la nostálgica
metáfora del tiesto:

 

desde la ceja, la hoyada se allana.

 

 

ε


Vos
al centro
y a tus costados
la fina tangente
que te aloja
¿o no?


***

Subes
por sed o capricho
rondando
Vas
vas en picada
por si acaso


***

A lo así
vos
como las parteras
tal vez
de lado
ya me enderezas


***

Así había sido
Si vas
vos
cuesta abajo
es porque te trepas
de nuevo


***

El nudo
se consume
suave
cuando despiertas
vos
detrás del ombligo


***

Ejercer de nuevo
el alfabeto
nombrarlo todo
de cero
nombrar
nos

 

 

Los Tigres

Hay goles en la vida, anulados... Yo no sé!
Samuel Orellana

 

Por luminoso toque estremecido,
Rugiendo de mil goles la avalancha,
avanza el Tigre en medio de la cancha
del Tano al noryungueño empedernido.

Cerebral, gualdinegro, enfebrecido,
Con fino chanfle el marcador ensancha,
y al Bolívar también en la revancha,
le da con garra y marcador henchido.

Corre no obstante una gambeta extraña
que sobre el césped bullicioso amaña
un par de piojos lejos de la barra;

y allí se alzan, sobre los Rimbas cojos,
las alas, las antenas, los antojos,
de un stronguista viendo una cigarra.


jaome_freyre_010Nota del editor. De clara estirpe modernista por el ritmo y la temática, tan petrarquistas y curva sur y bullangueros, este soneto podría muy bien atribuirse a Ricardo Jaimes Freyre (1868-1939). Fascinada por el nórdico paisaje de "Castalia Bárbara" (1899), la crítica ni siquiera ha considerado los rastros con los que estos versos iluminan la obra del poeta boliviano consagrado, al decir de Carlos Medinaceli, en la trilogía evangélica del modernisno novomundano. Para apreciarlos, convendrá saber no sólo que una copia mecanografiada se halló entre los archivos del club deportivo The Strongest catalogados poco después del centenario de su creación (1908); sino también, y sobre todo, que dicho equipo, "decano del fútbol boliviano", es más popularmente conocido como "El Tigre". Por su casaca oficial que alterna franjas verticales al modo de la Juve turinesa, por supuesto, la de Gramsci, la de Togliatti -pero no negras y blancas, las franjas, sino negras y amarillas: como un innecesario regalo de sol donde también se vislumbra el porte xeneize que hermana al Tigre y al Club Atlético Boca Juniors. De ahí que, en proximidades del estadio olímpico de La Paz, "stronguista" sea también el nombre de la mariquita que sobre fondo amarillo lleva tres puntos negros en cada élitro y uno en medio del coselete.
Que la inminencia de otro centenario (el de la publicación de Leyes de la versificación castellana, 1912) sea entonces la ocasión para recordar que Jaimes Freyre, además de aficionado a las kenningar, fue también helenista y apasionado hincha atigrado. No otra la verdad que revelan esos sus otros versos dedicados a la "Venus errante"; Venus Urania y Venus Pandemos, mediterránea y de aurora boreal; gualdinegra, en suma, negra y güera, negra y tunante, como lo habrá leído el buen entendedor:

...

Tocó su nave en las riberas de nieve y bruma;
sintió su beso entre los labios la Venus blonda,
y contemplaron la bronceada faz del marino,
garzas pupilas soñadoras

Tocó su nave en las riberas que el sol abrasa,

la Venus negra fugaz beso dejó en su boca,
y se enlazaron a su cuello
brazos de ébano y de sombra.

Venus errante, tú le esperas sobre la playa.

¿Eres la ardiente bayadera voluptuosa?
¿Sabes de amores?

No vio tu rostro el marinero pero te adora.

(R. Jaimes Freyre, "Venus Errante", en País de sueño).

 

In tanto: petite suite avignonaise y el ensayo-ficción Los Tigres enviados a Aurora Boreal® por el escritor Marcelo Villena. Foto Marcelo Villena©Diego Valverde Villena. Foto R. Jaimes Freyre enviada a Aurora Boreal® por Marcelo Villena.

 

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